Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

viernes, 7 de septiembre de 2007

Apartes, del inicio y algunas opiniones del continente europeo

Pero todo empezó cuando me monte en el avión, en el que no dormí en ninguno de los dos trayectos por nervios a pesar de no haber dormido desde hacia casi dos noches. Es decir, no dormí en casi tres días antes de llegar, mas el desfase horario… pero a mi los nervios y la ansiedad (sentimiento gran compañero) no me dejaban cerrar el ojo, Y miraba por la ventana y no veía sino nubes y siga viendo nubes. Cuando luego de dormir unos cuantos minutos (si porque cuerpo finalmente estaba cansado y venció al compañero sentimiento) me asome por la ventana y vi la península ibérica. Amanecía ya, y yo volaba sobre la península ibérica! La madre patria! Después de la larga espera en Madrid, y la ya luego llegada a Barcelona, el encuentro esperado, ahí por fin después de tanto planear, de tanto soñar. Si ahí estaba Paula esperándome para tomar el tren para su casa en el barrio de gracia. Ya no me acuerdo si el tren, ese mismo nos llevo directo, entre tal cosa y la otra se me fue el tiempo… veía la gente, las calles, lo que se alcanza a ver desde el tren hasta que se profundiza en lo subterráneo de Barcelona. Y que les digo yo, nos bajamos de ese tren y vuelvo al nivel uno de la ciudad y me encuentro en primer plano la casa Batló de Gaudi, así en primer plano. Y el piso, de las aceras de esa calle, la que lleva hasta la casa de Paula en la riera san miquel (la calle se llama paseo de gracia, el barrio gracia, la casa de Paula riera san miquel), ese piso es de flores grabadas.. y luego la pedrera (otra casa de gaudi). O sea uno va caminando por la calle y ups, ahí están, como nunca te las has imaginado un par de casas que un señor muy loco se le ocurrió hacer a punta de piedra, con churruscos y azulejos… un señor que es Gaudí. Si Barcelona es la ciudad Gaudí, la ciudad del modernismo, la ciudad en la que se respira arquitectura. Una ciudad del tamaño de Medellín, solo que sin comunas… () con unas montañitas detrás (en la europa que conocí, las montañas no son como las de aquí, grandes y difíciles de traspasar… allí son colinitas) y al otro lado, el mar. Asi es Barcelona, una ciudad en la que hay mucho turismo (que quede claro, esto lo voy a decir muchas veces, porque siempre fui turista, claro, parte de la masa pasajera de gente de una ciudad durante el verano) pero sobre todo una ciudad que uno siente que la gente siempre está de paso. Una ciudad llena de jóvenes, y claro viejitos catalanes que comen pescaditos fritos y toman cava.. o bailan en la plaza de la catedral al ritmo de los boleristas.

Es que así como uno va caminando por la calle en Medellín y te encuentras el parque de la luz, el pasaje Carabobo, el parque Berrio y el edificio Coltejer (grandes obras maestras…) allí uno se encuentra, o sea casi que se cae porque le hacen zancadallia, todo tipo de monumentos, que la ruina, que la calle donde pinto tal pintor, que el museo con la mejor colección de arte (de cualquier mundo) porque la diferencia entre esta tierra americana y la tierra europea, es que la tierra americana no está ganchada (lease: usada y ya casi sin ser usable) y la europea si, y mucho. Que las tierras americanas, y particularmente la mía, la colombiana solo la pisan en el 90% colombianos hijos de blancos, indígenas y negros, pero colombianos casi todos. Y allí en las europeas, los pies que las pisan, son de todo el mundo –africanos, asiáticos (llena de turistas japoneses) latinos y europeos de todo Europa, (ahh y gringos tontos que van mochiliando en el euro rail) porque Europa es una (1). Europa, uno sentiría que es un territorio (pequeño el) donde la diversidad cultural existe (ahh que no le vayas a decir a un catalán que es español… o a un francés que parece alemán, o a un italiano del sur que es igual a los del norte, ah no!) pero donde todos tienen los mismo derechos. Y donde ya la mezcla racial es mayor que en cualquier parte… si ellos nos colonizaron, ahora nosotros vamos y nos mezclamos con ellos. La arabo-fobia pareciera que no existiera y fuera solo un mito (quien dice que no lo es) porque los árabes están en todas partes, y como en Alemania, uno puede ver que no son comunidades marginadas. En fin, la tierra prometida: Europa

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