Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

domingo, 25 de enero de 2009

Volver

La tienda cambió de dueños. Esa casa la tumbaron. He olvidado qué llave abre cual puerta. La ciudad parece ser la misma. Mi hermano tiene novia nueva, el otro echó a la suya. Los objetos que dejé en un lugar, están en el mismo. Miro todo con sospecha y desconfianza, revisando mis pasos, recordando quien era antes de irme, y quien soy ahora que volví. No hay muchos cambios en el fondo. De nuevo tengo 4 cuadernos, ya en estos días escogeré uno sólo. Ya pongo en la fecha otro dígito, pero aun olvido los nombres de los días laborales, cual es cual y en que día estoy. Dejé de soñar, mas bien de recordar los sueños nocturnos, de pronto sueño mucho despierta. De pronto sonrío más, y de pronto hoy diga mas no, y no me gusta. De pronto, puedo ser menos buena gente, pero no importa porque soy demasiado. Tengo mas archivos en el disco duro, mas recuerdos, un montón de palabras que no se callan, que me hacen hablar demasiado, sobre tonterías y cosas de pronto importantes. Me sigue gustando viajar tanto o mas que antes. Y seguir pensando tonterías cuando el mundo piensa cosas serias. Y pensar cosas serias cuando el mundo solo dice tonterías.

Sigo amando tanto, con el corazón y un poco mas con la cabeza.

Vuelvo y me acuerdo que ya me quiero ir también. Que cuando me haya ido, quisiera volver de nuevo. Por eso me voy y vuelvo todo el tiempo. Sin abandonar, ni el pan ni el pedazo.

Vuelvo a mirar por la ventana. Es como estar afuera, estando adentro. Y de nuevo, soy y no soy.

Quisiera que mis días fueran tan tranquilos en mi adentro, como han sido estos días, que al volver, todo tiene el mismo color, pero otras tonalidades.

Empiezo a desempolvar los archivos digitales, los proyectos del corazón, y me digo: despacito voy hablando de ellos, pero mas importante, haciendo algo con ellos.

Volver, porque al final, nunca me fui.