Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...
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martes, 1 de marzo de 2011

Y donde vivo yo?



Viaje muchos kilometros para tener mi casita. Donde este mi desorden, donde yo tengo que cocinar, barrer, aspirar, lavar el baño. Esta muy bien, porque es mi primer hogar, asi aun no sea del todo independiente, donde tengo que cuidar de mi y un poco de mis amigos, los que viven conmigo. Construyo una guarida, me acostumbro a un barrio, camino unas calles. Esta es mi casa, este es mi barrio, asi lo sea solo por unos meses mas. Llegue a el en noviembre y nos iremos en junio. Pero es mi recorrido casi diario hasta mi guarida, hasta donde elegí desde vivir hasta morir cada dia cuando el sol se esconde. Donde me protejo de mis fantasmas, de mis miedos, donde los cultivo en las tardes de hacer nada, en mis medios dias de pasear por las mismas calles, que muestran siempre novedades y donde yo siempre sere una extraña, como todos los que veo en la calle. Vivo en Grimmstrasse, la calle de los hermanos Grimm, en la soñada Berlin, en el alternativo y precioso Kreuzberg.

Otro dia les muestro el interior de la guarida. Hoy, mis calles, mis pasos.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Por fuera de casa


Sali una mañana de mi casa. Grimmstrasse 7a corriendo pensando que ya iba tarde. Maletica azul y mochila. Abrigo. Debía tomar el tren hacia Stuttgart. Miercoles. Y con un señor sentado a mi lado casi todo el rato vi por la ventana el recorrido. Cerca de 5 horas. Y llegué. Habia pasado la noche anterior empacando y las dos anteriores, preparando una exposición para la clase de aleman sobre Creative Commons: me pasa algo cuando hablo Alemán y es que cuando tengo la palabra y muchos me miran me da pánico escénico y se me olvida que tengo que decir y peor aun, solo pienso en eso. Asi fue un pequeño desastre del cual solo quedará reírse cada vez que lo recuerde. El tren. La estación. Stuttgart.

Al llegar información turística, mapa de 50cents, al hostal. Preferi ir caminando sin saber que quedaba en la montaña y que la maletica habia que cargarla por escaleras que subian a la montaña. Pensé en mi Medellin y en sus escaleras y lomas y en los colores naranjas y no se porque uno a donde va compara sin querer, pero queriendo. Es lohnt sich me dijo alguien cuando pregunté como ir hasta alla por segunda vez. Sobre la vista. Y si, mi compañera de cuarto Maria, polaca y enferma con un olor a laca espesa. La vista sobre el vallecito que aloja esta ciudad de nombre redondo: Stuttgart, Stoccarda en italiano. Anochecía. Salí.



Bajar la montaña, descubrir por donde caminan los peatones, edificios grandes, la ópera, el museo de historia, la galerìa de arte. ¿Y dònde esta la ciudad? Luego la plaza del castillo el museo de arte moderno, el mercadito de navidad, la calle de los reyes, la calle de las compras. Si en Colombia los pueblos se organizan al rededor de una iglesia en Alemania al rededor de una estacion de trenes y un castillo, y casi siempre una calle peatonal de compras. Pues si, basicamente de 6 a 8 se compra y despues se cierra todo y la ciudad sola. O eso parecia. Adentro de las casas pasan cosas solo que afuera uno no se da cuenta: solo hay que conocer la movida local. Y no ser un extranjero. Dificil.

Dia 2. A Ludwisburg. Film Akademie Waden Wurtemberg.

Miro a ventaba del tren desde donde escribo.

Vuelvo a la Academia. ¿Qué quiere hacer? ¿Tiene talento? Leidenschaft? ¿No quiere vacaciones? Aplique, sino, no pierda su tiempo. Mientras tanto Ludwisburg es como el Retiro solo que tiene un castillo y estación de trenes y la calle con tiendas mas locales. Y la Academia.



Y si, yo quiero agua le digo al señor del tren. Tambien quiero estudiar. También.

Al otro dia no quedaba mas que viajar a Roma. Dejé la maletica azul en la consigna y fui a la libreria. Busqué un libro: Home is what you left. Tambien lo que hay adentro, la búsqueda es home.

Luego en el mercado donde los niños patinan a la luz del dia y con un tibio sol, me tomé un vino caliente: qué calor.

Y tomé el avión. Y vi los alpes nevados y me tocó en ventana y llegué. Roma. Maletas. Esperar. Tiquete. Tren. Termini. Santiago. Sonrisas. Muchas.



Es que ya no somos unos niños, pero que bien se siente estar juntos como cuando niños.