Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

miércoles, 29 de junio de 2011

Mi papá me enseñó

En mi colegio había unos computadores Tandy. Recuerdo que la primera lección fue el monitor se apagaba primero que la CPU. En mi segunda clase, lo hice al revés y no le conté a nadie. Porque tenía miedo de haberlo dañado. Desde entonces soy así, dañar cosas, hacer años y el miedo terrible que las cosas se estropeen por mi culpa, aunque ya he aprendido un poco a aceptar la culpa. Así llegué a mi casa y apenas vi a mi papá le conté, seguro con lágrimas en mis ojos, que no quería volver a mis clases de tecnlogía. Yo lo recuerdo así, de pronto es solo una invención, mi papá suelta la carcajada, y me abraza y me dice que los computadores no se dañan a menos que uno físicamente los rompa. Y claro, el Tandy de disquito de seguridad amarilla, nunca se dañó.

Mi papá me enseñó muchas cosas, entre ellas esa y bueno, también me enseñó a instalar software desde diskettes hasta los Cd-rom, a desbaratar los computadores, a formatear un pc, asi ya lo haya olvidado. Después de tantos años ya, que parecen una eternidad desde que el se fue, pienso que mis carcajas son parecidas a las suyas, que mi cabeza fría a veces es como la suya, que mi obsesión por algunos aparatos son su herencia, que la gente es buena, así se equivoquen una y otra vez. Que lo cortés no quita lo valiente, aunque yo siempre soy muy cobarde.

También me enseñó el valor de ser empresario, emprendedor, de ser independiente, de arriesgar cuando solo se tiene la cédula, y si se tiene mas, con más razón. Siempre nos dijo de hacer lo que quisieramos, sobre todo si eso nos hacía felices. La felicidad que el me enseñó y que yo buscó a cada segundo, no era un estado celestial, era la vida misma con sus preocupaciones, con sus tragedias. Me enseñó y no se si porque el lo hiciera, sino porque lo hice para que no verlo tan triste, sonreir aun en los momentos mas dificiles, mirar a los ojos y decir la verdad, o estar en silencio, mirando a los ojos, sabiendo que no hay mucho por decir.

Es como si hubieras muerto ayer, de nuevo. Y también es como si todos los días que lo recuerdo, muriera una y otra vez. El dolor se hace menor con el tiempo y la vida que el nos dejó. Si. Uno no cree pero eso pasa. Es la vida, que sigue rodando asi los hombres inventemos estrategias sencillas y aparatosas para detenerla o alargarla.

Emprender proyectos, trabajar con la gente, ayudar a los cercanos, dar la mano cuando se necesita darla. Volverse a parar aun cuando todo está perdido. Si, papá, hay que hacerlo. Por eso seguimos, y aun, cuando muchas cosas se siguieron perdiendo, hay que seguir con estos 27 años, o estos tantos años que nos dejaste.

El miedo a fracasar, a perderlo todo. No podías verlo, porque habías trabajado mucho. Pero lo sabías. Sabías que nos ibamos a caer muchas mas veces, que ibamos a estar tristes y que la felicidad se nos iba a perder una y otra vez. Pero papá, siempre estan las sonrisas, esas que dan la felicidad. Siempre estás en nuestros recuerdos, en nuestras desiciones, en nuestras lágrimas.

Aprender a dar aceptar, a leer los anuncios del pc, como los de la vida, como que hay que seguir, dando continuar, hasta terminar la tarea. La vida, como un computador, no se daña del todo.

Son ciclos. Uno que se cierra, y uno que inicié hace tiempos y espero formalizar pronto. A pesar de la distancia. Tener un propio patrimonio, algo porque dar la vida si es necesario. Ser independiente, trabajar el doble, tener menos plata que el resto, pero la satisfacción, si, de estar haciendo lo que uno quiere, siempre y cuando no se haga daño a nadie. Ni se pase por encima de los demás. Si papá, nada es una pérdida completa. Ni la vida una sola.

3 comentarios:

Blueandtanit dijo...

Que hermosura de escrito, que bonitas esas enseñanzas que tuviste.

Estoy totalmente de acuerdo con tu post, y sí, aunque uno sea cobarde, y uno caiga muchas veces, siempre que uno pueda levantarse hay que hacerlo, seguir la vida, luchar por sus sueños.

Y sí, nada tan hermoso y tan satisfactorio como hacer lo que uno quiere, sin hacer daño al otro, no importa que uno gane menos plata: es feliz.

Un abrazo y gracias por seguir escribiendo.

Ana Maria Vallejo dijo...

Cata,
Gracias por leerme aun. :)
Un abrazo!

30dientes dijo...

Que buen post!
Aprender es un camino complejo y los padres nos heredan mucho mas que la genetica.
Te viste Lost? alli hay mucho de los padres..
un saludo y gracias!
;)