Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

domingo, 30 de enero de 2011

"No Deutschland no cry"



Volviendo una noche en el U-Bahn a casa. Siempre se encuentran sorpresas. Dicen que Berlín no es Alemania. Y yo quiero creerlo. En Berlín siempre hay un poco mas de locura, un poco mas de todo el mundo, un poco mas de colores y de sonrisas. Aqui pocos hablan Alemán y aseguro que muchos entienden mi español. Además la ciudad no duerme. A esta hora, todos tienen los ojos desviados y bien abiertos, pero siempre es una grata sorpresa llenar de vida y energía esa noche que ya esta espesa y profunda. Un buen viaje de vuelta a casa.

domingo, 23 de enero de 2011

Sonriendo


Otra vez sobre mi mano derecha hay un sello de los que se borran en dos dias. Que hace que sobre mi mano pese la fiesta de anoche, y seguro asi nadie mas lo sepa y solo tenga que escribirlo, la de antenoche. En mi telefono mientras tanto recibo secretos al oido como en fila de escuela, como cuando hay mucho ruido y uno simplemente espera en silencio esas palabras de oido en oido, y luego claro vienen las sonrisas. Opté desde hace dias por andar sonriendo, no como un slogan cliche, sino como un principio de vida, tan importante como lavarse las manos despues del baño y para comer. Sonreir entonces y ser feliz. No me digan que ser feliz es imposible y que la tristeza simplemente hace parte de la vida. No, no. Sonreir es tan importante para el corazón, y para la cara, que no importan las arrugas, ni la asepsia ni la higiene. Por otro lado mis dias pasan de ser domingos permanentes, lo que significa no muy a mi favor que no hago tanto a cada dia como deberia la gente normal. Pero no importa, aquí somos charros y poco normales (charros como los paisas, no como los rolos o los caleños, ni como los mexicanos) es decir nos reimos y sonreimos por todo. Casi hasta que nadie lo entienda.

Tuve un corte de pelo, unas clases muy raras de aleman, bailé contando secretos al oido a pesar de los miles de kilometros de distancia, me despedí de algunos amigos, trabajé de nuevo así haya sido un pequeño desastrico, pensé en marcar mi cuerpo de alguna manera: estos dias no pueden olvidarse tan facilmente.

(Berlin es un lugar de paso, para ellos, para mi, pero uno siempre termina volviendo, una o dos veces, pero solo de paso. Berlin trae noches espesas y dias de primavera, Berlin tiene un efecto inexplicable, que mueve corazones, que deja que el caos fluya sin sentido)

Vienen muchos planes por cumplirse. Basta de dias sin sentido, asi mis sentidos sean muy altos y entonces me toque otra vez reducirlos al dia a dia. Hoy por ejemplo dije secretos al oido y me puse cara de guayaba, mañana sonrío en aleman, luego agacho la cabeza para escribir una prueba, luego editaré algo, luego viajaré otra vez. Empiezan a tener sentido fechas y términos fijos, porque si, la vida se va de término en término.

Dejé de buscar ojos ajenos. Son mejor las miradas conocidas, asi haya que verlas por una ventana. Pero si tengo que asomarme todo el dia, esperando a que salga el sol, tambien puedo asomarme de vez en cuando por otras ventanas buscando el amor.

Tambien estoy un poco cansada de escribir. Pero es irresistible hacerlo a veces sin mucho sentido, casi como sonreir, o respirar. (Pero me cansé de este diario adolescente, lo odio, pero lo quiero)

(Sigo con Caicedo e intento en Alemán conocer Marruecos de las letras de Elias Canetti, quien quita que pronto baile en Cali, y monte en Camello)

domingo, 16 de enero de 2011

¡Qué viva la música!


Yo a Andrés Caicedo lo conocí tarde en la vida. Tarde, muy tarde y al revés. Todo el mundo me decía, Ay! es que Andrecito, y los angelitos empantanados que estan en la peli y en el teatro matacandelas que algun dia (tarde también) los vi en escena. Y empieza, la salsa y los zapatos planos listos para bailar. Y uno entonces empieza a dar play a esos imaginarios y a la fotico de Andrecito sonriendo todo dientón con el pelo largo y seguro una turra bien tremenda. Entonces una buena amiga me presta el libro de sus diarios, que sus hermanas recopilaron en un solo libro para ser sorbido como un jugo de lulo en medio del calor y la fresca de Cali. Entonces empecé a leer sus angustias y me angustié tanto como el, y pensé en los miedos esos carajos de los genios, y en la fatalidad de saber que al final uno se va a morir y puede ser cualquier dia que uno escogiera, dado el caso de quererlo escoger. Que me gustaba como escribía ese muchacho porque 30 años después era un pelado como yo, o como yo alguna vez hubiera querido ser, y contar esas historias de loqueras y noches eternas y profundas (como las que no he tenido y quien sabe si a estas alturas ya tendré). Y entre todo eso lei a Alberto Fuguet que se sorprendió con el geniecito caleño y a mi sus palabras, las del geniecito, me sonaban hermanas, como al oido en una madrugada templada.

Luego le pedí a mi mamá, en medio de una noche espesa, que me mandara con mi hermano (de pronto un chico parecido a Andrés) el libro de Viva la musica, no el que tenia en casa y había empezado a leer, porque era primera edición y se iba a desbaratar en el viaje y en mis andanzas sin rumbos y sin raíces, no. Que me comprara una nueva copia para rayarla y aguantara mi falta de apegos para poderlo dejar en cualquier otras manos lectoras. Llegó entonces una versión pirata, mami donde compraste esta mala edición, no importa, es solo una historia que me susurra al oido, que me acompaña en los recorridos del dragón subterráneo, que antes de las noches que pueden ser profundas espesas y oscuras, me dice, sumergete en ella, la noche, y en la fiesta, y olvida, olvida, olvida, que la vida son noches eternas, y “Ya lodije: los buenos propositos vienen es al otro dia. No he cumplido ninguno. Soy una fanatica de la noche, soy una nochera. No esta en mi” Y descubro a los Rolling Stones casi tan tarde como a Andrés, o mas bien de su mano, que me lleva por esos imaginarios de la televisión y del rockandroll y mas bien los mismos pero en la cabeza de Andrecito de pelo rubio y tumbao al andar. Y luego la salsa que alguna vez he intentado bailar y que se escucha en las tierras bajas del Tibiri y que me imagino que se baila en las noches profundas y frescas del Valle del cauca. Y yo no se si es que tengo esas historias adentro, muy adentro, que entre las luces y los bang, bang de la música, veo todo en camara lenta, y no hay drogas solo el alcohol que pasa por las venas, de pronto para olvidarme un poco, de pronto para no tener una vida tan seria, y sonreír mas, (porque sobria ya lo hago y mucho) y moverme despacio como la música, casi como zombie, casi como media, casi como Andrecito tenia la cabeza, torcidita, torcidita.

“Voltie la cara rapido para no deprimirme” quien no ha sentido eso, mas bien voltiar la cara, y no dejar que la tristeza que está ahi encima caiga pesada arruinando absolutamente todo: la noche, el dia, las ganas, todo. “Pretender no seguir creciendo, eso es nostalgia” berraquita y berraquito el que lo admite, que irremediablemente somos unos nostálgicos de mierda, queriendo ser niños a los 30. Y pensar a Ricardito Miserable, si, con todos los males de la generación y los sonidos mas tristes en la cabeza, y unos ojos perdidos, como los de Andrecito y algunos de sus amigos que yo me imagino. Cruzar la ciudad, conocer la ciudad y sus mundillos, la heroina y yo tenemos cosas en comun. La noche, no, yo ya estoy muy vieja para ser adolescente incansable, yo ya necesito noches de calma.

Es increible como llegan los libros en cada momento para hablarle a uno al oido y guardar sensaciones entre las neuronas. Yo ya quiero leer Ojo al cine, y saber mas cositas de Andrecito, y comerme todas sus palabritas torcidas y turritas. Yo ya quiero entender mas a mis Andrecitos, y aun tengo que terminarme la historia de la música en la cabeza de Andrecito. Suena salsa y el libro verde esta en mi cartera que anuncia a distancia el pais de donde vengo. Que viva la musica, que yo no bailo, pero canto y siento!

jueves, 13 de enero de 2011

El poder de la aspiradora



Bendito el día en que a la ama de casa le regalaron este invento: una aspiradora.

Permitió que la mujer se levantara del suelo de limpiar el piso y lo hiciera ahora y en ese entonces, viendo la tv, cantando y bailando, cargabdo un bebe o leyendo un libro. Probablemente fue ese invento tan maravilloso que les hizo levantar la mirada hacia la ventana a la casa del vecino para enamorarse de su hijo o del jardinero, o tal vez les dio la curiosidad para preguntarse el por qué de las cosas e ir a la universidad. (Quizá también sea la culpable del feminismo, del movimiento machista, de las mujeres superpoderosas y de los lavaderos de carros a 10mil)

Yo recuerdo las aspiradoras de mi casa entapetada, daban miedo a que se comieran mis muñecos y sin duda no eran útiles para la plastilina pegada en la alfombra. Mi mama algun dia compró una super aspiradora de millón porque a la bendita no le faltaba sino cantar: de filtro de agua, limpiaba cualquier superficie de forma absolutamente eficiente. Colchones contra los acaros, esquinas, muebles, carros.

Con el tiempo y hasta que uno no se vuelve adulto y se va de casa no entiende semejante extravagancia, porque a lo mejor no es uno quien barre lo necesario o porque no tienea la plata y no es su casa: que debería haber una ley en nuestras leyes que protejan a las mujeres de barrer y la aspiradora haga parte de la canasta familiar. (a pesar del consumo no eficiente de energía)

Hasta que uno no se encuentra dia a dia con el polvo el suelo, la arena que traen los zapatos, la mota misteriosa de polvo que se forma en el piso, como si el polvo cósmico se acumulara solo en mi apartamento, hasta ese entonces no disfruta uno con una aspiradora extravagante de tres años de garantia y muchos euros pero que se paga
cada dia que por su tubo se siente que entrar las piedritas y los papelitos y se siente ese tintineo que significa el exterminio de todo ese mugre y luego o al mismo tiempo por ahi se van los pelos y la mota invasiva sin dolor ni dolores de espalda y yo siento el tintineo como cosquillas de felicidad.

Y ahi viene su poder mágico, pues entonces no quiero soltarpa y quiero eliminar todo el polvo de toda la casa como mejor estrategia de procastinacion: si ese es el poder de la aspiradora hoy y si ahora hay teléfonos capaces de volar avioncitos, a nadie se le ocurra ponerle internet a la aspieadora!