Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

sábado, 5 de junio de 2010

I´m a Beatle-Fan



Eran tardes de sol, en la terraza de mi casa. Jugando entre el sofa de rayas verdes, en silencio, mientras Let it be, llenaba las cabezas de tardes de domingo. Y mi papá haciendo cualquier cosa frente a una pantalla, herramientas, organización de todas sus cosas. El ritual era bonito, cuando de su caja de discos mas preciada salian esos sonidos que lo ponían a sonreír. Y a nosotros a soñar con palabras en inglés que no entendíamos con otros años de juventud que creíamos lejanos. Mi papá era muy joven. Solo que nosotros no sabíamos. En su foto de la cédula tenía saco de cuello alto, y peinado tipo Beatle. Hoy dirían tipo emo. Pero no. Era Beatle original.

Libros, discos, películas. Un día compramos en el Superley una biografía de los Beatles. La verdad el no leía y yo si. Asi que leí las últimas tres páginas y apenas la bala entró por el cuerpo de John Lennon quise leer la historia entera. Tenía 12 años, y quizá en eso pensaba yo cuando tenía 12 años. En los Beatles, andaba buscando libros de adultos, cuando apenas salía de jugar con las muñecas. No sabía los nombres de las canciones, no de muchas. Let it be, Yesterday, y Ob La di ob la da. Let it be, sonaba en la organeta de la casa, y en el LP que mi papá ponía. Pero yo fui de la generación del Casette y había muchos con el label impreso en impresora de cinta, The Beatles, y uno podía decir con la T muy pronunciada como mi papá o con la T como una suave r como aprendí en mis clases de inglés del colegio. Y leí la historia completa, y ahora ya recuerdo muy poco, pero fue suficiente para tener una razón mas fuerte que la de ser hija de mi papá para ser una Beatle Fan.

Luego cuando el CD se hizo popular ya mi papá tenía casi la colección completa, Imagine, un nuevo mundo, un mundo en paz, donde no haya fronteras y todos seamos felices, es posible? Pensaba yo junto a John Lenon cuando tenía 14 años y quería salvar el mundo de Uribes y Guerrillas, y tenía muchas tardes lúcidas como la noche en la que escribo esto.

Me gustan los Beatles porque siempre alguna de sus canciones me sorprende. Porque los puedo cantar, porque puedo llorar, y sonreir, y puedo bailar mientras voy manejando a toda velocidad y a un alto volumen y uno cree que llegará tan rápido al pasado y podrá gritar con las fans, y estar en el furor, de LOVE y All you need is Love y esas cosas bonitas de LSD y somos mas famosos que Jesús.

Porque son banda sonora de muchas películas bonitas. Películas que llenaron mis tardes de ojos cuadrados. Porque ambientaban almuerzos en la mesa grande, almuerzos de domingos y sonrisas, con el Yellow submarine, y chistes de mi papá se puso amarillo apenas vio mis notas del colegio, y ese imaginario setentero en los Laserdiscs. Tardes al lado de mi papá, en la seguridad de sus sueños, viendo HELP, como si no necesitara traducción solo el lenguaje universal de los Beatles.

Y cuando el se murió, y no había respuestas por ninguna parte, yo le pregunté a los Beatles y ellos me respondieron con Blackbird, porque en algún momento hay que volar, y ese no es un bonito momento, es doloroso, pero tiene que pasar. Y eso fue lo que hicimos con su partida. Volar.

Y Tokio Blues, y Murakami, Norwegian wood, otros Beatles, mas meláncolicos y llenos de nostalgia por amores pasados, acordes mas suaves, mas amarillos atardecer. Here comes the sun.

Yo le preguntaba a mi papá porque los Beatles no seguían juntos si eran tan geniales. Eran el símbolo de que todo tiene un inicio y un fin, y aun así la vida tiene que seguir. De que las historias de hadas no terminan bien y que el castillo de cristal puede romperse con una bala. O un ventarrón.

Noches de Barcelona, con olor a Barcelona, Murakami y los Beatles. Hapiness is a warm gun, canciones con titulos geniales, estupidos, ser un Beatle fan es cuando a uno le gustan las canciones raras, Eleanor Rigby, para toda esa lonely people, When I´m sixty four, para los que creemos en amores eternos, The long and winding road que duele en el alma, She´s leaving home con toda la sinceridad.

Porque son puro Rock´n Roll, porque son muy buena onda, porque me recuerdan las tardes bonitas con mi papá, porque me animan las tardes, porque me hacen sonreír, porque siempre me sorprenden, porque no los conozco del todo, porque aun no me se todas sus letras estúpidas, y menos las menos estúpidas, porque fueron victimas del mundo postmoderno, de la cultura pop, del consumismo, del Billboard, porque fueron monofónicos, porque hay que escucharlos con los dos audífonos puestos, porque puedo escucharlos cuando monto en bici, cuando estoy triste, que me embelezan el corazón cada vez que los necesito, porque los cantan en un Flashmob, porque se usan en comerciales, porque son el sonido universal, porque me pregunto cuándo alguna generación dejará de escucharlos, porque son el Hakuna Matata de los años 60.

Finalmente descubrí una emisora casi siempre con originales. Culpable de este post.

Y aunque yo sea una mala fan y no sepa que se separaron en 1971 porque creo que sus últimos discos están mas cerca de mis días que tan lejanos. Algún día y antes que se muera, pagaría lo que fuera para ir a un concierto de McCartney.

Nota al margen: Quiero hacer un cortometraje. Eso fue el resultado de la lucidez de los Beatles al lado de mi amor, en medio de los besos. Y me dispongo a copiar algunos de sus discos en mi pc.

5 comentarios:

gmontoya dijo...

Qué bello

S dijo...

Con lo ojos aguados termino de leer el post, pensando lo mucho que significan los beatles para mí. Creo que somos muchos los fans, porque los beatles tuvieron la capacidad de expresar tantos, pero tanos senitmientos,que su música es un referente universal. Algún escritor que leí hace poco decía que hay una canción de los beatles para cada uno de los estados del alma. Creo que no está muy equivocado

Mi historia con Los Beatles es distinta. En mi adolescencia, su música me gustaba, pero no moría por ella. Me volví fan principalmente por dos factores, uno heredado y otro de puro azar. el heredado es que mi papá tambien es un fan consagrado, al punto de decir (al hablar de su generación) que
"las influencias más grandes que teníamos eran Los Beatles y el Che Guevara"
Eso hizo que el tuviera una colección, y que hubiera comprado el Anthology (los 8 tacos de video con la historia) en la casa. Yp nunca había tenido tiempo para verla, pero ahí entro a jugar el azar.
En un accidente de trineo en guarne (sí, trineo, sí en guarne, es una forma más elegante de decir que fue tirándome en un costal por una loma mojada) me quebré el pie izquierdo. Ante el escenario de estar una semana inmovilizado, los 8 tacos de viedo eran una opción de entretenimiento muy atractiva.
Despues de verlo, mi actitud hacia los beatles cambió, y se volvieron uno de mis referentes musicales más importantes.
Y últimamente, la capacidad que tienen los beatles para conmoverme es ilimitada. Strawberry Field Forever, All you need I Love y esa idea que transmiten que el mundo puede no ser tan mierda, y que lo importante de la vide es lo simple, siempre me provocan un nudo en la garganta. Y ni hablar de Hey Jude, que es mi cancion de curación personal por excelencia.
Gracias por escribir lo que escribiste Nitu, siempre es bueno dejarse conmover en el fondo, y con tu post lo hiciste de formas que no te imaginas, o tal vez sí, ya que sospecho que los beatles te mueven el alma tanto como a mí.
Te dejo con una recomendación, hay una película que se llama Across the Universe (http://www.imdb.com/title/tt0445922/), si no las has visto, dejá de hacer lo que estás haciendo y alquilala o bajala YA. Es espectacular.
UN abrazo

Santiago

Ana Maria Vallejo dijo...

Santi,

Voy a ver la peli, la pongo a bajar ya. Y pues que bueno. Aqui en mi casa tambien está el antology pero nunca lo he visto completo. Llegará el día. Y si, los Beatles compusieron cada canción para cada estado del alma y del mundo.

Un abrazo.

arol dijo...

Tenemos el mismo gusto, la misma admiración y, también tenemos el mismo sueño

Ana Maria Vallejo dijo...

Arol! Yo sé. Un abrazo!