
Casi cumpliendo 27 años (cuando escribí esto offline aun no tenía 27) pienso otra vez que ya no somos unos niños. Se lo decía a mi hermanito que no es un niño tampoco y lo pienso cuando miro sus ojos y su respirar pesado y sus manos grandes y su cada vez mayor parecido con mi papá. Yo, que me visto aun de rosa, que tengo ropa interior de hello kitty, que tengo crespos de muñeca, y que al vernos juntos en una foto, pienso de nuevo en nuestros juegos infantiles juntos. En una hermana mayor ayudando a hacer tareas, en los juegos de manos que son para marranos, en nuestras sonrisas sin condición, aventuras de cual era capaz de mas: preguntar, hacer, neciar, jugar y jugar. Odiaba que lo regañaran menos por ser el menor y entonces me dejaba pegar de esa papeleta para que hubiera evidencia de sus maldades: pero resultaba yo siendo la tonta que me dejaba pegar.
Pequeñito de pies grandes, ideas rápidas se creció el enano detrás detres hermanos mayores que a sus ritmos (al nuestro) fuimos tomando caminos. Y un dia dejamos de ser niños y viajamos o nos quedamos y nos miramos y lloramos y sonreímos y volvimos a peliar y a estar en silencio. Mi vecino: dormimos juntos por culpa de los terremotos del 92. Luego yo pedí independencia y lo mandé a la sala a dormir solo. Adquirió la habilidad de dormir como una piedra dias enteros.
Roma. Ya no somos unos niños asi nuestras sonrisias sean a pesar de todo jovenes y llenas de aventuras. Me abraza y entonces parezco menor entre sus brazos seguros. Le digo que corramos, que brinquemos, que cantemos y me sigue sin duda.
Yo no lo puedo creer. Ya no somos unos niños, ya nos fuimos de casa. Ya cada uno pasa sus noches solo o acompañado por aquellos que uno se encuentra por azar o por capricho y que se vuelven casi una segunda familia. Ya cada uno, no solo el o yo, sino esos 4 que alguna vez fuimos niños tiene la vida en los pies, el camino en las manos, cada noche y dia a su antojo. Ya (y no se si mejor o por desgracia) no nos dice nadie que hacer. No tenemos contranquien revelarnos. Solo esta mi mamá ahi para escucharnos, ayudarnos, y vernos sonreir y llorar. Toca entonces buscar nuestras causas perdidas porque ya no somos unos niños de policias y ladrones, escuelitas y mamacitas. De carritos y muñequitos. La vida esta mas alla que una peli de comiquitas.
Me alegra que no seamos unos niños pero que juntos volvamos a sentirnos como niños jugando a ser grandes. Y ojala felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario