Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

martes, 14 de junio de 2011

Pelis sentimentaloides


De repente te das cuenta que lloras y que la canción que por azar suena explica la triste situación. Es una despedida, mas que despedirse como lo hemos hecho muchas veces es desearnos de nuevo mucha buena suerte porque seguimos caminando.

Pero parece que las lágrimas no se detuvieran y que solo quisiera llorar y llorar. Es culpa de la peli sentimentaloide.

Una pareja de asiáticos, quizá japoneses viajaron en un taxi compartido conmigo. Se miraban uno al otro como si caminaran juntos al fin del mundo. Esa imagen que de pronto apenas configuro en mi cabeza de los japoneses que mueren por amor, como en Dolls o como la pequeña Candy enamorada.

Estoy sentada entre restaurantes y sillas de paso. Viene ella de tacones amarillos, falda verde menta y saco rosa, le sonrie a su viejo quien sabe desde hace cuanto. Aqui esperamos todos, salas de espera despues de decir adiós, para decir hola, para conquistar el mundo, para huir de todo. Es tan temprano que me pregunto cuantos vuelos habrán despues de las 8 cuando el mio este ya por los aires. Un aeropuerto gigante. Me he comido un sanduche con sabor hindú y un café para soportar otra hora con mis ojos abiertos.

Caminamos la ciudad con las luces de los semáforos y los charcos por la lluvia del dia. Nos miramos de nuevo y nos abrazamos como si fuera un último abrazo. Lo es en esta aventura, solo en esta. Es el amor de mi vida, el niño de mis ojos, mi parcerito del alma, mi angel de la guarda. Sus ojos tan asustados como los mios, por los dias que llegan, porque otra vez, y tal vez esta vez si es en serio, tenemos que ser adultos que se miran al espejo siendo muy honestos. No hay tiempo ya ni para ensayos ni experimentos. This is real life, do it or drop it.

Los japoneses, compartieron un sanduche lo cual me hace sentir mal porque yo me comi uno entero, claro que no tengo igual con quien compartirlo. Ella lo mira a el como si en sus ojos estuviera la respuesta a la pregunta esencial de la vida, cualquiera que sea esta pregunta y la respuesta correspondiente. Algún día se les va a acabar el amor pero ellos no lo saben. De hecho nadie lo sabe, cuando pasa eso, solo un dia uno se da cuenta porque ya no encuentra la mirada del otro, o porque uno fija de pronto la mirada en otra persona. Pasa siempre, puede pasar.

Muero de sueño. Quiero dormir.

(Escrito en el fin de semana mas largo de mi historia, entre lágrimas y sonrisas)

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