Cuando uno está
en Colombia cree que cualquier otro país puede ser mejor en materia
tecnológica. Uno en Colombia pelea porque la conexión es intermitente, porque
los planes de internet móvil son caros, porque se demoran 3 días en hacer una conexión
nueva de internet. A veces se cae la red de la casa o de la oficina, es decir, muy
frecuentemente. El call center de los proveedores de servicio parecen ser
siempre una mierda. Y entonces uno cree que el internet siempre puede ser
mejor. ¿Pero cómo? Y ¿en dónde?
Entonces llega
uno a Alemania. La experiencia de internet no es solamente relacionados a temas
de conexión, sino también de usos y restricciones. Y no siempre, o mas bien, no
es agradable.
Debo decir que lo
que uno piensa de Alemania es que es un país tecnológicamente muy avanzado.
Y lo es pero en otro términos. No dudo
de su potencia técnica en términos de tecnología pesada. Pero en términos de
tecnología de consumo masivo es otro asunto, por lo menos hablando del consumo.
Es frecuente por ejemplo y en Berlin, que uno en la calle encuentre gente usando
teléfonos móviles realmente viejos. ¿Se acuerdan de los Nokia que aun no tenían
simcard?
Muchos conocidos alemanes tienen teléfonos que
solo se usan para llamar. Probablemente también usen los mensajes de texto y
muchos de ellos no tienen un plan con minutos ya pagos, sino que usan servicios
prepago, que pueden ser más baratos y que no los atan a contratos de dos años,
que normalmente son obligatorios. Se lo he preguntado a algunos alemanes, por
qué no tienen nuevos teléfonos y responden que ese que tienen, aunque es viejo
(digo yo, viejísimo!) todavía funciona: -"Esos nuevos teléfonos son
carísimos. Yo solo quiero llamar, y la posibilidad de que me puedan estar
ubicando en todas partes y por todos los medios, como con esos teléfonos con
internet, mejor no". Eso sin contar, la imagen que tienen del teléfono
inteligente, en la que se guarda la vida entera, y la fragilidad que se ve en
ello. (Dicen, "si se rompe, si se lo roban", y eso que aqui no se
pierde una aguja). El escepticismo de los
alemanes respecto a usar nuevas tecnologías es muy fuerte: tienen miedo de
tener contratos con multinacionales, tienen miedo de ser controlados, tienen
miedo de ser rastreables y le huyen a las posibilidades de que su
comportamiento de consumo sea utilizado por las grandes compañías y así sean
objetivo fácil de sus ofertas.
Entonces ahí
empieza la experiencia. Muchos no saben que es twitter, y si saben muchos, o la
gran mayoría, no saben para que sirve. Y luego Facebook, que en nuestros países
latinoamericanos tiene un crecimiento acelerado y aquí se usa exclusivamente
para lo necesario. Y luego la discusión de Google Street view en la que los
alemanes pidieron a Google el blur de sus edificios, rostros o autos.
También el mito del Free WiFI, o W-LAN como se le
llama aquí se cae a pedacitos. Muchos veces en los cafés hay que pagar 1euro
para usarlo. Y si uno se conecta a la luz, puede que también cobren de mas. Y
cuando hay hotspots en la calle, hay que pagar casi siempre. Por no decir que
siempre. Los clientes de Deutsche Telekom, en móviles y/o telefonía fija, tienen
las mejores ventajas, pero pagan los precios mas altos del mercado. Digamos que
50 euros al mes, por internet, y no se cuanto por servicio de datos móviles. Y
con esto, tendrían acceso a un Hotspots en la calle.
Está claro la
dificultad del idioma. Intente hacer un contrato de internet o de teléfono
hablando inglés. Se chocará con la burocracia que la mayoría de las veces tiene
un inglés deficiente. Entonces inténtelo en Alemán, y se dará cuenta que lo que
usted dice en el teléfono es escasamente escuchado pero sobre todo poco
entendido. (Eso por supuesto no es culpa del sistema, sino del inmigrante)
Ahora, cuando se
contrata el internet para la casa, digamos que lo hace con uno de los
proveedores mas baratos. Alice (de Telefonica, equivalente en telefonía a O2).
Uno va a la tienda y con sus datos, pasaporte y Anmeldung (registro de
residencia en la ciudad en la que uno está) es posible solicitar el servicio.
Hay que pagar entonces, la instalación del modem que es entre 40 y 70 euros,
dependiendo si el modem es inalámbrico o no. Entonces luego llega una carta por
correo físico (en unos 10 dias) (aun asi uno haya pedido que se comuniquen por
email) con la confirmación del servicio solicitado. Puede que ahí le avisen a
uno que solo puede realizarse el contrato si se pagan 200 euros de fianza. O si
uno tiene suerte y no es un estudiante tercermundista (le llaman a eso Bonitätsprüfung, algo como
credibilidad de pago) puede que confirmen la instalación en aproximadamente 10
días. Además avisan que el modem, no llega con el señor instalador, sino que
llegará por correo en algún momento antes o después también que el técnico haga
la instalación.
Yo tuve muy mala
suerte la última vez que contratamos el internet y tardó de agosto a noviembre
el proceso. Todo porque el modem no era entregado en nuestra casa por problemas
de dirección. Y cada vez que llamábamos al call center o íbamos a la oficina el
problema no tenía solución: el modem no podía ser enviado mas que a una dirección
fija. Y no podía ser recogido en alguna parte ni llevado a casa por el
instalador. Wahnsinn! (Qué locura!!!) Finalmente a nosotros se nos ocurrió la
idea, después de no entender varias veces muy bien que pasaba preguntar si se podía
enviar a otra dirección y finalmente llegó el modem tres meses después.
Digamos que la
velocidad no es muy alta. No es descrestadora. Las llamadas de Skype se caen
frecuentemente y las pelis tardan un tiempo en cargar.
Además hay que
decir que en Alemania hay que pagar impuestos por tener internet y que a través
de este, se acceda a la televisión y a la radio. (Como la television y la radio
son medios públicos, se financian a través de los impuestos que pagan los
usuarios así vean o no esos canales). Una vez uno se muda a una casa, le llega
sus tres cartas correspondientes de que uno tiene que pagar impuestos por tener
un TV, una Radio o simplemente un Celular o computador con conexión a internet.
Uno puede ignorar la carta, o tener la mala suerte de que el cobrador llegue a
casa y toque la puerta un viernes a las 9pm, y uno abra y lo primero que vea es
el modem de internet. Y así fue que no pude evadir los impuestos. Y eso que dije que no tenia radio ni teléfono inteligente con internet. Si uno tiene
buena suerte, puede que nunca pague y no pase nada.
Saber que ahora pago impuestos
por el internet y no puedo ver un Youtube decente y cuando lo logro está lleno
de publicidad. Que no veo la TV alemana porque es aburrida y porque no hay muchos servicios de streaming. Y ahora descubrí que no puedo ver ni siquiera la señal de Caracol TV. Está restringido...
Pero eso y mas va para la segunda parte de este post.