Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

miércoles, 27 de octubre de 2010

Los arboles en otoño son los guayacanes en flor europeos



No creo que hayan guayacanes en flor en Europa, pero el otoño hace que los árboles lloren que ya viene el frio y sus hojas se tiñen de color como para que uno olvide los dias blancos que vienen y a veces cuando el viento frio golpea contra la cara, uno tenga rayitos de colores, por entre las hojas amarillas y rojizas. Una prima me dijo que su estacion favorita era el otoño y cada vez que veo las hojas amarillas me acuerdo de ella, de sus dibujos de los arboles desojandose y que yo digo otra vez llorando. Y en el piso al ritmo del viento bailan las hojas caidas como en vacaciones y el camino se vuelve lleno de luz como si hubiera encima de uno un hada madrina iluminando con una varita magica. Y en las noches de luna, pasa a traves de las hojas amarillas la luz y entonces estar debajo del arbol es como estar en la guarida de los duendes del bosque y me gusta estar debajo del arbol viendo ocmo las hojas de pronto se caen y se ondean al viento y la luz entra con colores diferentes y el camino esta con mis colores de atardeceres, porque si, el otoño es el atardecer del año. Y para estos dias y sin saber si es temprano o no, las hojas estan casi caidas, y uno ve en la calle a las mamás con los hijos recogiendo las hojas bonitas, de pronto una tarea de escuela, o un collage para una tarde de sabado y yo pongo entre el diccionario o el libro, una hojita,asi como en el veranito qu eme toco, puse un par de florecitas, quiza para encontrarlas en algun momento, despues y pensar en esos dias que se han ido detenidos en la naturaleza seca.


Y los atardeceres tempranos y los amaneceres amarillos tardecitos, y los dias corticos y recuerdo las manchas amarillas en las hojas y el arbol sonando afuera al ritmo del viento y el otoño, el otoño. Y entonces pienso en los guayacanes de mi ciudad de primavera pasada, que lloran sus flores cuando hace mucho sol y se envejecen, y el piso se llena magicamente de flores y flores que no vuelan como las hojas otoñales pero que llenan las tardes de sueños y besos y sonrisas de niños.

El otoño, el otoño. El primer otoño en Berlin.

1 comentario:

Cati Restrepo dijo...

Yo comparo las estaciones con lo cambiante que somos. Hoy estamos coloridos y felices, mañana estamos tranquilos y serenos, luego estamos excépticos y a veces, solo a veces, pareciera que el corazón se nos ha enfriado de tanta cosa que vamos sintiendo.

Sigo deseándote lo mejor en este camino que has decidido emprender.

Saludos,

Cati.

Pd. Tu ciudad de primavera pasada estuvo muy amarilla la semana anterior. Por ahí podía verse, cada calle, llena de un color infinito.