Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...
jueves, 26 de agosto de 2010
Un dia cualquiera en Berlin
Se escucha de banda sonora Los Beatles. Porque me alegran el camino todas las mañanas al metro para ir a clase. Hay que caminar como 6 cuadras, residenciales de esta barrio que se llama Kreuzberg hasta llegar a Moritzplatz Bahnhof. Hoy llueve, y uso mi sombrilla azul de puntos blancos mientras tarareo cualquier canción. Ha resultado buena banda sonora The Beatles o “Salsa Musik”, cualquiera que haya en mi Ipod que no es mucha ni muy buena.
Al final siempre hay una rutina. Me levanto justo a la hora, y desayuno lo mismo, kornflakes con leche y azucar (mucha por supuesto) sanduche de mantequilla y mermelada de fresa en pan duro (como el que le gusta a mi mama) Un pan con queso y jamón para preparar el sanduche para el almuerzo.
Luego 10 minutos caminando rápido hasta la estación del U8. En la estación 5 minutos máximo esperando el tren amarillo de BVG que me llevará hasta Alexanderplatz y haré el cambio (umsteigen) a la U5, dirección no me acuerdo, pero apenas la veo, se que ese el el tren que debo tomar. (Honow?) Y de ahi como 6 estaciones, mas o menos hasta Samariterstrasse sobre FrankfurterAlle. Y ahi, tres pisos, hasta el 14 Raum, donde es mi clase de alemaán B1. A las 11, hay pausa de media hora, doy un paseo por el barrio, vuelvo a las 11:30 y la clase se acaba a la 1 en punto.
Volver a casa. Camino hasta la estación del Frankfurter Tor, que huele a veterina y cresopinol. Es caliente adentro, a pesar del viento que entra por las escaleras. Y de vuelta a Alexanderplatz. Ahi, siempre me antojo, a veces salgo, a ver la plaza atestada de negocios, centros comerciales, el Mcdonalds debajo del gran letrero de Alexanderplatz. Pienso siempre, deberia verme Berlin alexanderplatz. Vuelvo a las ciudades subterraneas, donde todo es mas calido, es mas fuerte, donde siempre hay un loco, no tan loco, viviendo feliz en su locura. En el vagón, en dirección Hermanstrasse, desde el lunes se ven los chicos que salen del colegio. Unas niñas comiendo helado o unos adolescentes gritando y brincando. No falta el bebé en carrito, el perro con dueño, cualquiera con una bicicleta. Es que aquí hasta las bicicletas montan en el metro y un gitano tocando acordeón, y un viejo con barba tranzada camisa de colores, y haciendo pompás de jabón como si el metro fuera el lugar mas mágico de todo Berlín...y recuerdo porque me gusta estar aquí.
Salir de la estación con cuidado de una bici que puede arrollarlo a uno, una simple bici. Y uno una simple y cualquier niña que regresa a casa. Como hoy. Otra vez, llovía. Aun no me he comido el sanduche del almuerzo, y pienso en la sensación que me dio ayer, cuando en el cine, viendo “Männer im Wasser” (sueca con sub. En alemán) vi a una Berlin que se veía vieja por la pelicula y sus colores, la misma que estoy viendo todos los dias, y no pude evitar una sonrisa, como cuando en una novela uno hubiera podido ver la esquina de la casa.
Me alegra estar aquí en Berlin. No es mi ciudad, pero es un buena ciudad para traer-me mi casa.
sábado, 21 de agosto de 2010
Luces en el camino
Mientras camino he tenido algunas luces. Estas son algunas de la luces, de los paisajes, de las cosas que mientras camino no quiero olvidar, quiero mantener en la memoria. Como luces que siguen alumbrando el caminar, como imagenes que no quiero olvidar.
viernes, 20 de agosto de 2010
Lo que me da la gana
Iba a hacer tareas, pero quiero escribir.
Pasa algo en las mañanas, la noche me alcanza para dormir hasta cuando sale el sol. Supongo que cuando el sol salga tarde, dormire hasta tarde. Hoy, cuando me fui a la cama, no puse el despertador e igual a las 5:30am estuve con los sueños despertandome. No creo que sea el jet lag, supongo mis habitos y mi responsabilidad me despiertan con facilidad.
Hoy alguien me preguntó, porque no tengo todavia un master elegido, y aunque yo me hago la misma pregunta, tengo tambien muchas respuestas. No es que no lo haya elegido, no se. Llevo la vida viviendola sabiendo, o con muchas certezas, casi todo el tiempo. Mi trabajo es de planeadora profesional y cuando se trata de compromisos, lea muy bien, compromisos no ocupaciones, yo soy la mas comprometida. Me gusta pasar horas haciendo una misma cosa, con la gente que me gusta y quiero, por eso de pronto, no tengo demasiados amigos, no me alcanzaria la vida para dedicarles el tiempo que me gusta. Caben en mi mano los amigos. Asi como tengo compromiso, y compromiso, tengo plan, tras plan. Juan David me decía: “Es que usted es muy ocupada” y aunque a mi no me gusta esa palabra, si, yo planeo, de que horas a que hora, con quien y como, para que todo funcione en mi universo mental. La vida es otra claro, y a mi el tiempo se me va volando. Será por eso que la producción me iba tan bien, asi no me gustara tanto.
Asi que aquí cuando nadie me espera en casa, tengo un teléfono para que nadie me llame, no tengo plan alguno, hago lo que se me da la gana. Y qué importa pasar un par de meses sin la certeza del mañana, es mas, sin la certeza de la misma tarde. Cuando veo algo desde la ventana del bus, me bajo y lo veo. Nadie me espera, a nadie tengo que explicar, y claro a nadie tengo que contar. Supongo que esa libertad es diferente, porque a pesar de eso, siempre he querido hacer lo que he hecho, tener compromisos, aunque a veces eso me haya dado algunos “inconvenientes”.
Si brinco, si me pongo una camisa que no sale con el pantalon, si quiero seguir durmiendo, o escribiendo, si prefiero recibir el sol en vez de ir a un museo, si no quiero un museo, si me gusta algo, si quiero quedarme una hora viendo eso tan bonito, si quiero caminar hasta el cansancio, si quiero comer, si no quiero, si quiero esperar, si quiero no esperar, si no quiero caminar mas, si quiero un tequila, si quiero una cerveza, si no la quiero mas. Llena de terquedades con y sin sentido, cada cosa que he hecho hasta hoy ha sido asi, pero aquí la terquedad esta siendo, ir sin ninguna.
De un tiempo para acá, es como si me devolviera en la vida. Cada vez menos planes, menos certezas, y extrañamente mas libertad. Otra libertad. Por eso aquí yo hago lo que se me da la gana y esa sensación me gusta.
Ah! y no lo he elegido, el master, porque no me decido. Cada vez que abro las paginas de las universidades todo me gusta, yo que hago!?
Pasa algo en las mañanas, la noche me alcanza para dormir hasta cuando sale el sol. Supongo que cuando el sol salga tarde, dormire hasta tarde. Hoy, cuando me fui a la cama, no puse el despertador e igual a las 5:30am estuve con los sueños despertandome. No creo que sea el jet lag, supongo mis habitos y mi responsabilidad me despiertan con facilidad.
Hoy alguien me preguntó, porque no tengo todavia un master elegido, y aunque yo me hago la misma pregunta, tengo tambien muchas respuestas. No es que no lo haya elegido, no se. Llevo la vida viviendola sabiendo, o con muchas certezas, casi todo el tiempo. Mi trabajo es de planeadora profesional y cuando se trata de compromisos, lea muy bien, compromisos no ocupaciones, yo soy la mas comprometida. Me gusta pasar horas haciendo una misma cosa, con la gente que me gusta y quiero, por eso de pronto, no tengo demasiados amigos, no me alcanzaria la vida para dedicarles el tiempo que me gusta. Caben en mi mano los amigos. Asi como tengo compromiso, y compromiso, tengo plan, tras plan. Juan David me decía: “Es que usted es muy ocupada” y aunque a mi no me gusta esa palabra, si, yo planeo, de que horas a que hora, con quien y como, para que todo funcione en mi universo mental. La vida es otra claro, y a mi el tiempo se me va volando. Será por eso que la producción me iba tan bien, asi no me gustara tanto.
Asi que aquí cuando nadie me espera en casa, tengo un teléfono para que nadie me llame, no tengo plan alguno, hago lo que se me da la gana. Y qué importa pasar un par de meses sin la certeza del mañana, es mas, sin la certeza de la misma tarde. Cuando veo algo desde la ventana del bus, me bajo y lo veo. Nadie me espera, a nadie tengo que explicar, y claro a nadie tengo que contar. Supongo que esa libertad es diferente, porque a pesar de eso, siempre he querido hacer lo que he hecho, tener compromisos, aunque a veces eso me haya dado algunos “inconvenientes”.
Si brinco, si me pongo una camisa que no sale con el pantalon, si quiero seguir durmiendo, o escribiendo, si prefiero recibir el sol en vez de ir a un museo, si no quiero un museo, si me gusta algo, si quiero quedarme una hora viendo eso tan bonito, si quiero caminar hasta el cansancio, si quiero comer, si no quiero, si quiero esperar, si quiero no esperar, si no quiero caminar mas, si quiero un tequila, si quiero una cerveza, si no la quiero mas. Llena de terquedades con y sin sentido, cada cosa que he hecho hasta hoy ha sido asi, pero aquí la terquedad esta siendo, ir sin ninguna.
De un tiempo para acá, es como si me devolviera en la vida. Cada vez menos planes, menos certezas, y extrañamente mas libertad. Otra libertad. Por eso aquí yo hago lo que se me da la gana y esa sensación me gusta.
Ah! y no lo he elegido, el master, porque no me decido. Cada vez que abro las paginas de las universidades todo me gusta, yo que hago!?
martes, 17 de agosto de 2010
Ir a cine
Me gusta ir a cine. No tengo muchos fetiches al respecto, ni horarios, ni salas favoritas, ni pelis favoritas. Simplemente me gusta ir. Cuando era niña no me gustaban las filas para entrar, no me gustó cuando el intermedio se acabó, y recuerdo haber ido en la mitad de Jurassic Park al baño como 4 veces.
No tengo tampoco rituales. No soy de las que siempre necesito crispetas. Solo necesito algo de tomar. Y un baño a la salida. A veces leo las reseñas, a veces voy a peliculas muy taquilleras, porque, hay que verlas, para decir, una cosa o la otra.
Hoy me gusta por ejemplo ir al cine 3d. Si se lo inventaron es para consumirlo, no sin medida, pero hasta que uno le pierda la gracia, no me perderé algunos de los mejores exitos en 3D. Como UP que fue la primera o Toy Story, la última.
Ir a cine, y leer y pasear, como una reina de belleza, son mis ocios favoritos. Aunque aquí no me hallo para leer, y valga la pena decir que solo traje un libro, que no me ha conquistado tampoco. Asi que lo primero que hice fue buscar los cines. De todas formas tengo todo el tiempo para ir a sentarme frente a una pantalla a ver cualquier cosa que me pongan, aprender, soñar, reir, llorar. Hay muchas salas de cines con el éxito del momento, Karate Kid y la Venganza de Kitty Malone y muchas otras peliculas en alemán y otros tantos idiomas, con subtitulos en aleman.
Así llegué a “El mapa de los sonidos de Tokio” por azar y justo a tiempo para no pensar ni entender el titulo en aleman, solo leer la directora. Compré el tiquete de 6Euros, que no es barato, en el FSK el cine mas cercano a mi casa temporal. (Por fortuna) Tenia en mi mochila un IceTea y me sente en la unica banqueta desocupada, al lado de la puerta. Estabamos en los Trailers y tuve tiempo de pensar que esa peli de Isabel Coixet, si era en Tokio no era en español, sino en japonés. Oh! Me resigné a que sería un interesante ejercicio de práctica idiomática y a disfrutar de la bonita fotografia que tiene Coixet en sus películas.
El ejercicio mejoró cuando la mitad de la peli fue en inglés, y lo que es en japones, se pudo entender de forma global con el alemán. Por fortuna. De resto, un bonito viaje lleno de sentidos, de sonidos, si claro, pero de sorpresas, llenas de la muerte y la vida, y los infortunios de la muerte, y del amor, cuando se tiene a la muerte en la puerta de la casa. Una mujer preciosa, unas escenas de sexo repreciosas, un viaje por un Tokio con otros clichés, como con los ojos del aventurero experto y local, extranjero y local. Como cuando se tiene un lugar, y la historia es solo una excusa, y eso no siempre resulta bien, solo que le resulto a Coixet, una muy buena combinacion, para una historia que provoca reir, llorar y amar.
Caminar por la ciudad en completa soledad. Soy yo y Berlin. Mi alemán aun no da para entablar conversaciones y paso por mas tímida de lo que soy. Y mi ingles está peor. Asi permanezco en silencio dandole hilo a esta cabeza que se enreda y sueña y planea y se eleva. Así el domingo, regresé a cine. Esta vez a las 10pm para ver “Moon”.
Quedé con polvo lunar en los ojos. Y eso es mucho. Es decir, que pasaría si te quedaras en la Luna para siempre? Comerías mucho queso? Empezarías a ver en blanco y negro? Juagarías a la pelota lunar? O caerías en la triste desolacion de cada día... en la desolación de ver el planeta tierra a lo lejos... la irremediable desolacion lunar, de la soledad de un yo repetido miles de veces. De la irreductible repeticion humana. Una preciosa y recomendada pelicula. Si usted puede bajar torrents, hagalo, y se baja esta que está buena.
No mas, caminar con el sonido de una peli en la cabeza, de la historia, de los pulsos, de los colores, de los ritmos de vuelta a casa, en medio de la oscuridad y el semaforo del peaton titilando como unica luz, el mejor premio para una primera semana en Berlin.
No tengo tampoco rituales. No soy de las que siempre necesito crispetas. Solo necesito algo de tomar. Y un baño a la salida. A veces leo las reseñas, a veces voy a peliculas muy taquilleras, porque, hay que verlas, para decir, una cosa o la otra.
Hoy me gusta por ejemplo ir al cine 3d. Si se lo inventaron es para consumirlo, no sin medida, pero hasta que uno le pierda la gracia, no me perderé algunos de los mejores exitos en 3D. Como UP que fue la primera o Toy Story, la última.
Ir a cine, y leer y pasear, como una reina de belleza, son mis ocios favoritos. Aunque aquí no me hallo para leer, y valga la pena decir que solo traje un libro, que no me ha conquistado tampoco. Asi que lo primero que hice fue buscar los cines. De todas formas tengo todo el tiempo para ir a sentarme frente a una pantalla a ver cualquier cosa que me pongan, aprender, soñar, reir, llorar. Hay muchas salas de cines con el éxito del momento, Karate Kid y la Venganza de Kitty Malone y muchas otras peliculas en alemán y otros tantos idiomas, con subtitulos en aleman.
Así llegué a “El mapa de los sonidos de Tokio” por azar y justo a tiempo para no pensar ni entender el titulo en aleman, solo leer la directora. Compré el tiquete de 6Euros, que no es barato, en el FSK el cine mas cercano a mi casa temporal. (Por fortuna) Tenia en mi mochila un IceTea y me sente en la unica banqueta desocupada, al lado de la puerta. Estabamos en los Trailers y tuve tiempo de pensar que esa peli de Isabel Coixet, si era en Tokio no era en español, sino en japonés. Oh! Me resigné a que sería un interesante ejercicio de práctica idiomática y a disfrutar de la bonita fotografia que tiene Coixet en sus películas.
El ejercicio mejoró cuando la mitad de la peli fue en inglés, y lo que es en japones, se pudo entender de forma global con el alemán. Por fortuna. De resto, un bonito viaje lleno de sentidos, de sonidos, si claro, pero de sorpresas, llenas de la muerte y la vida, y los infortunios de la muerte, y del amor, cuando se tiene a la muerte en la puerta de la casa. Una mujer preciosa, unas escenas de sexo repreciosas, un viaje por un Tokio con otros clichés, como con los ojos del aventurero experto y local, extranjero y local. Como cuando se tiene un lugar, y la historia es solo una excusa, y eso no siempre resulta bien, solo que le resulto a Coixet, una muy buena combinacion, para una historia que provoca reir, llorar y amar.
Caminar por la ciudad en completa soledad. Soy yo y Berlin. Mi alemán aun no da para entablar conversaciones y paso por mas tímida de lo que soy. Y mi ingles está peor. Asi permanezco en silencio dandole hilo a esta cabeza que se enreda y sueña y planea y se eleva. Así el domingo, regresé a cine. Esta vez a las 10pm para ver “Moon”.
Quedé con polvo lunar en los ojos. Y eso es mucho. Es decir, que pasaría si te quedaras en la Luna para siempre? Comerías mucho queso? Empezarías a ver en blanco y negro? Juagarías a la pelota lunar? O caerías en la triste desolacion de cada día... en la desolación de ver el planeta tierra a lo lejos... la irremediable desolacion lunar, de la soledad de un yo repetido miles de veces. De la irreductible repeticion humana. Una preciosa y recomendada pelicula. Si usted puede bajar torrents, hagalo, y se baja esta que está buena.
No mas, caminar con el sonido de una peli en la cabeza, de la historia, de los pulsos, de los colores, de los ritmos de vuelta a casa, en medio de la oscuridad y el semaforo del peaton titilando como unica luz, el mejor premio para una primera semana en Berlin.
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domingo, 15 de agosto de 2010
viernes, 13 de agosto de 2010
Conociendo
Hoy, y estos dias se llaman, presentarme, a mi misma. O no. No hay nada de que hablar con gente desconocida, lo primero es conocerse. Qué haces, de donde vienes, qué te gusta, qué estudias, y porque estas aquí. Con algunos hay coincidencias, cosas en común y ahí podría uno seguir la conversación.
Días de aprender cosas nuevas, como: Hey las reglas no son a tu manera, son las reglas! Y si, Murphy dice que cuando no las cumplas ni una sola vez, Taz! Ahi te caen y eres culpable sin explicación posible, porque si, te brincaste las reglas.
Los que me conocen saben que vivo en otro planeta. Y tambien han sido dias de aterrizar, a pesar de tener la cabeza en otros planetas, pero pies en la tierra, otra vez.
Y días de comparaciones. Es que en Colombia las cosas son de una manera y aquí de otra. Cosas sencillas, cosas importantes. Y siempre resulta que todo es diferente. Y siempre hay una razon para la diferencia, o mas bien, para que eso diferente tenga otros modos. Eso me gusta.
Vengo de Medellin. Y se quedan en silencio. Siempre sale Pablo Escobar, y Chavez y Uribe. Despues, uno escucha a los demás hablando de paises pobre, gente pobre, violencia, robos y violaciones y me pregunto que se imaginaran de esa ciudad en el valle que del que uno gusta tanto y que a veces tambien tanto odia.
Aquí la gente tiene una contradiccion, o me parece, con el miedo. Pero yo vengo de una ciudad donde siempre hay miedo. Y yo no tengo miedo, no mucho, pues, o estare acostumbrada?. Aquí es peligroso el internet, por ejemplo (a la gente le parece, ahi le dejo el dato a los community managers). Aquí te multan por bajar un torrent. Pero aquí hay borrachos en cada esquina. Muchos, es como si ser borracho fuera pagado por el estado. Borracho con perro. Tradicional! Punketos, lesbianas, turcos, bien turcos, todos juntos y cualquier otra cosa que se ocurra, rara, normal, locos, mas locos juntos y en el sistema!. Pero Internet es peligroso! No entiendo. Cuando Internet conecta un mundo que estaba encerrado, me conecta a mi con el mundo. Porque tendría que ser peligroso... no vivimos en un mundo Blade Runner o Tron the movie. Aunque pareciera que si.
Aquí la gente paga el metro sin torniquetes. O sea es voluntad y deber ciudadano. Aquí la gente recicla botellas, y parece que el dinero fuera todo. Aquí como me dice alguien, son anticomunistas, y solo hace 20 años dejaron de serlo. Y es bonito ver a una berlinesa, sentir nostalgia a pesar de todo, por la ciudad dividida y quedarse en silencio por tanta historia tan complicada. Y pienso, mi ciudad, mi pais es tambien complicado. Y tambien me quedo en silencio y agacho la mirada, no se ni porque.
Son impresiones. No mas. Una semana que ha sido larga, pero no es tanto tiempo la verdad. Apenas conociendo, y haciendome conocer. Pocos amigos, pocos conocidos. Una ciudad que se hace grande, muy grande. Una niña buscando, y pensando.
Días de aprender cosas nuevas, como: Hey las reglas no son a tu manera, son las reglas! Y si, Murphy dice que cuando no las cumplas ni una sola vez, Taz! Ahi te caen y eres culpable sin explicación posible, porque si, te brincaste las reglas.
Los que me conocen saben que vivo en otro planeta. Y tambien han sido dias de aterrizar, a pesar de tener la cabeza en otros planetas, pero pies en la tierra, otra vez.
Y días de comparaciones. Es que en Colombia las cosas son de una manera y aquí de otra. Cosas sencillas, cosas importantes. Y siempre resulta que todo es diferente. Y siempre hay una razon para la diferencia, o mas bien, para que eso diferente tenga otros modos. Eso me gusta.
Vengo de Medellin. Y se quedan en silencio. Siempre sale Pablo Escobar, y Chavez y Uribe. Despues, uno escucha a los demás hablando de paises pobre, gente pobre, violencia, robos y violaciones y me pregunto que se imaginaran de esa ciudad en el valle que del que uno gusta tanto y que a veces tambien tanto odia.
Aquí la gente tiene una contradiccion, o me parece, con el miedo. Pero yo vengo de una ciudad donde siempre hay miedo. Y yo no tengo miedo, no mucho, pues, o estare acostumbrada?. Aquí es peligroso el internet, por ejemplo (a la gente le parece, ahi le dejo el dato a los community managers). Aquí te multan por bajar un torrent. Pero aquí hay borrachos en cada esquina. Muchos, es como si ser borracho fuera pagado por el estado. Borracho con perro. Tradicional! Punketos, lesbianas, turcos, bien turcos, todos juntos y cualquier otra cosa que se ocurra, rara, normal, locos, mas locos juntos y en el sistema!. Pero Internet es peligroso! No entiendo. Cuando Internet conecta un mundo que estaba encerrado, me conecta a mi con el mundo. Porque tendría que ser peligroso... no vivimos en un mundo Blade Runner o Tron the movie. Aunque pareciera que si.
Aquí la gente paga el metro sin torniquetes. O sea es voluntad y deber ciudadano. Aquí la gente recicla botellas, y parece que el dinero fuera todo. Aquí como me dice alguien, son anticomunistas, y solo hace 20 años dejaron de serlo. Y es bonito ver a una berlinesa, sentir nostalgia a pesar de todo, por la ciudad dividida y quedarse en silencio por tanta historia tan complicada. Y pienso, mi ciudad, mi pais es tambien complicado. Y tambien me quedo en silencio y agacho la mirada, no se ni porque.
Son impresiones. No mas. Una semana que ha sido larga, pero no es tanto tiempo la verdad. Apenas conociendo, y haciendome conocer. Pocos amigos, pocos conocidos. Una ciudad que se hace grande, muy grande. Una niña buscando, y pensando.
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martes, 10 de agosto de 2010
De días venturosos y otros no tanto
Deberia hacer mis tareas. “Ubungen acht bis” …. Pero no. Necesito escribir. Este será como el diario de mi buscándome, en una ciudad cualquiera. Qué díficil.
Hace un par de años visité Berlin de casualidad. Y la ciudad me encantó. Como, esos lugares, de “yo viviría ahi”. Pasa con grandes ciudades, montañas, casitas... Moví cielo mar y tierra, ahorramos mamá y yo, estudié Alemán, y tiré los dados. Todo mientras echaba raices en mi casa, en mi ciudad, en mi empresa, en mi amor. Todo eso junto. Porque somos seres contradictorios. Si, eso hace parte de vivir.
Nunca pensé en como sería la vida lejos. Venir es una terquedad, como me dijo un amigo. No tengo muchos planes, muchos deseos mas bien si. Una terquedad como las demás que han ido llenando mi vida, de cosas bonitas, de personas, de historias, de aprendizajes.
Me siento como cuando uno se arregla para salir en la noche para una gran fiesta, uno esta precioso y feliz, pero antes de salir, uno sale es, embola.
En mi ventana de hoy, se ven muchos árboles. Unos edificios al frente y el cielo que se va volviendo azul o gris. Tengo dos maletas revolcadas, un pc, una manzana y un durazno para comer. Me hubiera gustado haber traido una bata para venir del baño en ella y no medio embola. Pero ya ni me importa. Creo que me va a pesar mucho en mi equipaje de ahora en adelante.
Berlín es una ciudad increible. Todo el mundo viene de todas partes, hay cine, hay museos, esta la gente mas rara, mas loca, hay lugares que tienen colores muy bonitos y una paz, y me salen sonrisas a cada segundo. Hay bares y bares, y tiendas bonitas, y edificios con Okupas, y grafittis hasta mas no poder. Aquí piensan diferente, viven diferente. Mientras voy caminando me digo todo el tiempo esto, y miro a mi alrededor y sonrío. Sonrío mucho a pesar de todo.
Porque no veo sino gente extraña. Mi casa son mis cosas. Mi casa soy yo. Si, ya todos lo anunciaron pero asi son las cosas. Uno tiene que vivirlas y tomar de su propia medicina. Por lo menos me alegra estar cómoda conmigo hoy, ese era mi mayor miedo. Asi que venga lo que sea, las reglas tontas y no tontas de los alemanes. Las amabilidades y las groserias. Aunque a veces me provoque devolverme ni se a donde, solo correr y correr.
Lo dije en Medellin y lo vivo hoy. Yo me tomo mi tiempo para acomodarme, para entrar en confianza. Soy tímida y seria, y seguro el curso de la vida me seguirá enseñandome a ser mas liviana, mas jocosa y ojala no mas tonta. Asi a veces pareciera que a la repartición de la malicia no dejaron ni el rastro por esta alma, y me grite: Idiota!
Entonces me estoy tomando mi tiempo. A veces agacho la cabeza con una lagrima, y muchas otras veces la levanto con una sonrisa silenciosa. Si, me hace falta mi gente, mis amigos, mis amores, los abrazos de los que quiero y a mi mamá para que escuche atentamente mis aventuras y desventuras.
Lo del Alemán? Será mas lento de lo que cualquiera se hubiera imaginado. Pero esa es la idea. No tengo que correr a ninguna parte, porque ya llegué. Luego correré seguro de vuelta a mi tierra. Donde hay raices, y cuando vuelva, grandes arboles. O pequeños.
Mientras tanto busco un lugar fijo para ubicar mi casa. Será seguro una habitación cualquiera en cualquier parte de esta gran ciudad. Que a cada vez que camino, se descubre diferente.
*** Quedo debiendo historias mas pictoricas. El mal internet no deja.
Hace un par de años visité Berlin de casualidad. Y la ciudad me encantó. Como, esos lugares, de “yo viviría ahi”. Pasa con grandes ciudades, montañas, casitas... Moví cielo mar y tierra, ahorramos mamá y yo, estudié Alemán, y tiré los dados. Todo mientras echaba raices en mi casa, en mi ciudad, en mi empresa, en mi amor. Todo eso junto. Porque somos seres contradictorios. Si, eso hace parte de vivir.
Nunca pensé en como sería la vida lejos. Venir es una terquedad, como me dijo un amigo. No tengo muchos planes, muchos deseos mas bien si. Una terquedad como las demás que han ido llenando mi vida, de cosas bonitas, de personas, de historias, de aprendizajes.
Me siento como cuando uno se arregla para salir en la noche para una gran fiesta, uno esta precioso y feliz, pero antes de salir, uno sale es, embola.
En mi ventana de hoy, se ven muchos árboles. Unos edificios al frente y el cielo que se va volviendo azul o gris. Tengo dos maletas revolcadas, un pc, una manzana y un durazno para comer. Me hubiera gustado haber traido una bata para venir del baño en ella y no medio embola. Pero ya ni me importa. Creo que me va a pesar mucho en mi equipaje de ahora en adelante.
Berlín es una ciudad increible. Todo el mundo viene de todas partes, hay cine, hay museos, esta la gente mas rara, mas loca, hay lugares que tienen colores muy bonitos y una paz, y me salen sonrisas a cada segundo. Hay bares y bares, y tiendas bonitas, y edificios con Okupas, y grafittis hasta mas no poder. Aquí piensan diferente, viven diferente. Mientras voy caminando me digo todo el tiempo esto, y miro a mi alrededor y sonrío. Sonrío mucho a pesar de todo.
Porque no veo sino gente extraña. Mi casa son mis cosas. Mi casa soy yo. Si, ya todos lo anunciaron pero asi son las cosas. Uno tiene que vivirlas y tomar de su propia medicina. Por lo menos me alegra estar cómoda conmigo hoy, ese era mi mayor miedo. Asi que venga lo que sea, las reglas tontas y no tontas de los alemanes. Las amabilidades y las groserias. Aunque a veces me provoque devolverme ni se a donde, solo correr y correr.
Lo dije en Medellin y lo vivo hoy. Yo me tomo mi tiempo para acomodarme, para entrar en confianza. Soy tímida y seria, y seguro el curso de la vida me seguirá enseñandome a ser mas liviana, mas jocosa y ojala no mas tonta. Asi a veces pareciera que a la repartición de la malicia no dejaron ni el rastro por esta alma, y me grite: Idiota!
Entonces me estoy tomando mi tiempo. A veces agacho la cabeza con una lagrima, y muchas otras veces la levanto con una sonrisa silenciosa. Si, me hace falta mi gente, mis amigos, mis amores, los abrazos de los que quiero y a mi mamá para que escuche atentamente mis aventuras y desventuras.
Lo del Alemán? Será mas lento de lo que cualquiera se hubiera imaginado. Pero esa es la idea. No tengo que correr a ninguna parte, porque ya llegué. Luego correré seguro de vuelta a mi tierra. Donde hay raices, y cuando vuelva, grandes arboles. O pequeños.
Mientras tanto busco un lugar fijo para ubicar mi casa. Será seguro una habitación cualquiera en cualquier parte de esta gran ciudad. Que a cada vez que camino, se descubre diferente.
*** Quedo debiendo historias mas pictoricas. El mal internet no deja.
sábado, 7 de agosto de 2010
De viaje!
Tengo una mesa de billar al lado. Una nevera de Cocacola de esas que en las películas se atrancan. Estoy en un hostal. Es decir por fuera de casa, desde hace mas o menos 3 días. Está será mi casa durante los próximos 10 y aun no creo que algún lugar de esta ciudad será mi casa por los próximos 6 u 8 meses.
Afuera hay un jardín con cabras. Unas mesitas para recibir el sol, aunque no haga ningún sol, y sea un día fresco. Si, fresco, como no se conoce en mis tierras, de principio a fin.
Los aviones me dan mucho desespero. Comprobado. Ademas del miedo que me da despegar, me siento en la nada y pierdo conexión con mis mundos. No hablo con nadie mas allá de lo necesario. Las piernas me duelen, el culo un poco. Hace un clima mediocre que hace que uno siempre tenga frío y calor. Fuera de eso, saber que en camino vienen dos maletas gigantes y que siempre falta algo por recorrer. Y que cuando uno llega, uno no está en casa. Eso ni por muchas mastarcards se mejora. Así es.
Pero todo eso porque quise, entonces me río de pensar que es absurdo que los pilotos manejen uno avión en la noche si no se ve ni forro. Veo el niño del lado dormido y con la boca abierta medio muerto y hasta envidia me da. Yo, que me quedo dormida parada y hasta manejando, no puedo dormir en un avión!!!! es una pesadilla!
Y eso que tenía sueño por no dormir mucho la noche anterior.
En Madrid mientras esperaba compre la Guia Lonely Planet de Berlin en español. Yo se que la idea es aprender alemán, pero sabía que si esperaba a comprarla en Alemán se iba a quedar guardada. Mientras esperaba el avión me quedaba dormida. El mal genio de no poder dormirme, hizo que en el avión a Berlin durmiera a pesar que estuvimos parados como una hora esperando una gente que nunca llegó. Luego uno siempre se despierta cuando pasan con el carrito vendiendo la comida y la señora procedente de España del lado, le grita a su combo viajero que esta distribuído por todo el avión que qué quieren comer. Descubro que a ella como a mi le dan miedo los aviones. Y siento algún tipo de simpatía. De todas formas era una gritona que no me dejó dormir.
La ventaja es que un amigo, me recoje en el aeropuerto y que decidimos cojer un taxi que cuesta 23 euros porque el clima está muy podrido. El hostal queda cerca al Museo Judío en el barrio Kreuzberg, creo. Son varios edificios, 2 o 3 creo, con habitaciones y baños comunes. Me sale mas barato porque mi amigo @camilo_villa vive aqui hace 4 meses y a sus amigos nos hacen descuento. Asi que por 15 euros tengo hasta desayuno!
Y que hace uno cuando llega y deja las maletas? Pues volver a salir. Caminamos un poco y llegamos a tomarnos una cerveza gigante y luego un currywurst. La wurst es la salchicha, el curry una salecita naranjadita que se le echa a la salsa de tomate sobre toda la salchicha. Muchas papas fritas y mayonesa. Y ahi la salchipapa alemana que tanto me gusta.
Con la cabeza dando vueltas y habiendo dormido tan poquito, el mareo del viaje y del medio litro de cerveza, volvimos al hostal y a dormir.
Esta mañana me desperté en contra de mi voluntad para poder ir a desayunar. Los mejores desayunos son los de los hostales. Pero me aguanté las ganas a todas las delicias y comí mas bien poco. Aquí estaré otros días.
Fui a comprar una toalla a un almacén que ví anoche. Casi que no las encuentro, y además parecía una locación de la tercera parte de la resurrección de los muertos vivientes. Todo el mundo compraba como zombie la promoción del día. Y eran muchas. La costumbre es que nadie le empaque nada a nadie y no hay bolsas plasticas. Así que metí la toalla rosada en la cartera.
A la salida vi un buen hombre, anciano, con un puestecito de periódicos. A pesar de haber visto ya el puesto de revistas y periódicos, pensé en los vendedores de Medellin y fui a preguntarle cuanto costaba 1 periódico. Me dijo algo que por supuesto no entendí y seguí preguntando por 1 solo periódico. Pues si, que estaba ofreciéndome la suscripción de 4 semanas. Ja! pude decirle que no me quedaba en Berlin. Me pregunto que de donde era, y respondí: Kolumbien! dijo algo que no se que fue, sonreímos y me regaló el periódico.
Por alguna razón la gente me pregunta y me dice cosas. Lo mismo paso en el almacén con una noticia de no se que muertos, que una señora con cara de espanto me pregunta que de que iban las noticias. Y le dije que ni idea.
De vuelta en Sábado mucha gente por la calle. Muchas bicicletas, el mercado turco, algún vendedor de cosas de segunda. Mucha gente en bici y yo digo, que quiero una.
Me digo todo el tiempo que estoy aquí para quedarme. A ver si caigo en la cuenta.
El internet del hostal es medio pelle. Vienen muchas cosas a las que tengo que acostumbrarme.
Pero de una a la vez.
Así, de viaje.
Afuera hay un jardín con cabras. Unas mesitas para recibir el sol, aunque no haga ningún sol, y sea un día fresco. Si, fresco, como no se conoce en mis tierras, de principio a fin.
Los aviones me dan mucho desespero. Comprobado. Ademas del miedo que me da despegar, me siento en la nada y pierdo conexión con mis mundos. No hablo con nadie mas allá de lo necesario. Las piernas me duelen, el culo un poco. Hace un clima mediocre que hace que uno siempre tenga frío y calor. Fuera de eso, saber que en camino vienen dos maletas gigantes y que siempre falta algo por recorrer. Y que cuando uno llega, uno no está en casa. Eso ni por muchas mastarcards se mejora. Así es.
Pero todo eso porque quise, entonces me río de pensar que es absurdo que los pilotos manejen uno avión en la noche si no se ve ni forro. Veo el niño del lado dormido y con la boca abierta medio muerto y hasta envidia me da. Yo, que me quedo dormida parada y hasta manejando, no puedo dormir en un avión!!!! es una pesadilla!
Y eso que tenía sueño por no dormir mucho la noche anterior.
En Madrid mientras esperaba compre la Guia Lonely Planet de Berlin en español. Yo se que la idea es aprender alemán, pero sabía que si esperaba a comprarla en Alemán se iba a quedar guardada. Mientras esperaba el avión me quedaba dormida. El mal genio de no poder dormirme, hizo que en el avión a Berlin durmiera a pesar que estuvimos parados como una hora esperando una gente que nunca llegó. Luego uno siempre se despierta cuando pasan con el carrito vendiendo la comida y la señora procedente de España del lado, le grita a su combo viajero que esta distribuído por todo el avión que qué quieren comer. Descubro que a ella como a mi le dan miedo los aviones. Y siento algún tipo de simpatía. De todas formas era una gritona que no me dejó dormir.
La ventaja es que un amigo, me recoje en el aeropuerto y que decidimos cojer un taxi que cuesta 23 euros porque el clima está muy podrido. El hostal queda cerca al Museo Judío en el barrio Kreuzberg, creo. Son varios edificios, 2 o 3 creo, con habitaciones y baños comunes. Me sale mas barato porque mi amigo @camilo_villa vive aqui hace 4 meses y a sus amigos nos hacen descuento. Asi que por 15 euros tengo hasta desayuno!
Y que hace uno cuando llega y deja las maletas? Pues volver a salir. Caminamos un poco y llegamos a tomarnos una cerveza gigante y luego un currywurst. La wurst es la salchicha, el curry una salecita naranjadita que se le echa a la salsa de tomate sobre toda la salchicha. Muchas papas fritas y mayonesa. Y ahi la salchipapa alemana que tanto me gusta.
Con la cabeza dando vueltas y habiendo dormido tan poquito, el mareo del viaje y del medio litro de cerveza, volvimos al hostal y a dormir.
Esta mañana me desperté en contra de mi voluntad para poder ir a desayunar. Los mejores desayunos son los de los hostales. Pero me aguanté las ganas a todas las delicias y comí mas bien poco. Aquí estaré otros días.
Fui a comprar una toalla a un almacén que ví anoche. Casi que no las encuentro, y además parecía una locación de la tercera parte de la resurrección de los muertos vivientes. Todo el mundo compraba como zombie la promoción del día. Y eran muchas. La costumbre es que nadie le empaque nada a nadie y no hay bolsas plasticas. Así que metí la toalla rosada en la cartera.
A la salida vi un buen hombre, anciano, con un puestecito de periódicos. A pesar de haber visto ya el puesto de revistas y periódicos, pensé en los vendedores de Medellin y fui a preguntarle cuanto costaba 1 periódico. Me dijo algo que por supuesto no entendí y seguí preguntando por 1 solo periódico. Pues si, que estaba ofreciéndome la suscripción de 4 semanas. Ja! pude decirle que no me quedaba en Berlin. Me pregunto que de donde era, y respondí: Kolumbien! dijo algo que no se que fue, sonreímos y me regaló el periódico.
Por alguna razón la gente me pregunta y me dice cosas. Lo mismo paso en el almacén con una noticia de no se que muertos, que una señora con cara de espanto me pregunta que de que iban las noticias. Y le dije que ni idea.
De vuelta en Sábado mucha gente por la calle. Muchas bicicletas, el mercado turco, algún vendedor de cosas de segunda. Mucha gente en bici y yo digo, que quiero una.
Me digo todo el tiempo que estoy aquí para quedarme. A ver si caigo en la cuenta.
El internet del hostal es medio pelle. Vienen muchas cosas a las que tengo que acostumbrarme.
Pero de una a la vez.
Así, de viaje.
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jueves, 5 de agosto de 2010
Recuerdos y sonrisas
Me escribieron hace un tiempo, como si fuera ayer. (Mi amor, mi amor)
"Las sonrisas son para todos los días. Y las prefiero antes que las rosas que son efímeras. Te amo hoy. Te sonrío, esperemos, para siempre"
Ojalá. Ojalá. Hasta que el último suspiro se nos acabe. Y siempre en el corazón.
"Las sonrisas son para todos los días. Y las prefiero antes que las rosas que son efímeras. Te amo hoy. Te sonrío, esperemos, para siempre"
Ojalá. Ojalá. Hasta que el último suspiro se nos acabe. Y siempre en el corazón.
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