Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

viernes, 29 de mayo de 2009

Por donde vivo

He vivido mis 25 años y medio en el mismo lugar. He visto el barrio cambiar, crecer, llenarse de edificios. He caminado las mismas cuadras, las mismas calles, las mismas esquinas. Los sonidos han cambiado pero siempre esta el del bus que pasa por la esquina y que de niña lo sentía en el temblar del edificio. Del señor del colombiano, y la carreta de los limones. Beatriz la que cuida los carros los domingos, y Margarita la que se hace la manca los domingos para pedir limosna. Las mismas crispetas anisadas después de misa, los mismos locales comerciales viéndolos cambiar de marca. Otros skates patinando en la esquina del frente en las noches.

Mis calles eran de niña las de las cuadras cercanas. Con Iván paseaba las calles mientras el hacía los mandados. Íbamos a Conavi donde pensaba que había una bóveda llena de dinero donde como el Tio Rico, uno podría zambullirse.

Así yo siempre decía que vivía detrás de la iglesia de Santa Teresita y una cuadra abajo de Mimos. Y así todo el mundo sabía donde vivía yo. O por lo menos lo suponía. Para mi era imposible que alguien se perdiera con esas grandes referencias.


En Mimos me comía yo después de la guardería todas las tardes un mimo. Me gustaba, no el congelado, sino el de crema blanda y chocolate recién puesto, y con crispis pero no siempre le poníamos porque era un poquito mas caro. Y por supuesto varias veces se cayó el mimo en el piso mientras caminaba de la mano de Iván. Ahí ha estado Mimos hace mas de 25 años. Ahí comíamos después de la misa dominguera. No importaba la hora, porque hasta los domingos lo cerraban a las 9.


Y la iglesia. Esta iglesia grande, ese campanario que antes se veía desde todo el barrio, pero que ahora los altos edificio lo tapan. Y yo soñaba con escuchar las campanas que solo cuando ya grande sonaron. Creo que las campanas no existen realmente y es una grabación. Y ese es el mito del barrio. Ahí, los recortes de ostia, los periódicos de los domingos: el Tiempo, el Espectador y hasta el Mundo, nos llevábamos después de misa de 12.



Luego aquí estaba una carpintería. Nunca entre pero uno siempre pasaba y estaba el olor del aserrín y todo para adentro era puro aserrín. Ahora, no se que es eso. No se que hacen ahí. Luego estaba el mercado Santa Teresita. Donde Don jorge. Ahí estaba la carnicería con los pedazos de vaca colgando y a mi no me gustaba ir porque era oscuro y olía a carne. Y los ganchos que sostenían los pedazos de carne eran muy miedosos. También había verduras. Y olía a verdura. Era un sótano húmedo. Y Don Jorge, me daba miedo.


Aquí estaba la “Tienda americana” Ahí alquilábamos películas de betamax y mas grandes de VHS pero desde que salió el VHS no tuvo el mismo prestigio. Y luego la cerraron. Ahí alquilamos a los ositos cariñositos, a superman, la peli de los Hombres G, todos los Karate Kid y los niños Ninja. Por ahí pasábamos después de la misa, o los sábados en la nochecita con mi papá, que nos dejaba llevar tres películas, además porque la dueña ya era amiga de nosotros.


Y aquí vivieron las viejitas toda la vida. Ahí pedíamos confites, y las viejitas nos hacían seguir y la casa olía a viejita pero tenían una pecera rebonita con un barquito pirata hundido al que le salían burbujas. Las viejitas se murieron y ahora quien compró el primer piso, hizo unos locales que esta arrendando. Por si alguien está interesado.


Y yo vivo en el 401. El citófono sirve apenas hace unos años. Antes, antes no se como entraba. Iván me esperaba a las 4:15 de la tarde todos los días a que me bajara del bus del colegio.

Aquí vivo yo. En el edificio Teruel. En Laureles. Barrio donde hasta los gatos se pierden.

jueves, 28 de mayo de 2009

Me asaltaron la buena fé.

Tocaron el timbre como lo esperaba. Era el mismo jardinero que en dos ocasiones anteriores había cortado el césped del jardín por $10.000. Había sido el mas barato en todas las ofertas.

A la puerta tocan ofreciendo y pidiendo de todo. Los testigos jehová, una rifa para un torneo de fútbol, llenar la botella con agua, varios jardineros, promociones de kokoriko y hasta pizzas pepita. De todo. Eso pasa cuando uno está en una casa en un primer piso. A los testigos ya no les abro, y a veces a muchos otros tampoco. Primero me asomo desde el balcón y lo decido.

Pero este jardinero ya era conocido y llevaba 15 dias tocando cada tres días diciéndome: “Ya está como enmontado” y yo respondía: “Esperemos a que crezca más” Así la última vez me decidí le puse una cita fija y le dije que ademas había que abonar la tierra y las maticas y mis florecitas. Así llegó cumplido a la cita con esa cara de yo no fui, con cara de siempre estar embalado. Como tenía muchas cositas por hacer, le di $10.000 para que fuera a comprar la tierra. A cambio dejo su bultico con sus herramientas conmigo.


Y pasaron las horas y por supuesto empecé a dudar. Y claro nunca llegó. En su bultico no había sino basura y se llevó mis $10.000. Así fui tumbada, estafada por un supuesto buen hombre, al que le di toda mi confianza. Eso me pasa por sana. Por ingenua. Yo que pensaba estar siendo “buena”
¿Cuantas veces he sido estafada? ¿Cuantas se la han pasado de vivos? Puede que muchas. Yo confío en la gente. No soy del todo boba, pero algunos dirán que me paso de confiada. Y si. Yo no entiendo porque siempre queremos sacar provecho de los demás apenas nos dan papaya. Creo yo que es un vicio de tantos años, de terratenientes sobre esclavos, que ahora entre todos, que sin mirar a los ojos, mirando de reojo, y teniendo el descaro de jurar por los muertos, engañan, timan y piensan que podemos hacerlo sin que nada pase. Porque la verdad, nada pasó en con los terratenientes, ni sigue pasando, con los demás, nada pasará.

¿Será que ser bueno no paga?. Ahora no me digan que fui boba. Porque ya lo sé. Eso me pasa por dármelas de “buena” en un país en el que la bondad no paga. Te roba.
Y el jardín sigue enmontado. Y que ni piense que vuelve por aquí. Me da mucha piedra que los vivos se hagan los carabuenos.

Así me dejó con el bultico lleno de basura, que no lo sacó a la basura porque seguro pasa y lo recoje el primero, porque este jardinero tenía todo planeado.

jueves, 14 de mayo de 2009

El mundo allá y ¿yo?. Aquí

Un sabor terrible en mi boca ocasionado por antibióticos. Unas náuseas provocadas por las emociones del día, y en fin, por el mismo sabor en la boca. Canela se acaba de parar de mi lado y me ha dejado sola.

Sentada donde tantas otras veces he estado acompañada, esta vez sola. O más bien sin una compañía para mi. De resto mucha gente, mas de la que quisiera a mi alrededor. Quizás pensaran que estaba esperando a alguien. Quise pensar que esperaba una cita amorosa y que me habían dejado plantada. Gente conocida y desconocida, pero nadie a quien saludar. Estaba ahí en la mitad de todos, sentada, sin hacer nada. Solo viendo a la gente. A todos ellos. Hace mucho tiempo no veía gente. Acostumbro a veces estar en lugares conglomerados de gente pero sin ver a nadie. Hoy los vi a todos. Chicos desgarbados con barbas de tres pelos, chicas pelicortas o de pelos rojos, y faldas sobre los pantalones. Blusones largos, flacas cuasi lánguidas. Las que no son flacas y lánguidas son grandes y gritonas (efecto espejo, pura coincidencia). Todos van caminando con cara de estar muy adentro de si, pero están tan afuera, buscan, miran quien hay, como cual desfile de modelos. Queremos no ser estereotipos pero lo somos todo el tiempo. Ese es así, o asá, porque hace esto y va a tal parte. Hace días no veía tanta gente o más bien gente con la que pudiera identificarme pero que nunca lo he hecho y me siento tan lejos de ellos, personas como yo con las que no he podido agruparme, ni lo quiero hacer. Son ellos y yo. Yo soy entonces, digo para mi misma, muy asocial. Mis amigos más cercanos caben en mis manos, y son los más cercanos y los más lejanos. El resto son conocidos, y el resto amigos virtuales que extrañamente y consecuentemente se vuelven reales.
Mientras, tengo un placebo para la ausencia de twitter, pienso en los amigos reales y los virtuales.

Mi hermana me dice que tenga mas amigos reales. La verdad, y sin ser asocial de nuevo, la sensacion hoy fue, no poder verlos. Me cuesta verlos. Son ellos y yo. Dos mundos aparte. Me pare porque me canse de esperar, el suelo es duro cuando no hay quien te sonría, cuando piensas que todo es muy extraña y que el mundo al frente fuera algo a través de un vidrio. Empecé a caminar viendo hacia todos los lados y a ninguna parte específicamente. Tengo la sensación a veces de no pertenecer a este mundo y de temerle a este mundo. Otra vez, el mundo a un lado, y yo por el otro. Me pregunto si la vida de ese lado es la vida normal. Yo creo tener una vida normal. Solo que no es igual a la vida de ese mundo. A veces sólo a veces quisiera ser como ellos. Sonreír, reír a carcajadas, un trago, otro, tocarse unos con los otros. Hablar de todas las tonterías y todas las seriedades, pero al final hablar de la nada. Y a veces lo soy. Pero es extraño. Mucho. Hace tiempos no lo hago. Quien sabe si pueda hacerlo. Ya no sé. Es algo que veo y no lo siento parte de mi. No se como explicarlo bien.

No me dejaron plantada aunque estaba a punto de irme. Casi no había lugar y había otros tantos como yo, solos. Pero ya no estaba sola. Pienso en lo poco que soporto estar sola con mucha gente al lado, sobre todo desconocidos en lugares conocidos y me pregunto como hacen muchos para estar en un lugar lleno de gente y soportar esa soledad. Y pienso que algún dia será asi. No podre postergarlo toda la vida, no puedo seguir solo creando ese escudo de protección de personas confiables cerca, y lejos el resto del mundo.

Pero de pronto la gente me ve y piensa que soy de lo más normal. Pero no creo. No hay remedio. Me gusto igual.

Sigo sopesando la ausencia de twitter con una chat personalizado. Mientras tanto escribo, para no perder el hábito, para no olvidarme, para que me duelan las yemas de teclear y de pronto no sentirlas más.

Y no es que no soporte la soledad. Solo que no la soporto en algunos momentos, algunos tipos de soledades. Ya intenté soportarla y no me fue bien. Tendremos que seguir intentando hacer buenas migas.

¿Cuándo nos vemos soledad?

lunes, 11 de mayo de 2009

Post pendiente: De las pastillas y otros métodos



Teresa dejó a su marido porque lo encontró una mañana "cargando" a su cuñada. Desde ese día para Teresa la vida no es la misma, sigue viviendo por que no hay de otra y bueno, quiere a sus sobrinos. (Los hijos de su cuñada).

Desempolvo mientras tengo esta historia en mi cabeza los libros de alemán. Miro las palabras aprendidas, las re-copio, trato de recordar su artículo: Das, der, die. Vuelvo a cerrar, suficiente por hoy. Quiero escribir. Eso es lo que hago. Tengo un post pendiente.

Antes las familias crecían exponencialmente porque no había televisión y no había métodos de anticoncepción. Una mujer tenía un hijo cada vez que su marido la follaba. Esperaba nueve meses y apenas podía el marido, la volvía a dejar preñada. Así creció la población colombiana. Luego los hijos de esas familias conocieron las pastillas que revolucionaron a las mujeres mientras las tomaban a escondidas de sus maridos que sólo querían dejar una gran prole a su paso por esta tierra. Y luego aparece el condón, y los pollitos del ni pío, y hasta el SIDA y la iglesia diciendo todavía que el condón no lo previene y que usarlo es un pecado.

Teresa no tuvo hijos. Solo estuvo enamorada de el esposo que la dejó sin hijos. ¡Que suerte tuvo!

Sin embargo, así como las abuelas tenían hijos a los 14, la situación hoy no cambia.

Como estudié en un colegio ultracatólico, mi educación sexual en el bachillerato consistió en ser casta y pura hasta el matrimonio. Así, un condón solo lo veía en las minitecas inflado, casi que ni me explicaron el ciclo de la fertilidad, y me aseguraron que la mejor manera de controlar la natalidad en el matrimonio era usando el método del ritmo.

A todas estas por supuesto no creo en lo de ser casta y pura, me gusta el sexo tanto como el chocolate y por supuesto conozco los condones y los métodos de fertilidad.

Sin embargo, no es sino que uno salga a la calle y vea a mujeres de todas las edades con niños bebés en sus brazos. Y no las culpo. Algún día estaré en ese lugar.
Pero de tantas historias supe de niñas iguales que yo pero en el colegio resultaban embarazadas. Yo creo que ni supieron como, algunas. Porque hasta la anatomía masculina se pasaba rápido en Biología. Otras por su parte decidieron aprenderlo tan rápido y en la mayor variedad posible. E igual resultaron embarazadas.

El embarazo de mujeres adolescentes es un problema de hoy. Ya sea porque la irresponsabilidad de un colegio o de una madre, o porque uno cuando esta a los 15 años como decía mi papá se creía invencible y jugaba con la vida. Así no se compra ni un condón de mil, porque todo es calentura, porque no hay plata ni pa´eso o porque no se les ocurrió. ¡UPS!

Una amiga resultó embarazada del amante de 7 años dizque porque se le olvidó tomarse la pastilla: otro mito y causa: los hombres se agarran a uno si uno les tiene las pintas. Y puede que si, o puede que no.Pero eso al final no resulta bien.

Igual el problema no es sólo la educación preventiva. Qué hacer si una mujer queda embarazada. Aura Lopez escribe en su libro "Mujer y Tiempo" una crónica sobre una mujer que abortó su quinto hijo en la clandestinidad y murió debido al aborto. Su pecado fue no decirle NO al marido. Su pecado fue un aborto clandestino. Su pecado fue ser consciente.

El derecho de la mujer sobre su cuerpo, no va sólo en el momento de considerar un aborto: Va desde el momento de considerarse un objeto sexual o no, un cuerpo al que un hombre, así se le quiera, acceda a el cuando se le de la gana. Va desde el momento en que una mujer tiene un orgasmo o le dice a un hombre que no quiere tener sexo.

La opción no es solo abortar. Estoy a favor del aborto no como única opción sino como una más. Creo que cuando una vida no es deseada desde el corazón, uno no puede ser más irresponsable si no piensa en como será la vida de esa personita si ha llegado en el momento no preciso. Si no va a tener un padre. Pienso como mujer que no sería madre soltera. Es una carga demasiado fuerte y tampoco le doy la posibilidad de ser padre a quien no lo ha deseado. Mejor no tenerlo, a tener uno que no quiere serlo. Creo que un hijo no es un resultado de la naturaleza. Sino de la voluntad de una pareja que piensa.

Sin embargo muchas mujeres y familias enteras aceptan los embarazos no deseados. Y está bien. No ataco la decisión de personas que por religion o convicción o falta de opciones deciden o les toca aceptar esa nueva vida para que la suya cambie: puede que cambie a una vida más dura o más feliz. O ambas.

Hace unos años tenía sueños recurrentes con bebés. Siempre que iba al Exito pasaba por la zona de bebés y podía quedarme mas del rato deseado viendo todas esas cosas preciosas que le pone uno a un bebé, como si fuera un muñeco y uno una niña jugando muñequero. Por la misma época soñé que tenía un bebé de la nada, y mi vida cambiaba tan radicalmente, que al despertarme entendí que un bebé, un hijo, es dejar la vida de uno, y apostarla por otra.

Desde que uno tiene un hijo, la vida no es la misma. Uno vive por otra persona.

Mientras tanto me tomo mis pastillitas todas las noches desde hace 7 años, tratando de ser cumplida: antes me dolían las piernas, luego cambié de marca y ahora me duele la cabeza. Cada vez que voy donde un ginecólogo vuelvo a analizar mis opciones anticonceptivas: desde las pastillas hasta un chip de hormonas, pasando por la clasica T o DIU hormonal. La decisión siempre se toma por salud, por respuesta a un método hormonal, o como han dicho los médicos: si así estás bien, mejor no hacer un cambio.

Por motivos de salud tendré que cambiar de método. Las pastillas por alguna razón después de tantos años me dan una migraña que me hacen pensar en un derrame cerebral que me asusta tanto que es más el susto que el dolor. Supongo que la opción mas recomendada es un DIU hormonal y así no tendré que tomarme cada pastillita todos los días. Las que me recuerdan lo mujer que soy. Las que me hacen recordar, que ya paso otro mes. Las que me recuerdan que esta semana me viene y que esta otra se vuelve a ir. Las que se me olvidan a veces, las que tengo que cargar en la billetera junto a las monedas para no olvidarlas. Las que tomo para no tener niños, las que tomo dizque para el acné.



Pero es que la anticoncepción no resulta nada barato: Una caja de anticonceptivos decentes cuesta $20.000 (por baratos, cada mes). Un condón, puede costar mil pesos, pero yo no me fiaría. Compraría de los de $2000 en adelante (en cada acto, un condón). Un DIU hormonal cuesta $600.000 (ese si dura harto, 5 años mas o menos). Una T de cobre es mas barata. $100.000 (Como máximo, pero como dice una amiga: yo no me fío, muchos hijos nacidos con una T) Y sin hablar de otros métodos. Claro que no resulta barato tampoco tener un hijo: además de la comida, los pañales, el colegio, la universidad, y eso por cuentas alegres.

El problema de la anticoncepción y la natalidad también es responsabilidad de un estado que no es socialmente justo y mucho menos responsable. ¿Por qué no están los DIU dentro del Plan de salud? ¿Cual es la educación sexual y reproductiva que se ofrece a todos los estratos en Colombia? Y eso que Profamilia tiene buen servicio. Pero no es suficiente. Pero que esperar de un estado que no cubre educación básica.

Volviendo al tema.

Tomar pastillas anticonceptivas no es en ninguna medida divertido. Llevo siete años peleando con el asunto. De pronto por eso muchas mujeres quedan embarazadas. Quizá por eso, o por otra razón uno pase un susto, y piense que pasaría si esta embarazada.

Una amiga del colegio me decía esta semana que si quedábamos ya embarazadas no era tan grave que si tuviéramos 15 o 18. Lo cual me recuerda que el embarazo no es la interrupción de mi planes sino mas bien el inicio de una vida no planeada. La responsabilidad social y ambiental con este planeta: mas niños? para que?

Yo creo que el aborto debería ser legal. He oído historias de abortos donde cobran 3 millones. He recibido tarjeticas de clínicas no seguras en la mitad de la calle. He oído historias de médicos que se la juegan y hacen la labor hasta gratis. Yo creo que las mujeres y las niñas tenemos derecho a decidir, y vivir una vida sexual responsables.

Yo también vi la película del Padre Amaro (que por cierto odié con el alma)

Yo creo que si uno la caga, no puede cagarla dos veces.

Y respeto a las mujeres que deciden tener su bebé. Ojala estén entendiendo que desde ese instante, ya no se trata de ellas, sino de una nueva vida a la que le dieron paso en este mundo cuasi apocaliptico.

Hoy, voy en mi 9 pastilla de la enésima caja que me he tomado en la vida.

Hoy es el quinto mes de este año. Cuando esta caja se acabe, vuelvo a tener conciencia de los días, de los meses y del tiempo.

A Teresa no le tocaron las pastillas anticonceptivas. Quiero tener el pensamiento romántico que Teresa tomó la decisión de la mejor anticoncepción según el colegio donde estudié: ser casta y pura. Por eso no tuvo hijos. Por eso, y por la soledad de un hombre que la dejó sola. Puede simplemente que hubiera sido infértil. Si hubiera sido en otra época y en otro lugar, su historia pudo haber sido diferente. Pero hubiera dejado de ser Teresa, la misma vieja tremenda que conocí en un pueblo perdido entre las montañas.

domingo, 10 de mayo de 2009

Sobre el Divino Niño y otras estampitas


En este país del Sagrado Corazón y del Divino Niño se guardan estampas en las billeteras, debajo del colchón, al lado de la veladora o debajo del vidrio del comedor.

Estampas de cuanto santo se atraviesa.

Para que alguien nos salve de esta locura.

En 1991 hice la primera comunión cuando tenía 7 años, digo que fue así de pronto como para que no nos fuéramos a rebelar por algún tipo de conciencia. Así yo esperaba el día ansiosa, para recibir la gracia de Dios, esperaba además que el vestido que antes usó mi hermana mayor me sirviera y de pronto que los botones no salieran estallados cuando dejara de hundir barriga en un descuido en medio de la misa.

Cuando hice la primera comunión me regalaron una camándula que usaba en las noches de 7 bombas en Medellín. Me dieron un Niño Jesús recién nacido tamaño real. Me dieron una virgencita que aun cuelga en la pared de enfrente. Me dieron un Divino Niño rosado para colgar en la pared.

Al Niño Divino se le adora en Colombia desde hace mucho años. Dicen que en 1912 llegó un curita adorando al Niño Jesús de Praga. Y como aquí lo queremos “adecuar” todo, hicimos del de Praga, un Divino Niño que nos juró que reinaría.




Al Niño se le rezan muchas oraciones, esta me gusta porque puede personalizarse:

“Para que nos ayude en tiempos de dificultades”

“Tengo mil dificultades : ayúdame” - porque a veces quisiera no tener que salir de ellas yo.

“De los enemigos del alma : sálvame”– sobre todo de los que tienen débil carácter

“En mis dudas y penas : confórtame” – pásame un kleenex que siempre hace falta.

“En mis soledades : acompáñame” – con lo que me aterra estar sola

“En mis enfermedades : fortaléceme” – eso de estar enfermo puede ser una buena
excusa, pero es terriblemente aburridor. Es que definitivamente no me gusta sufrir.

“Cuando me desprecien : anímame” – Uno no es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo. Y si no les caigo bien, ¿¡de malas! No necesito más amigos.

“En las tentaciones : defiéndeme”. - nada mejor que una buena tentación. ¿Por que todo lo bueno será lo prohibido?.

“En las horas difíciles : consuélame” – a la hora de levantarme todos los días, y sobre todo si es antes de las 8.

“Con tu corazón paternal : Ámame” – ya tuve padre. No necesito un niño que se las da de grande y poderoso. Me gustas chiquito y tierno.

“Con tu inmenso poder : protégeme” – eso si. Si tienes poder guárdame de todo mal y peligro. Que estas calles están muy peligrosas.

“Y en tus brazos al expirar : recíbeme” – lo que creo es que si me muero seré afortunada en no tener que seguir viviendo.

Entramos a ver el Divino Niño en el barrio, el 20 de julio de Bogotá. Siempre me pregunto porque en estos santuarios lo que uno va a adorar siempre son estatuas pequeñas, pinturas que están arriba, y que uno no puede ver bien.



En los santuarios uno no puede evitar estar en silencio y respetar las lágrimas de algunos. Las oraciones de muchos y estar atentos a los murmullos que piden fuerzas y vida para estos días que son difíciles. Siempre imagino cual puede ser su súplica, su ofrenda, su petición. A veces hago la mía, y casi siempre agradezco al de arriba, por lo bueno y por lo malo.




Así salimos y compré una estampita. La guardé en mi billetera. Lo sumo a las oraciones de mi mamá, y al “Detente” del Corazón Sagrado que me ha traído buena suerte seguro por la buena energía que mi mamá puso a el.



Que me proteja el Divino Niño, el Sagrado Corazón y la astucia que da la vida y el mundo.

viernes, 1 de mayo de 2009

Belleza



Pura belleza. Eso es lo que necesito.