Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

viernes, 4 de febrero de 2011

Aprendiendo alemán (aun)


Mañana presento un examen de alemán. Lo cual me pone los nervios de punta y me ha causado una gastritits curada con omeprazol. Nadie me ha pedido hacer este examen. Yo lo quiero presentar porque basicamente es un reto: sino me pongo un objetivo, no empiezo a presionarme. Ha sido muy divertido reducir mis responsabilidades a hacer tareítas e ir al colegio como una adolescente. Sin embargo casi 7 meses despues, (Oh, 7 meses despues!) entro en deseperación y frustración. Yo se que el alemán está dentro de mi, en alguna parte, pero ¡Por que maldito idioma no sales a la luz cuando te necesito! Estoy cansada de ir al colegio a repetir lo mismo y sin embargo aprender poco, estoy cansada de no poder comunicarme (por vaga, perezosa, y por tonta), estoy cansada de ver a los que llegaron hace 4 meses hablando mejor que yo. Entonces uno empieza las comparaciones y ya escondo el tiempo que aprendi alemán en Colombia. Ya me imagino un examen aprobado apenas, y el otro que se aproxima en brincos gigantes. Me digo: “es que no he conseguido, no he hecho, debi, debi, debi.” Y nada que hice. Pues si, ahora mejoro mi español y mi inglés y mi alemán en cambio, sufre de la condición de aprendizaje pasivo. Yo entiendo, yo leo, pero no hablo!!!!!!! ni escribo, claro. Me pongo metas grandes, pequeñas, y parece inutil. Aprender este idioma me esta enseñando mas que paciencia y humildad, que me repito eternamente en promesas vagas y que probablemente me llenaré de palabras condescendientes cuando definitivamente decida renunciar.

Y sin embargo miro los que llegaron hace dos años y hablan apenas un poco mejor que yo. El problema es que yo no tengo dos años para estar aquí sentada viendo como los árboles se llenan de hojas, y luego se caen, y luego son chamizos grises esperando la primavera. No. Dirán que como los alcoholicos esto se va de un dia a la vez, pero mis dias a la vez se llenan de excusas, de noches profundas y espesas, de sueños profundos, de tertulias en la cocina, pero en español!

No quiero renunciar, pero odio este proceso que se hace mas soso cada vez. ¿Como recuperar el entusiasmo ademas en los dias grises? ¿Soñando con la primavera que se aproxima y las Blumen saliendo a sonreirle a uno?

Dejar de quejarse y hacer. Sencilla solución que nunca se lleva a cabo.

No quiero renunciar. Este es solo un escaloncito. Que me recuerda que lo demás que estaría por suceder es aun mas dificil. Odio sentirme debil y al borde de caerme por una cuerda ni tan delgada, por la que yo misma decidi caminar.

Pero ahi esta, para poder cruzar, solo hay que tener la habilidad de recobrar el equilibrio y no mirar mas para atrás.

1 comentario:

Ana Maria Vallejo dijo...

Saqué 3. Es decir aprobé. Con la nota justa, y miles de fallas. Pero pasé. Sigo pensando que tengo que escribir mas, hablar mas, y muchas otras cosas. Pero ahi vamos, despacio a mi ritmo, y aun bien. :D