Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

lunes, 18 de octubre de 2010

Ires y venires



Han sido dias de muchos movimientos fisicos y emocionales. El verano, no muy fuerte por cierto, se fue y con el llegó entonces los vientos y los árboles naranjas, los atardeceres suaves y mas bien fríos, algunos dias mojados, sacar los abrigos y vestirse y desvestirse muchas veces al dia poniendose y quitandose que el abrigo, el saco, los guantes y bueno aun no el gorro, pero pronto, supongo. Las manos no se calientan mucho, la calefaccioón dura casi todo el tiempo prendida para no despertar a las 5am con un frio de un grado. Asi es el otoño, frio, muy frio.

Hace 15 días dejé Berlin por un fin de semana, necesitaba otra vez moverme, y se veia una mañana la torre de Televisión atrás en el tren al sur. Viajando en la modalidad de “Mitfahren” con una alemana que hacia windsurf y tenía un perrito Fritz y un alemán (otro joven, no otro perro) que compró uvas para comer en el camino (unas muy dulces y muy buenas).



Despues de cambiar de trenes como 3 veces llegué a Erfurt, donde no hacía tanto frio como en Berlin y caminé entre la ciudad vieja, por entre los rieles de tranvias, comi salchicha con mostaza en un pan (como un perro caliente pero muy aleman: es decir muy simple) pero buenisimo la verdad. No hay fotos, o aun no, porque la memoria que las tenía fue borrada despues de la descarga y en el pc tambien las borré. Erfurt y supongo que las ciudades viejas alemanas cuentan historias medievales, se siento uno en cuentos de hadas o entre las páginas de los hermanos Grimm.

El plan al otro dia con mi amiga que estaba recien mudada a Erfurt era bajar hasta München al Oktoberfest, yo ni lo pensè, ¿Por qué no? Pues si, el madrugón fue de 3am, tomar tranvía, ir a la estacion principal, tomar el tren, y hacer como 4 cambios de trenes, hasta llegar a las 11:30 a la ciudad. Aquí es caro viajar en trenes pero hay posibilidades de hacerlo barato, como por ejemplo con el Wochenende Ticket, que entre 5 pueden viajar juntos, por solo 37 euros. Asi cada uno paga como 7 euros y se puede conocer mucho asi. Pues si, eramos 5 y aunque el grupo no era precisamente bebedor, igual mucho tiempo para tomar y tomar, no ibamos a tener, pues a las 5 teníamos que volver a tomar el tren.



El Oktoberfest es impresionante. Primero hay mucha gente (Eso lo sospechábamos, pero tanta!) Luego la feria de diversiones, es preciosa porque es un estereotipo diferente al Disney, y los olores son reales, huele a dulce, suena a gente gritando, y además hacía un día precioso (y yo había ido como preparada para el polo norte) Dentro de las carpas siempre hay lleno total, y estan todos los alemanes vestidos de alemanes, y las mujeres con sus faldas y vestidos preciosos, y los vasos de cerveza de litro a 9 euros. Y si, pues ahi me tome un vaso de esos e hice videos (que no se si alguna vez salgan a la luz...) y tome un par de fotos no muy buenas pero fotos, para el recuerdo.



Y de nuevo las 5 despues de unas nueces dulces muy dulces, un chocolate caliente, rapido a la estación, para otra vez montarse en el tren, por error en primera clase y viendo la tarde caer por la ventana, con el culo bien plancho y de nuevo el coxis molestando llegamos a las 11 o algo asi a Erfurt.

El lunes en la noche de vuelta a Berlin, con la cabeza aun en movimiento, con los aisajes por la ventana, en un carro de un alemán, es que el mitfahren es el “echar dedo” moderno, con otros alemanes con los que por mas que uno intente hablar, pocos tienen la paciencia para esperarlo a uno mientras uno encuentra las palabras precisas.

De vuelta a Berlin, estudiar, cambio de profe en la clase, todo va muy rapido, tan rapido como las hojas se vuelven amarillas y algunos arboles las han perdido todas y las mañanas amanecen a un grado. Y empezar a buscar casa, otra vez, porque quise, porque encontre con quien buscar un apto, pero tambien buscando havbitaciones a ver que resulta, porque buscar casa en Berlin (buscar casa en general) empeiza a ser maratonico, decepcionante y frustrante hasta el momento (porque tiene que llegar) en que uno pueda comprar un colchón para ponerlo bajo techo.



Un dia fui al mercado y encontre Uchuvas bogotanas, y las compré, y mientras trataba de encontrar las fotos perdidas, bajando programas sin crack y bajando los cracks sin el debido cuidado, y una uchuva detrás de otra, se dañó el pc y las uchuvas se acabaron y pelié con el primero que me encontré y en fin.

Me demoré toda la semana arreglando el pc, ahi es cuando recuerdo las noches enteras con mi papá arreglando y cacharriando, para agradecer que aunque meto la pata, la puedo desembarrar, y que menos mal ahora es solo formatiar (claro habia que salvar los datos primero) y poner el disco para restaurar el sistema. Y ahi esta.

Suena mas facil de lo que fue, por lo costoso, y lo demorado. Pero aquí estoy 15 dias despues, aun sin casa (para noviembre y los meses posteriores), ya con el pc sirviendo, pero con la mitad del software en alemán (ojala sirva de algo y no me traiga mas problemas), tratando de organizar mis fotos y mis datos entre los discos duros y este pc. Poniendo a tono este mancito que me hace falta y al que estoy medio adicta, porque es el unico que no me deja de querer. (el pc, claro, aunque no falten las pataletas virulentas)

Pasé al nivel siguiente de alemán. Mi cabeza sin embargo es como si hubiera vuelto a empezar a aprender. Ich muss mehr Deutsch sprechen. Pero la verdad es que yo estudio a veces, me voy al parque cuando hace sol, y otras veces escucho podcast en Alemán y tengo la radio prendida asi no entienda sino que cada día la temperatura baja y baja.



Mi mamá me dice que no estoy contenta, y detrás del teléfono siento la voz quebrada y se me rompe el corazón. Mami no llores digo en mi cabeza. Berlin me estaba esperando, solo que yo sigo buscando.

1 comentario:

Andrea Doria dijo...

Una historia llena de sentimiento, y de ganas! Esa es la aptitud!