Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

lunes, 27 de abril de 2009

Dulces sueños

Llevo varios días soñando cosas intensas. Muy reales. Hasta ya tuve le sensación y la creí como real de una llamada que se que solo fue un sueño. Pero estuve dos días pendiente de responderla. Pero fue un sueño, ya lo descubrí.

Pues si anoche soñé muchas cosas. En mis sueños siempre hay muchas cosas por hacer. Misiones, retos.

Anoche bajaba a mi casa y empezaba una tormenta. Me acuerdo que luche contra el viento huracanado, muy fuerte. Mucha lluvia. Yo luchaba contra el viento, muy fuerte. Y era de noche. En la mitad del camino un árbol grande, medio chamizo, se cayó a mi lado. Luego me encontré con una tía y con gente conocida en un carro, y algo pasó pero el sueño cambio de intención. Ya luego estaba en casa. Y de aquí empiezo a mezclar sueños. Por lo tanto solo busco en mi diccionario de los sueños que significa huracán y árbol caído:

“Aún cuando el huracán posee un simbolismo muy complejo en el cual tres de los cuatro Elementos tradicionales: el Fuego (los rayos), el Aire (el viento) y el Agua (la lluvia) se desencadenan y arremeten contra el cuarto, la Tierra, en los sueños su simbolismo se limita al de una gran prueba a la que hay que afrontar y de cuyo resultado saldremos robustecidos o desarbolados.”

“Si las emociones son negativas (temor, angustia, culpabilidad…) o el sueño termina mal, entonces refleja el temor ante acontecimientos que nos vemos incapaces de superar y que pueden acarrearnos pérdida de bienes, de amistades, e incluso algún accidente”

Árbol caído: “Ver árboles secos y deshojados es indicio de infortunio; si hay ramas rotas o se las rompemos, enfermedad o amputación; si el árbol está abatido, es que hay que perder las esperanzas, pues la desgracia caerá sobre nosotros.”.

O sea desgracia anunciada. Ni modo, ni preocuparme porque será inevitable.

Ya saben que si algo pasa, lo predije. Puede que sea la pandemia que nos va a matar. O un carro que me pise. Ojalá solo ojalá, que si algo pasa, sea a mi.

Y ya sabrán que dirá mi epitafio: murió luchando la vida.

Y ahora conecto mi cabeza con mi almohada y mis sueños.

Dulces los tengan.

4 comentarios:

Jorge Montoya dijo...

Dulces, amargos, de múltiples sabores, están ahí los sueños para llevarnos a lugares de nuestra memoria que ni siquiera sabemos que existen. A mí no me gusta preguntarme por el significado de mis sueños, pero suelen inquietarme bastante.

Dulces sueños señorita :D

mp dijo...

Ani! que es eso tan horrible! ya me estreseeeeeee! justo ese sueño antes de que la mama se vaya de viaje? hagamos caso omiso a los significados de tu diccionario, que no te va a pasar nada a ti, ni a nadie.

Ana Maria Vallejo dijo...

Jorge, yo olvido los significados pero los sueños se aparecen en los días. Dulces y amargos isa son. A mi en general me gusta tanto soñar que no me despierto hasta estar satisfecha con el desenlace.

Pauli. No pasa nada. Es solo un sueño.

Y por cierto. La llamada que creí que era un sueño, fue real.
Je.

Juan David Escobar dijo...

Ojalá que no signifique tantas cosas. Ojalá solo quiera decir que todo se movera, y que la tierra al moverse, te movera.

Tal vez. Dulces sueños :)