Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

lunes, 21 de junio de 2010

Si...

Si voy a seguir soñando asi, quiero dejar de soñar. No me gusta ni pelear ni que la gente se muera en mis sueños. ¿Quien me devuelve mis sueños aventurezcos?

domingo, 20 de junio de 2010

Hoy es un día triste.. un domingo cualquiera

Con el corazón blandito, unos sueños horribles, el cielo llorando y unas elecciones poco entusiastas arranca este domingo que puede ser como cualquier otro.

Solo es un domingo. Amanecía abrazada, solo eso, lo bueno hasta las 10am que son cuando escribo este post.

Vemos los partidos, me pregunto cuando me cansaré de las vuvuzelas y los hombres corriendo detrás de una pelota y de mis ojos detrás de una pantalla. Es la primera vez que sigo un mundial, una semana de puro trabajo, una semana de puro fútbol. Tengo que formatear mi pc, entre otras noticias hay un virus. Dentro de mi hay otro, aun. Salen demonios de mi nariz desde hace una semana larga, y aun no dejan de salir. Mi mamá esta igual como si fueran los mismos que nos atacan.

Tengo sueño, quiero dormir. Dormiría el día entero pero dos deberes importantes, votar para ejercer mi derecho y trabajar para divertirme.

Además es dizque el día del padre. Días asi no me gustan. Es definitivo.

Así que asumo que este es otro día, como cualquier otro, si.

Buen domingo!

sábado, 12 de junio de 2010

Historia de una Lavandera y de lo rídiculo del arte en Colombia



Llegamos a la plaza de Bolívar en Bogotá. Lo primero que vimos fue un cambuche como los de los barrios marginados de estas ciudades (Medellin, Bogota, Cali etc, etc...) en el medio. Estaba abierta al público para que uno pudiera pasar, y ver un poco como es una casa de estas. Ropa extendida afuera, paredes artisticamente pintadas, claro era una obra de arte. Lo primero que pensé, fue lo que digo en el video. Es una cachetada de cualquier artista, irreverente o no, bueno o no, no importa, de llevar este cambuche a la plaza de Bolívar, a el estado que desde siemre ha ignorada a millones de personas que viven asi, en cambuches asi, o mas grandes o menos pintorescos y en condiciones peores. Este por lo menos tenia piso de concreto y ahí la verdad no vivía nadie. Pura obra de arte para decir asi vivimos en Colombia.

Por ahi vi al artista, viendo como la gente hacía fila para entrar al cambuche, viendo como ese cambuchito se veía en el centro de esa gran plaza como algo que al final no importa. Te tomas fotos, te ríes, te emocionas o dices, es una estupidez y el artista hace el oso con su obra.

Pues yo no sabía que esta obra era una "continuidad" de la lavandera que le escribió una carta a Beatriz Gonzalez, la gran artista y maestra colombiana. Aqui está la historia por si no la sabe, El arte en Colombia termina condenando un artista, que por ser arquitecto es ingenuo, que les hizo trampa y les hizo caer en ella, les hizo creer toda una historia de humildad y pobreza en Colombia, y todos se la creyeron. Todos incluyendo la Maestra. Y el arte, esa institución de la que alguna vez hice parte, lo único que ve es la trampa. Que a mi me parece genial, por no decir nada mas.

El arte, que debería visibilizar este mundo en el que estamos, este país de mierda al que nos han sumido, que debería visibilizar las sonrisas detrás de la gente humilde y de la no tan humilde, que debería proveernos de mas circo porque no solo de pan vive el hombre, condena el juego de poderes e ignora el hecho (que no es una mata): les hicieron trampa y la "ingenuidad" de un arquitecto, puso en evidencia lo que muchos no han sido capaces entre el esnobismo de tanto cóctel e inauguración, que aqui en Colombia hay tanta pobreza que mucha gente no ha visto nunca, que hay que llevar la pobreza con dignidad a que se exponga y se vuelva otro articulo de consumo, a ver si así la gente que debería conocer esa pobreza, porque son los que deberían solucionarla, hacen algo, despiertan o se espabilan.

Extraño, y lo hice desde que terminé la academia arte mas allá de lo aparente, arte que cambie la vida de los artistas y que así termine cambiando la vida de los espectadores, ate que sirva para algo mas que apariencias de trajes, barbas y vinos. Si eso no es arte, entonces ¿qué es?

sábado, 5 de junio de 2010

I´m a Beatle-Fan



Eran tardes de sol, en la terraza de mi casa. Jugando entre el sofa de rayas verdes, en silencio, mientras Let it be, llenaba las cabezas de tardes de domingo. Y mi papá haciendo cualquier cosa frente a una pantalla, herramientas, organización de todas sus cosas. El ritual era bonito, cuando de su caja de discos mas preciada salian esos sonidos que lo ponían a sonreír. Y a nosotros a soñar con palabras en inglés que no entendíamos con otros años de juventud que creíamos lejanos. Mi papá era muy joven. Solo que nosotros no sabíamos. En su foto de la cédula tenía saco de cuello alto, y peinado tipo Beatle. Hoy dirían tipo emo. Pero no. Era Beatle original.

Libros, discos, películas. Un día compramos en el Superley una biografía de los Beatles. La verdad el no leía y yo si. Asi que leí las últimas tres páginas y apenas la bala entró por el cuerpo de John Lennon quise leer la historia entera. Tenía 12 años, y quizá en eso pensaba yo cuando tenía 12 años. En los Beatles, andaba buscando libros de adultos, cuando apenas salía de jugar con las muñecas. No sabía los nombres de las canciones, no de muchas. Let it be, Yesterday, y Ob La di ob la da. Let it be, sonaba en la organeta de la casa, y en el LP que mi papá ponía. Pero yo fui de la generación del Casette y había muchos con el label impreso en impresora de cinta, The Beatles, y uno podía decir con la T muy pronunciada como mi papá o con la T como una suave r como aprendí en mis clases de inglés del colegio. Y leí la historia completa, y ahora ya recuerdo muy poco, pero fue suficiente para tener una razón mas fuerte que la de ser hija de mi papá para ser una Beatle Fan.

Luego cuando el CD se hizo popular ya mi papá tenía casi la colección completa, Imagine, un nuevo mundo, un mundo en paz, donde no haya fronteras y todos seamos felices, es posible? Pensaba yo junto a John Lenon cuando tenía 14 años y quería salvar el mundo de Uribes y Guerrillas, y tenía muchas tardes lúcidas como la noche en la que escribo esto.

Me gustan los Beatles porque siempre alguna de sus canciones me sorprende. Porque los puedo cantar, porque puedo llorar, y sonreir, y puedo bailar mientras voy manejando a toda velocidad y a un alto volumen y uno cree que llegará tan rápido al pasado y podrá gritar con las fans, y estar en el furor, de LOVE y All you need is Love y esas cosas bonitas de LSD y somos mas famosos que Jesús.

Porque son banda sonora de muchas películas bonitas. Películas que llenaron mis tardes de ojos cuadrados. Porque ambientaban almuerzos en la mesa grande, almuerzos de domingos y sonrisas, con el Yellow submarine, y chistes de mi papá se puso amarillo apenas vio mis notas del colegio, y ese imaginario setentero en los Laserdiscs. Tardes al lado de mi papá, en la seguridad de sus sueños, viendo HELP, como si no necesitara traducción solo el lenguaje universal de los Beatles.

Y cuando el se murió, y no había respuestas por ninguna parte, yo le pregunté a los Beatles y ellos me respondieron con Blackbird, porque en algún momento hay que volar, y ese no es un bonito momento, es doloroso, pero tiene que pasar. Y eso fue lo que hicimos con su partida. Volar.

Y Tokio Blues, y Murakami, Norwegian wood, otros Beatles, mas meláncolicos y llenos de nostalgia por amores pasados, acordes mas suaves, mas amarillos atardecer. Here comes the sun.

Yo le preguntaba a mi papá porque los Beatles no seguían juntos si eran tan geniales. Eran el símbolo de que todo tiene un inicio y un fin, y aun así la vida tiene que seguir. De que las historias de hadas no terminan bien y que el castillo de cristal puede romperse con una bala. O un ventarrón.

Noches de Barcelona, con olor a Barcelona, Murakami y los Beatles. Hapiness is a warm gun, canciones con titulos geniales, estupidos, ser un Beatle fan es cuando a uno le gustan las canciones raras, Eleanor Rigby, para toda esa lonely people, When I´m sixty four, para los que creemos en amores eternos, The long and winding road que duele en el alma, She´s leaving home con toda la sinceridad.

Porque son puro Rock´n Roll, porque son muy buena onda, porque me recuerdan las tardes bonitas con mi papá, porque me animan las tardes, porque me hacen sonreír, porque siempre me sorprenden, porque no los conozco del todo, porque aun no me se todas sus letras estúpidas, y menos las menos estúpidas, porque fueron victimas del mundo postmoderno, de la cultura pop, del consumismo, del Billboard, porque fueron monofónicos, porque hay que escucharlos con los dos audífonos puestos, porque puedo escucharlos cuando monto en bici, cuando estoy triste, que me embelezan el corazón cada vez que los necesito, porque los cantan en un Flashmob, porque se usan en comerciales, porque son el sonido universal, porque me pregunto cuándo alguna generación dejará de escucharlos, porque son el Hakuna Matata de los años 60.

Finalmente descubrí una emisora casi siempre con originales. Culpable de este post.

Y aunque yo sea una mala fan y no sepa que se separaron en 1971 porque creo que sus últimos discos están mas cerca de mis días que tan lejanos. Algún día y antes que se muera, pagaría lo que fuera para ir a un concierto de McCartney.

Nota al margen: Quiero hacer un cortometraje. Eso fue el resultado de la lucidez de los Beatles al lado de mi amor, en medio de los besos. Y me dispongo a copiar algunos de sus discos en mi pc.