Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

lunes, 26 de abril de 2010

De manos juntas y otros asuntos domingueros


A veces siento que mi mano ya no es mi mano cuando agarra la tuya, y enotnces tampoco se cual mano es cual, solo se que estan juntas y entonces aprieto mas fuerte. Y duermo, y abro los ojos y pensamos en el mismo paisaje que pasa por la ventana, y una foto, sin flash, y vuelve mi mano a la tuya, mis ojos vuelven a estar cerrados y siento mi cabeza pesada, tus huesos del hombro, y logro quedarme ahi, profuda mientras las ruedas pisan las rayas blancas, y recuerdo las sonrisas, y la buena onda, y el sol sobre tu cara y luego sobre la mia y rayos de sol entre las hojas y más sonrisas que me hacen reir, y diversión, y mis pies cansados, pero eran sonrisas, no había nada más que pudiera hacer. Y el viento antes, en el silencio de domingo, por entre mis oídos a la velocidad del pedal, la calle mia, y luego mis pasos por entre el pasto cojín verde oliva, y luego el visor, y mis ojos, y sentirme livianita, aunque los pies cansados. Y luego la lluvia fresca sobre el calor insoportable, pero antes tus besos, y luego unos silencios, y luego más silencios y la música en el radio, para el calor, y chocolate caliente, agua y jabón para unos platos, para mi también, y mas silencio porque no tengo mucho para decirles hoy y alguna gotas de lluvia que se sienten en el techo, y los ojos llorosos, y una gargata enfermoza y ha sido mucho por hoy. Menos mal.

sábado, 17 de abril de 2010

Porque mi mundo no es como lo he soñado


Mientras caminaba esta tarde, con cuidado para que no deslizarme en el piso mojado por una llueviecita constante de viernes frío, mientras ya que había escampado y el paraguas me servía de bastón, mientras ahi en el parque de Berrío hacían política mientras el frío y la lluvia y unos pocos con carteles amarillos y una campaña mal hecha, y mientras un chico de la calle, de ojos profundos, me miraba y me pedía un pan de 200 y mientras yo sonreía y le decía que no, pensaba que hay lugares hasta donde la politica no llegará nunca, no aquí, no aquí.

Mientras el cielo se estaba despejando, y mientras me bajaba de un Santra Belén en medio de un taco y con vallenatos viejos y mi cabeza dando vueltas por el sueño, pensé que no me gusta esta campaña política, que aunque quiero que me gusten estos días y aunque quiera creer en alguna de la campañas en vez de los hombres. Por que uno no puede creer que son hombres los que gobiernan y que son solo ellos que por pura bondad quieren ser presidentes de lo que muchas veces es solo un mierdero. Pues son equipos y asesores e intereses los que están detrás de estos hombres de sonrisas, de slogans, de ojos pícaros, de lágrimas, de silencios y de declamaciones. (Y también detrás de la única mujer que es un vergüenza para el género femenino, que propongo excomulgar) Si, detrás de todos ellos y de ellas no estan sus ideas, sino los hechos de una politica que nunca ha estado al lado de la gente, de una democracia que no sirve, porque no representa a los que mas la necesitan.

Son estos dias, en los que todas las mañanas los escucho decir mentiras, los escucho tapar las cosas malas que se han hecho, que se culpan entre ellos, que buscan la guerra y no piensan en la paz, y no solo a la mañana, sino al medio dia y a la noche, y no dejo de oirlos para llenarme de argumentos para seguir creyendo que este mundo que nos construyeron y en el que me educaron con resignación esta muy mal hecho, un mundo donde solo importa cuanto trabajes para ver cuanto ganes y nunca es suficiente porque claro, el dinero, no da sino muchos papeles y extractos bancarios, poco tiempo y mucho estrés.

Yo, que creci afortunada en una castillito que mi papá nos hizo, con vacaciones en fincas, colegio privado, educación de la mejor, iglesia al lado de la casa, que estudié en una universidad privada, pero fui a la pública por una extraña convicción que no supe muy bien de donde venía (menos mal la tuve y que creo que nació de una educación que me lleno de una extraña conciencia) puedo decirle a todos con los que crecí y a todos con los que vivo mis dias hoy, que este estado de mierda no me ha dado nada. ¡Nada! Y menos hoy que soy independiente y que veo a mis mamás envejecer y hacer filas por una pensión y por una droga de eps o pagar un seguro de salud. Y pensar que yo también me hago adulta y que a mi alrededor empiezan a crecer unos niños, la verdad sin un futuro y que para esos niños lo único que les será importante es el dinero que sus papás consigan de sol a sol, para que ellos puedan crecer como yo crecí, como minimo.

Si, este Estado no me ha dado nada. Ni salud (porque tengo prepagada), ni educación (porque pague matricula de mas de mil pesos y mucho mas en la U pública) ni seguridad (porque vivo en un barrio donde siempre han robado hasta en la puerta de la casa, una ciudad en la que han matado, un pais en guerra desde hace décadas) ni justicia (porque he crecido viendo injusticias, no es sino asomar la cabeza por la ventana y no se ve sino eso) ni paz (porque hasta yo, que trato de ser pacífica y he controlado mi mal humor, me sorprendí alguna vez que no hubiera sino un muerto con una bomba en un lugar público). Y eso que he sido afortunada.

Y este hombre que se va despues de 8 años, que muchos creen que parte la historia de Colombia en dos, yo digo que pasa igual con todos esos equipos que disfrazados en un nombre, equipos que cambian de nombre, que nada cambia, que nada parten, no porque se pueda manejar en una carretera con 1 soldado cada kilómetro, como carne de cañón o en una playa con un batallón detrás, mi vida es mas segura, ni tengo más paz, ni tengo más justicia, ni más educación, ni más salud, ni mejor desarrollo. Ni mejor futuro para mis hijos, ni bienestar para la gente con la que trabajo. No. Ni porque hagamos colegios preciosos en barrios de tolerancia, donde los niños van a la escuela y regresan a su casa donde su mamá es prostituta y pobre y su papá un borracho, o jíbaro y aun no haya salud gratuita de calidad, o trabajos dignos con salarios dignos (mas del salario minimo que es una verguenza). No. Ni porque haya un puente que represente la union entre dos bandas, las bandas dejan de existir. Que no entiendo porque esta ciudad que hoy es una olla atomica, porque la contaminacion es absurda, que de primavera no tiene mucho, creció con mis padres y mis abuelos sin que ellos ni los que estaban a su lado, se conmovieran de la pobreza en las laderas, mas alla de la caridad de la iglesia. Que nos hemos matado por tres decadas, desde que tengo memoria. Y que de ahi, de los que no se conmovieron, salen los que hoy nos representan y de ahi saldrán los que representaran algún dia a mis hijos, si tengo algunos. Que no me digan que han hecho mucho, porque eso que ellos hicieron lo debieron haber hecho hace años los que antes estuvieron ahi. Ellos hacen lo obvio, solo lo obvio.

Porque en dias como hoy, mientras camino con las gotas sobre mis zapatos y mi cabeza, no quiero tener hijos que tengan que pensar que nadie de mi generación hizo nada por construir un mundo mejor, un mundo donde lo que yo sueño pueda ser posible, sin pasar por una ilusa, y una soñadora, porque como dice el subcomandante Marcos, si no existe un mundo donde quepamos, entonces construyamos un mundo para nosotros.

Hoy no creo en el Estado. Hoy quiero que no haya presidentes, ni congresos, ni señores sucios, siempre sucios como Pilatos lavandose las manos.

Hoy quiero una comunidad autoregulada, pueblos pequeños, poderes bajos y dineros pocos. Hoy quiero otro mundo, un mundo parecido a la tranquilidad que siento debajo de las cobijas cuando sueño mundos mejores. Solo hoy y despues de una tarde fria puedo soñar, solo soñar.

sábado, 10 de abril de 2010

Y mis sueños...



Voy a escribir los sueños que tengo dormida. De día hablo mucho, vivo mucho los días que no me alacanzan. Cada vez duermo hasta mas tarde, como si de ese mundo no quisiera salir.

Un viaje a Mexico. Llegaba de otro viaje a organizar otro. El tiquete estaba guardado ahi sobre la repisa al aldo del closet. Me levanté y todo a verificar si existia y era que había planeado uno no me acordaba. Pero no. Ahí estaba en el sueño el tiquete y yo como llegaba de otro viaje estaba un poquito desubicada y no sabía cuanto tiempo era el tiempo que debía quedarme allá. Eran tres días, pues eran mas pero para poderme ir al viaje anterior había cancelado este, pero no podia perder el pasaje. Sacaba del closet una cantidad de vestidos. Muchos. Para poder empacar la maleta. No llevaba el maletin pequeño sino otro mas grande. Todavía faltaba para irme. En mi casa, en mi cuarto había mucha gente los mismos con lo que había viajado antes, solo que no me acuerdo bien que viaje era, uno largo y donde hablamos mucho y muchas cosas. Luego me vi a mi misma en un carro campero con Juan en una carretera destapada dizque para acortar camino, ¿para donde ibamos mi amor? Yo no se, pero al final era como una pared tipo piedra y arriba unas piedras que indicaban que era un camino cerrado. Yo no lo deje seguir. Detras venía un Land Rover a mil y a el le abrieron el camino. Asi que nosotros lo seguimos y llegamos a una laguna había que montarse en una barca y ahí perdí a Juan y luego estaba con alguien mas y yo no era yo sino una princesa de pelos castaños y largos y cara angelical. Y había una viejita sacada como de una peli de studio ghibli que llevaba la barca hasta la otra orilla , ni me pregunten donde se quedaron los carros, en la barca había otros personajes ghiblescos. Y alla, yo, pues la chica que me suplantó era esperada por todo el mundo. Y lo peor es que tenía que ir a una casa que estaba cerrada hace años, y que sólo ella podía abrirla, porque había sido como de su mamá. Y fuimos a abrir la casa, y desempacamos la maleta, creo que era la maleta de mexico, y el chico, era un gordito tipo hobbit, entre gallina y valiente que no queria que ella no le tuviera miedo a nada, a abrir cualquier puerta o a escuchar cualquier ruido, y creánme que se escuchaban ruidos rarísimos. Asi que abrio la puerta, la gran puerta la prohibida. Tenía dos puertas y ahi adentro habia un salon lleno de pesceras y yo no se yo ya siendo el muchacho tipo hobbit, dije, ay no! Y ella entro y pesceras y vuelvo a decir, Ay no! Y me desperté.

Me pasa que mientras escribo los sueños, recuerdo todos los anteriores. Y pueden confundirse. Hice una gran esfuerzo por la fidelidad del relato, pero siempre es mejor el sueño que el texto. Pero hice lo mejor que pude.

martes, 6 de abril de 2010

Eso de mirar a la nada

Siempre ha habido un calendario detrás de la puerta. Y nunca por supuesto, está en la página del mes que corresponde al mes que estoy cuando lo miro. Sobre la ventana siempre ha habido una colección de buhos que de niños adorabamos y sobre la mesa su foto. Claro que esa no ha estado desde siempre. Solo desde hace unos años. Yo estaba empezando a estudiar fotografía y era un día de la madre. Un domingo de esos en los que las familias se reunen a pesar de la pereza de hacerlo, una felicidad mal disimulada, pero una grata comodidad de estar jutnos. Ya había pasado el almuerzo y el se acostó en el sofa. Ese día tenía la camara Canon AE1 la que el había usado algna vez, y un rollo blnaco y negro en el carretel. ISO 100. Luego cuando revele la pelicula muy pocas fotos habían salido. Por supuesto esta no es su mejor foto, pero es la foto que yo le tomé.Y que luego en un marco que yo pinté, le regalé. Todo en pasado perfecto, asi esos días no fueran tan perfectos. En sus ojos hay una expresión que aún no entiendo, pero que recuerdo cotidiana. De pronto pensaba en esa niña detrás de la cámara y en esos ojos que verían la foto después que el muriera. Porque yo si creo que uno sabe que en algún momento sabe que se va a morir. Y ese era su mayor miedo. Dejar este reguero de niños ya adultos solos y desprotegidos. Porque siempre pensó que en su ausencia nosotros siempre estábamos desprotegidos. Éramos muy contemplados. Si. Y nosotros nunca pensamos que él algún día pudiera morirse. Yo hubiera preferido que otros papás se murieran, no el mío.

A los búhos los coleccionamos por años. La moda de los búhos fue como la de las miniaturas, los ceniceros, los cuadros papiros, o las imágenes de barcos. Puras modas y colecciones absurdas para decorar los hogares. Yo limpiaba los sábados con mi mamá los búhos. Pero en semana cuando ella no estaba yo jugaba con los búhos. En todo el edificio podíamos pasar tardes enteras jugando y comparando los búhos de cada casa, había de cristal, de cerámica, grandes y pequeños, había unos miniaturas que se compraban en la tienda de regalos de la esquina, y recuerdo un olor al recordarlos, un olor a sorpresa y a búho de color. Es sorprendente que solo unos búhos traigan tantos recuerdos, y sobre todo que aun existan esos búhos llenos de miradas oscuras, en la repisa de una ventana. Por supuesto los buhos no han estado ahi desde siempre, pero siempre han estado mirándonos, mirándome, de medio bisney, de medio lado, como quien mira y no quiere mirar.

Son los objetos los que nos traen tantos recuerdos. Algunos sobre todo. Pero si donde vives está lleno de objetos que no se han usado, rincones que no se han habitado, paredes que no se han pintado, usado, colgado con cuadros y pinturas, solo son objetos como de tienda de muebles y decoración, casas no propias. Objetos meaningless. Por eso es bonito tener casas y lugares con cosas de otros tiempos, con cosas de otros, regaladas y usadas. Cosas que tienen hisorias y olores con recuerdos. Fotos que uno olvida mirar y que cuando las vuelve a mirar, descubre algo nuevo: El no quería sonrerir, pero sonrió como quien no quiere, para la posteridad.

domingo, 4 de abril de 2010

¡Sobreviví! (1 abril de 2010)


No es el título de un programa de sobrevivencia de Natgeo, es mas bien un bonito triunfo personal. Sobreviví 3 kms de rio abajo en neumático, a piedras, a remolinos, a cuerdas, simplemente sobreviví en contra de los pronósticos, y las ganas, un dia cualquiera y a una mañana de amancer lento.

Nó quería hacer nada hoy, porque cuando estoy en la finca, no me gusta hacer nada, sobre todo cuando tengo suficiente sueños para repartir durante el dia mientras el sol entra por mis carnes para llenarme de mas sueño y sopor. Pero al desayuno con la mesa llena y los recién llegados, el plan de ir a Río Claro tuvo un tinte diferente. Era claro, como ayer, que el plan era bajar en neumático por el rio. Yo no tenía sino el Bikini que se que se caería en cualquier remolino y me dejaría en pelotas, y unos zapatos no adecuados ni lo mas mínimo que se lisan en cualquier mojado. Asi que opté por ponerme camiseta y una faldita por encima y seguro andar descalza por el camino.

Y asi fue. Meterse al río: sentir el agua fría muy fría, y la fuerza de la corriente que baja, que trata de tumbarlo a uno, y si uno quisiera ir hasta los mares mas lejanos con esa fuerza y mirando el cielo.

Luego conseguir lo neumáticos: había que volver a la entrada del parque, pagar $5000 por cada uno, mas $5000 de depósito.

Emprender el camino, un sendero casi todo empedrado, caminable a pie limpio, esperando no pisar ningún bicho venenoso y por eso mas bien no pensar en eso. Volver a meterse al río, este vez cruzar hasta la otra orilla. Otra vez vencer el miedo, intentar nadar, dejar que el rio te lleve y hacer un poquito de esfuerzo para darle dirección a esa llevada. Nadé, sentí la fuerza que me arrastró, me asusté, me calmé y nadé como si estuviera en una laguna y é finalmente al otro lado, no sentí el piso y volvió a darme susto, pero no pasó mas que eso, puros sustos en segundos con la satisfacción de estar parado en una piedra lisa, mientras ves otras niñas asustadas como yo fracasando en el intento de cruzar. :)

Mucha gente, mucha. La gente toma, bota basuras, juega con los niños y yo solo pienso en las historias de ahogados, de niños perdidos en las aguas de ríos fuertes o mas calmos que estos. Preferimos seguir tomar el neumático y cargarlo por el sendero, hasta donde pudieramos seguir caminando.

El camino se hizo mas difícil. Raíces, rocas para escalar, me quejé. ¡Quiero ya bajar en el neumático! Me cargaron el neumático, me dió un poco de vergüenza pero empezaba a hacer presencia mi urbanidad pesada, eso de escalar mientras estas descalza y cargar un flotador gigante hacen que mis pies se choquen, deslicen, y me hagan caer. Lo siento. Pero todos empezaron a ver las dificultades del camino asi que mas adelante, preferimos iniciar el descenso.

Una vez sos empujada con el culo entre el hueco del neumático río abajo no hay vuelta atrás. Luca dejó los zapatos puestecitos al lado del camino y tuvo que pararse en una orilla y recojerlos. Yo, con los rapidos ahi encima, levantando la colita para que no se pegara con las piedras y con el neumático descontrolado, me choque contra una piedra y unos chicos tuvieron que rescatarme, me dieron otra dirección y sobreviví por primera vez. Luego esperamos en una orilla a Luca y seguimos, venían unos remolinos fuertes y levanté con mas fuerza la cola, al neumático lo agarré con mas fuerza, brinqué, cai, me di vueltas y salí triunfante del remolino más fuerte de todo el recorrido. Otro compa tuvo que abandonar pues se le descompuso el brazo. Mucha fuerza remando y dando dirección al neumático.

Y de ahi, para abajo, entre la gente, las piedras, el río, a veces tranquilo, otras veces pedregosos y rápido. Susticos pequeños, sonrisas rápidas, frescura, agua mas o menos pura, el sol entrando por la piel mojada, la cola medio levantada esquivando piedras, atascada en varias piedras, de nuevo en la corriente, una playa, dos playas, las montañas gigantes, los pajaros cantando, la selva fuerte, fuerte! un río tranquilo, y se acabó el paseo. Mas largo todo, que bajar en el neumático. Pero sobrevivi a ser niña, a ser de ciudad, a ser la que todo el mundo cree que se va a caer, a la que le tienen que ayudar. Un pequeño triunfo sobre mi motricidad, mi cobardía y otra historia para decir: fui capaz!