Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

domingo, 7 de febrero de 2010

Amanecer insomne

Lo recuerdo casi como ayer. O bueno se recuerda esa sensación bonito y seguro la extraña y fea la olvidé. No podía dormir, seguro, porque no lo recuerdo, una pesadilla, uno de esos sueños repetitivos que me atormentan a veces en las noches, que hacen que mis amaneceres estén cansados desde el principio.

Y pues como no podía dormir, y siempre que me pasa recuerdo a mi papá que se paseaba por la casa esperando a poder salir de casa, o a Juan David que me dice que ante un insomnio hay que cambiar el ritmo de vida, y no pelear con los sueños. Me asomé a la ventana, y vi que el color del verano era amarillo fuerte, rosado, naranja, y que el espectáculo iba a ser hermoso.



Luego cuando ya estaba acabando el show, y la mañana se tornaba de cielo blanco, sonó el teléfono: era mi prima que desde el tercer piso nos avisaba que su primera hija, Miranda, estaba en camino. Trabajo de parto. Así que desocupé mi memoria de estos videos, y les preste la cámara porque el día que Miranda nació debía ser registrado con detalle.

Hoy, 7 meses después, Miranda es una gorda hermosa, la veo menos pero sonríe a cada vez, y a veces cuando la cargo como no le gusta, llora y a mi me encanta verla llorar.

Un bonito día para ser recordado, amanecer hermoso, lleno de vida y sonrisas.

1 comentario:

arol dijo...

que buenas noticias puede traer un día que amenazaba con ser simple.

Me quedo con la expresión "el color del verano" porque me gusta como título, porque esas simple cuatro palabras consiguen transportarme y porque las estaciones no sólo tienen color, sino que tienen mucho sabor y aroma.

Un abrazote
arol