Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

domingo, 23 de enero de 2011

Sonriendo


Otra vez sobre mi mano derecha hay un sello de los que se borran en dos dias. Que hace que sobre mi mano pese la fiesta de anoche, y seguro asi nadie mas lo sepa y solo tenga que escribirlo, la de antenoche. En mi telefono mientras tanto recibo secretos al oido como en fila de escuela, como cuando hay mucho ruido y uno simplemente espera en silencio esas palabras de oido en oido, y luego claro vienen las sonrisas. Opté desde hace dias por andar sonriendo, no como un slogan cliche, sino como un principio de vida, tan importante como lavarse las manos despues del baño y para comer. Sonreir entonces y ser feliz. No me digan que ser feliz es imposible y que la tristeza simplemente hace parte de la vida. No, no. Sonreir es tan importante para el corazón, y para la cara, que no importan las arrugas, ni la asepsia ni la higiene. Por otro lado mis dias pasan de ser domingos permanentes, lo que significa no muy a mi favor que no hago tanto a cada dia como deberia la gente normal. Pero no importa, aquí somos charros y poco normales (charros como los paisas, no como los rolos o los caleños, ni como los mexicanos) es decir nos reimos y sonreimos por todo. Casi hasta que nadie lo entienda.

Tuve un corte de pelo, unas clases muy raras de aleman, bailé contando secretos al oido a pesar de los miles de kilometros de distancia, me despedí de algunos amigos, trabajé de nuevo así haya sido un pequeño desastrico, pensé en marcar mi cuerpo de alguna manera: estos dias no pueden olvidarse tan facilmente.

(Berlin es un lugar de paso, para ellos, para mi, pero uno siempre termina volviendo, una o dos veces, pero solo de paso. Berlin trae noches espesas y dias de primavera, Berlin tiene un efecto inexplicable, que mueve corazones, que deja que el caos fluya sin sentido)

Vienen muchos planes por cumplirse. Basta de dias sin sentido, asi mis sentidos sean muy altos y entonces me toque otra vez reducirlos al dia a dia. Hoy por ejemplo dije secretos al oido y me puse cara de guayaba, mañana sonrío en aleman, luego agacho la cabeza para escribir una prueba, luego editaré algo, luego viajaré otra vez. Empiezan a tener sentido fechas y términos fijos, porque si, la vida se va de término en término.

Dejé de buscar ojos ajenos. Son mejor las miradas conocidas, asi haya que verlas por una ventana. Pero si tengo que asomarme todo el dia, esperando a que salga el sol, tambien puedo asomarme de vez en cuando por otras ventanas buscando el amor.

Tambien estoy un poco cansada de escribir. Pero es irresistible hacerlo a veces sin mucho sentido, casi como sonreir, o respirar. (Pero me cansé de este diario adolescente, lo odio, pero lo quiero)

(Sigo con Caicedo e intento en Alemán conocer Marruecos de las letras de Elias Canetti, quien quita que pronto baile en Cali, y monte en Camello)