Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

domingo, 29 de marzo de 2009

La almohada

Prendo una luz y veo que afuera esta igual de prendido que antes. Probablemente fui la única que no prendí la luz, en los edificios que rodena al mio. Que no haya luz me dan ganas de que el mundo se acabe. Me deja sola con mi cabeza y mis miedos. 45 minutos en silencio hasta que suene el teléfono desde España.

No tener luz dan ganas de estar a oscuras siempre, andar con la luz de la luna y no ser parte de esa energía eléctrica que probablemente sea el descontrol del mundo de hoy. Como dice Carlos Gardel, el mundo probablemente sea igual de malo desde el 506 hasta el 2000 también, y de ahí para delante, digo yo, no creo que mejore mucho. Lo que no sabía el tanguero que murió antes de verlo, menos mal, es eso, y que decir que los mayas creían que en el 2012 el mundo se va a acabar.

A veces hay luces pero en apariencia no son suficientes.

Me acuesto, una luz apagada, dos, tres. Apago esta pantalla, prendo una vela. Apago la vela. Pongo mi cabeza en mi almohada, conectarme de nuevo con los sueños. Que estoy buscando, una mujer, hay algo por solucionar. Menos mal en mis sueños las cosas son terriblemente fantásticas y casi siempre sueño con nuevos personajes lejos de la realidad. Aunque a veces las pesadillas llegan de amores que me dejan.

Soñaba a veces que el mundo se acababa y yo no podía huir del fin del mundo.

Quedo en silencio un segundo. Repito una frase amuleto para ver si dejo de pensar pensamientos y la frase agobia mi cabeza. Si supiera algo de yoga haría algo, pero me falta personalidad.

Hago la lista de cosas, el corazón otra vez en la mano, sucede cuando me siento sola, y cuando efectivamente e estoy sola. Otra vez hago una lista pero de personas. Luego pienso en llamar a los viejos amigos y pienso en mi exceso de trabajo y recuerdo que al mundo no le caen bien la personas ocupadas. Y yo que digo que ser independiente es de lo más divertido: más trabajo, más diversión. Y recuerdo que no me gusta que la gente me diga que soy muy ocupada. Entonces para que llamar. Porque al final cada uno siempre está ocupado con su propia vida, ¿de que me acusan?

Me quedo dormida y el teléfono suena. Demonios, no era para mí, y pensé que valía la pena romper el silencio y el sueño si era para mí. Pero no. Una novia perdida buscando a su novio, como tantas veces lo he hecho, pero yo no era la novia y nadie me buscaba a mí.

Vuelvo de nuevo al silencio, muevo mi pie derecho a ver si el sueño vuelve pero pareció desvanecerse en ese sueño rápido de 10 minutos. Tengo una canción en la cabeza, como una maldición por haber trabajado mucho. Me gusta dormir acurrucada. Pero quería sentirme libre. Sentir incluso un poco el frio y la corriente leve de aire que entra por la ventana porque no cierra bien. Entonces puse mis brazos hacia arriba, hasta que sentí que la sangre bajaba muy abajo y los volví a poner abajo. Volví a pensar que mi almohada es la conexión con mis sueños, y que morir probablemente sea eso.

Recordé otra vez que morir debería ser una razón para vivir mas

Pero me volvió a dar tristeza.

Y luego recordé las cosas bonitas. Fui por una cerveza a ver si el ánimo mejoraba antes de prender la luz y alguien se tomo las últimas que quedaban. No hay más remedio que prender esta pantalla y poner mi cabeza en estas teclas.

A ver si algo fuerte para tomar o algo dulce para comer en la cocina.

miércoles, 25 de marzo de 2009

25 años

Dicen que 20 años no es nada. Yo decía que después de los 50 no había nada que hacer, y mis papas cuando cumplieron sus respectivos 50´s me di cuenta que todavía estaban jóvenes.

Y que decir de los 25. Que pensé que ya estaba muy grande y me compre un reloj mas serio, me puse colores en el pelo, para estar ahora desteñido. El reloj es como cualquier otro y a veces pienso que 25 es todavía estar muy joven, que que será cuando tenga 30.

Yo digo que 25 ya son un montón de historiecitas.

Y en los días en los que me acuesto con las cosas en la cabeza, cuando las responsabilidades a las que me he metido por pura voluntad me pesan mas de lo debido, de lo disfrutable, digo, demonios porque me metí en esto, o en aquello.

Que la rutina me puede a veces. Que no consigo tomarme las dos pastillas diarias. Que olvido para donde iba, que olvido y recuerdo como si el mundo volviera a iniciarse a cada segundo.

Que me siento a escribir con los audífonos puestos, o con el corazón en la mano y las lágrimas en los ojos.

Que me cuesta mi silencio, como leí hoy en el metro que decía Fernando Gonzáles, que el silencio es una conquista, que mas que un castigo es un desprendimiento. El silencio de las pasiones de adentro. Que entonces yo no puedo dejar de decir, que siempre lleno los silencios, todos. Yo, que mi camino en la vida trabajando. Y que sí, eso me da disfrute, me da energía, me da adrenalina, me da el amor, los amigos, el mundo, las aventuras.

De pronto desde que pensé en que demonios hacer en la vida, mi trabajo y mis placeres se juntan, se confunden, no pueden separarse.

Hoy recordamos en familia lo que mi papá inicio hace 25 años. De pronto en eso me parezco a mi papá. En su amor por el trabajo.

Entonces escribí:


“Hace 25 años nací yo. Hace 25 años vivo en el mismo lugar, hace 25 años existe Multitel.

Unos años muy bonitos.

25 años de llantos, sonrisas, alegrías, miedos, éxitos. Muchos recuerdos, muchas historias.

Mi papá decía que el había iniciado Multitel con la cedula. Que a cambio de quedar sin trabajo inició esta aventura que llamó Multitel.

Yo decía: Mi papá trabaja en Multitel GTE. Yo decía que mi papá vendía teléfonos. Y yo que dije cuando mi papá se murió que ser independiente era muy difícil. Que nunca iba a hacer empresa.

25 años después de iniciada la aventura estoy haciendo empresa, como filosofía de vida. Y Gabriel, y Santiago también.

La semilla de Multitel quedó en nosotros.

Y que es hacer empresa?

Es una apuesta social y familiar. Social, en la medida de la generación de empleo, y familiar porque al final todos los que estamos aquí presentes somos una familia. Una familia que ha hecho aguante, ha puesto energías, dedicado su vida, sus años, sus días. Hemos visto como nuestras familias crecen, hemos visto como envejecemos. En el bonito sentido de la palabra.

Multitel hace 25 años vendía teléfonos. Hoy, ofrecemos servicios. La tecnología ha cambiado así. Los tiempos ya no son los mismos. Las personas ya no son las mismas.
Entonces Mi papa inicio Multitel con la cedula. Luego que cerraron las importaciones, no entiendo muy bien Multitel que hacia. Reparar los teléfonos que antes había vendido. Luego encima de mi pieza sonaba la impresora de cinta “nsnsnsnnanñañañañañ” noches enteras. Mi papá imprimía la licitación de ISA. La buena noticia por allá en el 91 o 92 fue haberla ganado. Y yo lo recuerdo así, cuando mi papa a la hora de la comida nos contaba que la licitación de Conavi también la habíamos ganado, y eso que Conavi ya no existe, ya no quiere a la gente y nos hacen creer que todo puede ser mejor. Fue por esos años que empezamos a vender Northern Telecom. Mi papá soñaba ir a Canada, conocer esa gran empresa. En esos años Jaime Velasquez, entró a Multitel, mi papá contaba que Jaime hablaba de “Man” y “parce” y todo. Jaime y sus niños han crecido con Multitel. Ya no son unos niños. Llego John Jairo, que yo me acuerdo que viajaba mucho con Conavi por todo el país. Sonia. Camilo. Muchos llegaron y ya se fueron. Otros continúan aquí, y por eso celebramos juntos. Porque aquí estamos. Estamos todos, menos el.

Mi papá intentó muchos negocios. Logró la distribución de Nortel, y me acuerdo que leímos el contrato juntos. En Inglés yo le ayudaba a traducir. En esos años se pedía distribución exclusiva. Como han cambiado los tiempos. También intentó con los celulares. Tiempos de Voz a voz y teléfonos celulares paneludos de medio millón de pesos el mas barato. Intentó otros negocios menos afortunados, y la verdad el decía que si uno era vendedor de tomates no podía ponerse a vender aguacates.

En medio de las noches nos contaba nuevas ideas, nuevas tecnologías. Nuevos negocios que buscaba cuando las cosas no tenían buenos colores, cuando adentro seguro se moría pensando en las deudas, los impuestos, las entregas, los pedidos, las negociaciones, las familias, en todos y cada uno de los que trabajaban a su lado.

El nunca perdió la fe. Mi papá fue un visionario de la tecnología. Conocía el negocio, lo sospechaba, lo olía. No le alcanzaron las fuerzas para ver un negocio movido en el servicio, en el software, una vida regida por Internet y los teléfonos móviles.
Cuando yo dejé de estudiar Negocios Internacionales el supo que ninguno de nosotros trabajaríamos aquí. Pero ya ves, papá, lo que hicimos fue seguir tu ejemplo. Tener empresa propia.

Esta empresa de alguna manera pertenece a todos los que estamos aquí. Mi papá siempre lo pensó así. Que en la medida en que uno entrega la vida, o parte de ella a una organización, esa organización termina siendo parte de uno.
No le alcanzó la vida para ver 25 años cumplidos. Su mayor legado para el mundo, para su mundo, fue Multitel. Cuantos años mas vendrán? Esa es una misión de los que estamos aquí presentes.

Con esta herencia de vida, yo lo único que puedo hacer es recordar, y decir que hacer empresa en este país es una posición legalmente en desventaja. Lo único que permite que empresas como Multitel cumplan 25 años, y muchos mas esperemos, es la fuerza de cada persona que hace de esta oficina su casa de todos los días.”


No importa si esto esta largo o no. Si usted leyó o no.

En días buenos y malos, todavía no tengo duda que el camino es ser independiente.

Y eso se lo puedo agradecer a mi papá que no tuvo la fortuna de vernos de 25 años.

martes, 24 de marzo de 2009

Felicidad

Había materas por montones, animalitos caminando por el piso, el cielo estaba tan blanco que parecía que no existiera y estaba dormida soñando con los príncipes azules y los sapos de los cuentos de hadas. Las matitas había que regarlas, echarles aguita, agua lluvia recogida en cada día de lluvia, y hablarles, y decirles mis sueños. Había una chimenea para que los sueños malos, para ver el fuego encender y llenar de calor. El techo era transparente para ver la luna llena y el baño era al aire libre para bañarse con el sol. Al frente estaban todas las montañas verdes, los cielos grises, los árboles de colores, mas atrás no se ve mucho pero seguro están las montañas una tras otra inacabables, llenas de árboles y animales seguro fantásticos. Todas las mañanas el príncipe de mis sueños se despierta a mi lado, me da muchos besos, me calienta el chocolate, me abras las ventanas para que entre lo fresco de cada día, el zumbido de las abejas. Mi príncipe azul me abraza otra vez porque no quiero despertar de mis sueños, me dice cosas bonitas al oído, cositas dulces, cositas suaves. Podría desde la casa brincar hasta el mundo y sobrevolar las montañas y ver debajo todo lo que hacen los otro, porque yo estoy aquí arriba soñando entre la casa que están en el aire, arriba de las montañas, debajo de cielo, mas cerquita de la luna y de las nubes que se mueven rápidamente trayendo y llevando las tormentas, ocultando y dejando ver el sol. Es suavecito estar aquí con mi príncipe azul, quisiera no tener salir de estos sueños verdes calientitos y agradables.

viernes, 20 de marzo de 2009

Demotix y el periodismo ciudadano


Yo me acuerdo cuando el NY Times sacó su portal web. También me acuerdo que emocionada fui a buscar las noticias y pedían un registro haciendo un pago, de una cerré la ventana.

También me acuerdo cuando en Colombia hubo una discusión sobre si los periodistas debían tener un título universitario o no. Y si el que no lo tuviera podía llamarse periodista.

Luego Google sacó Google News y las noticias pagas fueron un fracaso.

Luego con el boom del Internet, con el que crecí, me eduqué, aprendí, con el que trato de trabajar, en la red 2.0 para enriquecer el oficio de la vida real. Incluso cuando estudiaba artes y debí estar metida en un taller 200% del día, siempre la red ocupó un lugar importante. Entonces aparecieron los blogs en Internet y luego en mi vida. Un blog para escribir, para sentir, para expresarme. Para decir. Así no tenga muchos lectores, o más bien sean pocos, y eso no me da susto ni me apena, más bien agradezco a los que pasan por aquí y se dejan cautivar con todas mis subjetividades.

Con Juan David Escobar, El reticente, mi vida bloguera se ha ido intensificando. Uno al lado del otro hemos encontrado en este medio una voz, que puede ser escuchada y que puede tener importancia. Una voz que creímos nunca iba a ser importante (a título personal), algún día pensamos eso (ya no). Seguro por eso me dedico a este oficio, el audiovisual, el de contadora. Porque me permite decir y hablar ante un espectador que recibe sin mayor dificultad lo que pienso de este mundo.

Por ahí veo a los Blogstars, y yo no se si quiero ser una blogstar, los leo, les comento, ellos incluso lo hacen, aprendo de ellos, miro qué hacen y qué no hacen, me pregunto que quiero hacer yo. Me pregunto a veces si de este oficio de tener una voz propia, se puede vivir, mas que hacer una fortuna (porque vivir es lo que me interesa). Pero las preguntas sobran cuando se va caminando y se va haciendo, cuando ser blogger hace parte ya de una forma cotidiana e íntima de la vida.

Y de los bloggers y de Internet surgen los periodistas ciudadanos. La caída de las torres gemelas fueron registradas por videograbadoras caseras, cámaras digitales, celulares. El ciudadano, el que no tiene título, es el periodista de hoy, pero sobre todo porque como no está atado a ninguna institución y vive la cotidianidad sin estar al tanto y a la obligación de las grandes noticias, tiene contacto con las historias reales. Las historias que también son noticia.

Por eso Juan David y yo tenemos un blog juntos, "Cosas que tengo adentro" es un FOTO blog. Juan dice que es un blog que todavía no es afortunado. Yo digo que lo es, en la medida de su disimulada presencia en esta ciudad, que está perdido en una nube de blogs, pero que la verdad no está tan perdido. Además es una apuesta de la fotografía cotidiana, mas allá y acá de ser profesionales o no.

¿Y que hay ahí? Pues, pensamientos de adentro con las fotos de las cosas que vemos. Juan y yo andamos siempre con una cámara en la mochila. Y llenamos esas memorias de cosas que vimos bonitas y, a veces, quedan bonitas. Y eso hay en ese blog. Las cosas que hay adentro, y que las sacamos para no olvidar los lugares por donde vamos caminando y contar los viajecitos que hacemos.

Y bueno, por las vueltas de este mundo con mas nudos que un pañuelo, conocimos a Demotix: un sitio de fotoperiodismo ciudadano. Llegaron al Blog de Juan David y luego a Cosas que tengo adentro. Y nos invitaron a participar de Demotix

Entonces haciendo uso del inglés, nos registramos, investigamos, miramos las fotos de otros fotoperiodistas. Vimos su historia. Entendimos su filosofía. Vimos que es una comunidad de ciudadanos, y que pone al alcance de los grandes medios, lo que los ciudadanos de hoy hacen con la tecnología: contar el mundo.

Hoy me llegó de Demotix un correo: "Demotix makes the front page" (Demotix tiene su primera, primera página). Increíble.

Para creer en Demotix hay que leer: "dos principios clave: la libertad de expresión y el derecho a saber"

Apostar por el trabajo de la gente común y corriente, como Juan y yo. Qué bien.

Al final lo que estamos haciendo en "Las cosas que tengo adentro" va resultando con lo esperado e inesperado.

Claro que si, pronto ElReticente y Multitasking tendrán sus fotos en Demotix.

jueves, 19 de marzo de 2009

Mujer y Tiempo

Hoy descubrí a Aura López.

“Necesitamos entender que asumir el cuerpo, y las íntimas decisiones que de él surgen, es el comienzo indispensable para asumir el mundo, y constituye la forma más definida del derecho a la vida. Porque no podemos contentarnos con la vida a secas. Es necesario preguntarse qué clase de vida y para qué.... En la medida en que tomemos conciencia de nuestra propia libertad para decidir, las mujeres estaremos cambiando el mundo. Y cuando el mundo cambia, las leyes naturalmente cambian también. “

“Esta posesión del cuerpo no es, ni mucho menos, una simple actitud intimista, reducida al ámbito individual, la pequeños territorio que marcan los límites de la piel y de la sangre. Trasciende esos límites porque al asumir su cuerpo, la mujer está cambiando el mundo. Y cambiar el mundo es un acto político”

Una mujer nacida en 1933. Tanta lucidez en tantos textos, desde hace tanto tiempo. Una lucha de mujeres que no me tocaron a mí, pero que inevitablemente las heredo, por los tiempos que me tocaron a mí. Sin embargo, como dice Aurita, hay que seguir luchando, porque la lucha de las mujeres, no dejará de existir hasta cuando seamos también personas.

Tomado del libro “Mujer y Tiempo” de Aura López

domingo, 15 de marzo de 2009

Porque me gustan los finales felices

Estoy sentada en una silla de mierda. Escribiendo en un computador que no es mío. Llevo un día entero con el corazón a mil, con una desazón absurda, y tengo dolor de cabeza producto de una sinusitis crónica que no se cura porque yo no hago nada al respecto. Pero al final soy una optimista empedernida y tengo que aceptarlo me gustan los finales felices.

5 veces al día reviso mi correo esperando correos. Esperar emails podría ser la esperanza del mundo de hoy. Si te llegan correos, alguien por cualquier motivo en alguna parte del mundo piensa en ti. Abro el correo y no hay ningún correo. No hay nadie para chatear. Es decir estoy sola. Eso pasa un sábado a las 12:33 am. Todo el mundo debe estar de fiesta y yo, yo estoy sentada frente al pc, lanzando palabras al teclado. Pero soy una optimista, porque siempre espero que en el Inbox haya algún correo que por supuesto no sea spam.

Yo odiaba el pescado. Y en el colegio todos los viernes de cuaresma el almuerzo era pescado. O era tan optimista que de mi salón al comedor iba el camino repitiendo: por favor que no haya pescado. Pero por supuesto siempre había pescado. Un pescado horrible sobre el plato. A los 8 días hacía lo mismo porque esperaba que mi chuchito o la virgencita por favor! No dejaran que el pescado llegara a mi plato. Creía que algún día habría un milagro.

Y soy tan optimista que el día que mi papá se estaba muriendo, le dije a mi hermano en el teléfono y creyéndolo firmemente que 1 posibilidad en 9, era una gran posibilidad. Y luego cuando estaba en la sala de espera porque a mi papá le abrían el pecho para revivir su corazón, le pedí al de arriba que por favor hiciera lo mejor para mí. Yo lo decía creyendo que lo mejor era que mi papá no se muriera. 5 minutos después llegó el médico diciendo que nada se había podido hacer. Ese no fue un final feliz, ese no fue ningún milagro y dejé de pedirle desde ese día cosas al de arriba. Porque ese día él me había hecho una mala jugada.

Sin embargo, y a pesar de que mi papá, lo más importante en mi vida se había muerto, es decir, yo ya no tengo papá, he pensado que lo mejor fue que mi papá se muriera. Ese año fue una de los años más horribles, y sin embargo, uno de los mejores de mis años recientes. Es que como digo, soy una optimista empedernida.
Eso si, yo de idiota no tengo un pelo.

Y lo digo, optimisticamente hablando.

Yo se que la vida es una mierda. O sea, lo que tengo seguro es que lo mejor es morirse. Que ese es el gran premio que la naturaleza le da a uno: si uno tiene que levantarse todos los días, ser adulto, trabajar, luchar, sufrir, reír, y demás, lo mejor, sería morirse. Ese día ojalá fuera el día más feliz del mundo (del mío). Pero no. Morirse es negro, morirse es triste. Morirse es socialmente pesimista y yo, pienso que es absolutamente optimista. Que más le falta a uno en la vida, sino es, morirse. Y no hay que hacer muchos esfuerzos, ¡finalmente! ¡Ninguno!

Por eso no hago ninguno, esperaré en la vida morirme, algún día, ojala así, de repente como mi papá. Sin mayores esfuerzos. Y eso sí, que mi muerte no sea escandalosa. Tranquila, silenciosa.

El problema de ser tan optimista es que uno pasa por idiota. Lo que no saben los otros, es que no hay más remedio. El optimismo podría ser entre otras cosas, el mayor pesimismo de todos. Es poner TODA la esperanza en cada segundo. Y agotarse TODA a cada segundo.

A veces quisiera no esperar nada.

Pero siempre espero y a veces, muchas, salgo derrotada.

Pero vuelvo a esperar.

Por eso será que me gustan las películas. Las de ficción para una noche de sábado después de tener el corazón en la mano y el hueco en el estomago. Para olvidar que estuve derrotada, y creer así sea por 10 segundos en un final feliz.

Porque como la vida que a veces se parece a una película, y las películas que nacen de la vida, puedo estar ahí llorando y sabiendo que no es real, o riendo y sabiendo que no es real. Porque adentro rio, o adentro lloro. Dos caras de una misma moneda. Y porque no. Si las monedas siempre tienen dos lados.

Por eso creo radicalmente en los tonos de grises. Porque yo rompo hasta mis propias reglas optimistas, y así, ni puedo ser 100% blanco ni 100% negro. Eso sí puedo decir que alguna cosa siempre falla y que por eso mejor me resguardo en lo único que puedo hacer: ver lo bueno hasta de lo más horrible.

Eso sí, de mi, que no tengo ni un pelo de idiota, no esperen salidas triunfantes ni carcajadas en vez de llantos. Puedo salir con la cabeza gacha, y lo ojos llorosos. Seguro que sí.

Puede que vaya por la playa y haga una llamada que no quería hacer, pero la hago, porque no quiero sentirme mas así. Paso al lado de una chaza de un señor que probablemente sea un optimista empedernido como yo. Le dice a las señora gorda que pasa, que vea que pa´ endulzarle la noche el marido. Yo me acerco, le digo que vea, que pa´ reconquistar un novio perdido. Me ofrece las más grandes y las más caras por supuesto. Pero llevo una que dice lo suficiente y lo que al final importa. Puede que piense en el camino que probablemente ya todo está perdido, pero optimisticamente me digo a mi misma que no importa, que así esté perdido, que no se pierda en el viento lo realmente importante.

Y como la película tuvo un final feliz. El corazón late normalmente.

Es decir, mi norma optimista funcionó esta vez. Quién sabe si siga funcionando. Últimamente los lunes, que no son al sol, sino dentro de un estudio, el optimismo parece esfumarse. Al miércoles vuelve. Pero el viernes vuelve a irse. Porque como no tengo un pelo de idiota, sé en qué y en donde me estoy metiendo. Sé que esto de ser adulto es una cagada, pero lo hago, porque los miércoles me siento optimista.

Y porque al final estoy viviendo la vida. La vida que al final tiene un premio justo. Morirse bien muerto. Y por eso la vivo bien vivida. Como diría Coldplay: Viva la vida.

sábado, 14 de marzo de 2009

Dormilonas



¡Podría quedarme horas enteras viéndolas!!!!

Mis maticas favoritas

martes, 10 de marzo de 2009

... Con los pies sucios y el piso frío.....

Suena el Twitter. Me duele el cuello. Escucho Bob Dylan y me lleno de “esa” sensación. La casa esta caliente, pero el piso frío. Afuera llueve. Solo quiero dormir, y dormir. Pienso en la semana, cada día planeado, cada dia, cada día. Hubo un tiempo en el que no planeaba nada, me dejé llevar por los días, cada día. Sucedió que me enamoré, me gradué y con la misma intensidad empecé a trabajar. El trabajo empezó a obligarme a planear, casi milimétricamente. Descubrí que no soporto planear porque cuando algo falla me descontrolo totalmente y el castillito de cartas, de tiempo, se cae! Entonces me dicen, desde siempre, que yo soy muy ocupada. Y la putería que me da eso. Pero no quiero escribir de puterías. Solo quiero escribir, como asi para morirme haciéndolo, asi no lo haga bien, así no corrija después de escribir, así sea mediocre. Pero puedo ser perfectamente intensa escribiendo. Otra vez el Twitter. Si tuviera, lo uno, lo otro, mas disciplina, mas calma. Pero los “si” no importan. Importa lo que es. Levantarme temprano, acostarme temprano, ya hasta me estreso por no dormir lo suficiente.

Me duele la cabeza, me duelen las piernas. Es el frio. Es el cansancio, son las lagrimas que no he soltado, porque me dijeron que alguien se había muerto y lo que hicieron mis ojos fue llorar. Y no se porque, o mas bien si, pero me sorprendí de mi misma. La persona que me contó debió haberse quedado sorprendida igual. Le doy tab al teclado, busco Word, pienso que el mundo va a una velocidad que no controlo, que todo se vuelve lejos, lejos, y yo chiquitita. Hoy pensé que tener treinta era horrible. No quiero pasar de los 25 y todos los días pasan, pasan rápidamente. Quien sabe si a los 30 todavía me queden ganas, quien sabe si disfrute del sol, del vientecito, y luego pienso que de pronto hasta disfrute mas. Pero que importa corren son los 25. Se va cada día, a veces con muchas promesas a veces casi nunca, sin cumplir. Quiero leer, quiero escribir. Quiero hacer, pero el cuerpo esta en otros ánimos. Quiero dormir, pero hasta siestas me cuesta cumplirlas. Esperemos que cumpla los 26, porque ni mas faltaba. Me acuesto. Le hago off a todas estas maquinas. Quiero seguir soñando.

domingo, 8 de marzo de 2009

Cartas del miedo. Medidas seguras. Noticias prudentes.

Me da pánico volver a oir historias tenebrosas sobre los barrios de Medellín. Me da pánico el miedo. Y por eso hablo, digo, cuento, hago comentarios. Creo que en esta ciudad, en este país, queremos tapar el sol con el dedo. Hay que decir que pasa y que no. No podemos permitir que lo oficial, que el estado diga que todo esta bien, si todavía matan en los barrios. Si todavía atracan en la esquina al lado del metro. Es que la excusa es que la tasa de homicidios ha bajado en no se que por ciento. Es que no debería haber homicidios. Y bueno, diremos con lo poco ingenuos que podemos ser, que hasta en las ciudades mas seguras los hay. Pero eso no me va a callar.
Nena es mi mamá. Ella vive en Pajarito, arriba de Robledo, al lado de la Aurora, cerca al Metrocable. Desde hace 20 dias, los sábados sube a su casa en un bus que esta escoltado por policías. Ella se fue a vivir a allá, porque era un barrio sano. Dice que del Metrocable a su casa, atracan y matan.

Rosita hace aseo en mi oficina. Yo la conozco desde que tengo 5 años, y conozco sus hijos, ahora adolescentes, incluso he bailado con ellos. Me acuerdo que hace 7 años para que Nena fuera a su casa en Santo Domingo Savio había que pedir permiso. Por allá no había entradero, como en tantos otros barrios de Medellín. Había toque de queda. Hace 8 días me contó preocupada que habían puesto toque de queda. (Otra vez) Ella teme por sus hijos, porque ella SI sabe cómo fue eso antes. Pero no habla mucho, porque tiene miedo. Que a las 8 de la noche, muchacho que esté en la calle, tiene que tener un fierro en la mano. Si. Allá en Santo Domingo, a donde vamos a turistiar, ver la biblioteca bonita, y el parquecito que oculta la pobreza del barrio. Por lo menos existe el Metrocable, para que nosotros, los del Poblado, los de Laureles, los de eEnvigado, los que crecimos con todas las posibilidades, estudiamos en las mejores universidades, tenemos puestos fantásticos en grandes o pequeñas corporaciones, veamos por lo menos como viven mas de la mitad de la gente en nuestra ciudad, así sea solo como viendo a través de una vitrina, la vitrina del Metro.

Rosita me dijo ayer, que su hijo le dijo que no iba a dejar de jugar futbol por la noche. Que si a el lo iban a matar, lo mataban en la calle o en la casa. Que daba igual. Creo que es una generación diferente. Tengo fe en eso. Luego me contó ella y el “Quibo” que el barrio estaba siendo intervenido por la alcaldía. Que el secretario de gobierno iba a tener la oficina allá el fin de semana. Que el viernes 6 de marzo a las 2pm iba a haber una marcha (de la cual no tuve mayores noticias) para pedir el respeto a la vida.

En esos mismos días tocaron la puerta en mi oficina en el barrio el velódromo para hablar de la seguridad.

Al mismo tiempo las historias de los volantes, los panfletos que me hacen recordar que en este pais nada cambia. Me hacen recordar la “Mala Hora” del Nobel colombiano. También llegó la medida del parrillero hombre, y luego escuche de un amigo a que a su mamá la habían atracado en una moto, un hombre y una mujer, y recordé que en los años 80 y 90, cuando en Medellín un contaba las bombas por la noche, el dicho era que si las motos tenían casco, eran sicarios. Y que bueno, una medida parecida se aplicó.

Belén entero está volantiado.

Ayer a las 11 de la mañana vine a mi casa a desayunar. Nena, mi mamá, me dijo que hacía 10 minutos la habían llamado de su casa a contarle que ahí abajo, 10 casas más abajo en el parqueadero, habían matado un muchacho dentro del bus. (EN Pajarito, se acuerdan por donde subía uno para acortar camino a Santa Fe de Antioquia?) Ahí mismo. A mi que no me digan que no está pasando nada.

Y así un montón de historias. Luego entra el tema del BID. Hoy oí, que es la cumbre más importante económicamente hablando en Latinoamérica. Señores muy importantes vienen. Señores que yo sé que al final no aportan nada a mi vida, y quién sabe si a la vida de la gente común y corriente de esta ciudad. Porque lo que pasa en la política, en la economía, es allá arriba. Allá están las leyes y las teorías, y allá abajo, lejos, lejos, la vida real.

Pienso, que a los volantes hay que ignorarlos, pero que uno no puede descaradamente pedirle a las personas que no han olvidado los toques de queda, las balaceras de noches enteras, los hijos muertos, que ignoren los volantes que juegan con su miedo. Solo publico esto, hago este hilo en FACEBOOK, en mi blog, lo sumo a la pequeña cadena de comentarios, para que no estemos en silencio. Porque sabemos más en la calle, en el rumor callejero, en el corredor, que allá en la Alcaldía, donde hay que ser prudentes, oficiales.

Es que la niña que lo atiende en hasta las 10 de la noche en un almacén en el Tesoro tiene que llegar a su barrio después de las 10. Ese barrio queda muy lejos, muy arriba. Es que la secretaria de su oficina, puede que viva allá. Es que el portero de su unidad, ese pelao creció entre las balas de un barrio, o ese papá tiene hijos muertos en esta guerra de pandillas, plazas y paracos. Que la señora que hace el aseo baja hasta la “ciudad” con miedo. Otra vez con miedo. Que su compañero de la universidad, que vive en el Centro, o en Manrique, que el novio, que el amigo. Que el compañero de la oficina. Muchos, la mayoría han sido amenazados.

En la alcaldía de Sergio Fajardo hicieron un video, “Medellin del miedo a la esperanza” Sólo han pasado 4 años y de nuevo hay miedo? Que esperanza tan débil. ¿Era sólo un video? ¿Una imagen? ¿Donde está la realidad? ¿Qué estaba pasando todo el tiempo?
Hablemos, es que en nuestros barrios también hay cosas malucas ya, no? ¿De cuantos atracos sabes? ¿Cuántos carros están robando? ¿Cuantas casas? ¿Cuantos vecinos raros tenés? ¿Cuántos carros visajosos haz visto por ahí? ¿Cuantos mas muertos vamos a contar? Y no te parece que los retenes todos los días, a todas horas es un poco paranoico? Que nos traten a todos como sospechosos? No dejemos llenarnos de miedo. Hablemos, aprovechemos el facebook, las redes virtuales, las cadenas de correo, para decir que cosas están pasando en la casa de uno, en la ciudad de uno. En esta que yo no dejo, porque es mi ciudad.

Seguiremos contando que pasa en esta, la ciudad del miedo. ¿Vamos a dejar que a esta generación se nos siga repitiendo la historia? ¿Como si no la supiéramos de memoria por repetición y mnemotecnia?

domingo, 1 de marzo de 2009

El twitter y yo



Acabo de tomarme el antihistamínico y la pastilla anticonceptiva. Esto podría decirlo en el twitter, pero no lo hago porque lo que quiero decir va más allá de 140 caracteres (caracteres, no solo letras, puntos, comas, espacios, tildes, en fin). Porque no solo hago microbloging sino también bloging, aunque al final no me acerco al 100 por ciento de ninguna de las dos definiciones científicas porque no son científicas ni probadas y porque creo que ser bloguero esta mas acá de lo científico, de lo sectario y de lo exclusivo. Mientras me lavaba los dientes y pensaba en un twit que @elreticente me envió, sobre no se qué cosa de muchos twits equivalentes a no sé cuantos días, recordé el primer día que el mismo personaje me contó del Twitter y pensé que así como en mi vida 1.0 mis followings en twitter no superan los 100, que la verdad son pocos en la medida del poder de una red social, y mis followers no llegan a los 70 y que tampoco se aleja la cifra de la vida real. La mitad me siguen por negocio, unos cuantos porque me conocen personalmente y los demás porque al final hay lazos mas allá de lo virtual que crea esta red, 2.0, que en unos años podría ser la 1.0 porque su poder supera realidades y espacios físicos. Hay muchos twitteros que tendrán mas de 1000 folllowers, y/o followings (la verdad a pesar del inglés, tardé un par de meses en entender la diferencia entre unos y otros) pero creo que tener más de 1000 followings en una twittera como yo es spam, incluso en los que lo hacen para incrementar visitas en su blog.

Recuerdo que después de los dos primeros trinos, twits, mensajes al viento de 140 caracteres, me aburrí, además porque el servicio solía caerse. Luego encontré en el twitter, como dice mi hermana @mpvallejo, una manera más de perder el tiempo en la red, pero sobre todo un poder increíble. Antes de tener más de 30 followers y/o followings le conté a @mpvallejo que vive en BCN y a mi hermano menor que vive en el cuarto del lado, sobre lo que era twitter. Los efectos durante tres días en los que ambos estuvieron twitiando fueron sorprendentes. Mas que controlar el otro, era superar las distancias que hay en el ser adultos y tener una vida propia para saber en que andaba el otro. Era fortalecer la vida 1.0 con la 2.0. Era comunicarnos, con el afecto, y con la seguridad de quien está al otro lado, no está simultáneamente y saber que ese grito al viento llegaba a alguien a quien le importaba. Mi hermano menor lo dejó porque le pareció demasiado inútil. @mpvallejo siguió pero lo usa casi exclusivamente para comunicarse conmigo. Lo interesante del experimento fue entender el poder de esta herramienta. Es verdad. Cuando tienes mas de 300 followers, y/o followings puede que ya el sistema sea menos eficiente. Como digo yo en la vida 1.0, es mejor tener 2 amigos buenos que 200 haciendo bulto y estorbando.

La emoción que me da cuando un twitero dice: en el centro hay mucho tráfico, o me atracaron, porque twitea desde su móvil, o estoy en un concierto y manda la foto. Eso, eso no lo compra mastercard. No lo compra, y espero algún dia el sueño, de que todos lo podamos hacer si nos da la gana.

Veo a los que hacen cuentas de cuantos trinos han hecho. Que 10.000 o 30.000. A mi no me importa la cifra. ¿Acaso me importa cuantas palabras he hablado en la vida?. Es que eso es lo que yo dimensiono del twitter. Sera como hablar. Como decía Da Vinci

Porque soy en ninguna medida de las que dicen que el twitter se perratea, ni que reemplaza la vida 1.0. Probablemente mis followers tengan que aguantar mis quejas, dolencias, y probablemente mis comentarios nada útiles durante el día, pero lo siento, porque la verdad es que el twitter se volvió como saludar, o despedirse, o como escribir en este blog: una necesidad. Afectiva, laboral, social, intelectual. Y cuando escribo una tontería, porque no es un link sobre nada interesante, será solo un “buenos días”, un “hace sol” o “el día está gris” o “me voy a bañar”, pienso en el poder de esta herramienta con las mamás. O con mi hermano menor que se hubiera encarretado con el asunto, porque otros como el, reggetonero, amante de los carros, con sueños reales o ficticios de ser publicista, hicieran una red en el twitter, que comercialmente sería un éxito, la inmediatez de sus comunicaciones demasiada. Repito: un éxito. Entonces que lleguen los regetoneros, las grillas, las gallinas, los homosexuales, mas freaks, más gente normal, los presidentes, los artistas, las abuelas y que hagan dentro del twitter su propia red. Que creen comunidades para que las de la vida 1.0 se fortalezca. Y como en la vida 1.0, uno decide con quien hablar, con quien trinar en la vida 2.0 del twitter. Pero la verdad, yo me sueño a la grillas chismosiando en el twitter, a los raperos hablando de su música en el twitter, a las mamás contándose sus secretos en el twitter.

La verdad es que los usuarios de hoy, aunque crecemos en cantidad, que no importe la calidad. El twitter es una herramienta como el chat (y no digo que sea un chat, hablo del fenómeno) el que nos tocó a nosotros iniciados en la red, geeks adolescentes: latinchat, ICQ, o el chat predeterminado de Microsoft, que acepto usé con intensidad. (wow, el “Microsoft” se pone mayúscula automática en el Word) que hace muchos años decían los papás que oso, que pérdida de tiempo, que peligro. ¿Y ahora? Hay chat hasta en las empresas.

Ahora el twitter, se abalanzará sobre los pelaos, las mamás, los ejecutivos, el periodismo, la publicidad, el mercadeo, la vida diaria para acercar, enfrentar, opinar, pero sobre todo compartir y comunicar. Comunicación efectiva. Uno decide dar click o no, como cuando uno decide a quien saludar en la calle y a quién no. Uno decide que quiere saber, como lo quiere saber y que información es útil o no.

El twiter es una herramienta tan cerca a la vida real, que nosotros seremos los geeks, nerds, que en unos años diremos: ¡ahh twitter!!! Luego existirá otra cosa, que mejore la idea del twitter, o la haga más accesible y con más capacidad. Comunicación al instante y permitir que las redes sociales (que han existido siempre, antes de internet, antes de todo) sean más efectivas y reales para estos días finales llenos de afanes, velocidades y ocasos.