Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

sábado, 17 de abril de 2010

Porque mi mundo no es como lo he soñado


Mientras caminaba esta tarde, con cuidado para que no deslizarme en el piso mojado por una llueviecita constante de viernes frío, mientras ya que había escampado y el paraguas me servía de bastón, mientras ahi en el parque de Berrío hacían política mientras el frío y la lluvia y unos pocos con carteles amarillos y una campaña mal hecha, y mientras un chico de la calle, de ojos profundos, me miraba y me pedía un pan de 200 y mientras yo sonreía y le decía que no, pensaba que hay lugares hasta donde la politica no llegará nunca, no aquí, no aquí.

Mientras el cielo se estaba despejando, y mientras me bajaba de un Santra Belén en medio de un taco y con vallenatos viejos y mi cabeza dando vueltas por el sueño, pensé que no me gusta esta campaña política, que aunque quiero que me gusten estos días y aunque quiera creer en alguna de la campañas en vez de los hombres. Por que uno no puede creer que son hombres los que gobiernan y que son solo ellos que por pura bondad quieren ser presidentes de lo que muchas veces es solo un mierdero. Pues son equipos y asesores e intereses los que están detrás de estos hombres de sonrisas, de slogans, de ojos pícaros, de lágrimas, de silencios y de declamaciones. (Y también detrás de la única mujer que es un vergüenza para el género femenino, que propongo excomulgar) Si, detrás de todos ellos y de ellas no estan sus ideas, sino los hechos de una politica que nunca ha estado al lado de la gente, de una democracia que no sirve, porque no representa a los que mas la necesitan.

Son estos dias, en los que todas las mañanas los escucho decir mentiras, los escucho tapar las cosas malas que se han hecho, que se culpan entre ellos, que buscan la guerra y no piensan en la paz, y no solo a la mañana, sino al medio dia y a la noche, y no dejo de oirlos para llenarme de argumentos para seguir creyendo que este mundo que nos construyeron y en el que me educaron con resignación esta muy mal hecho, un mundo donde solo importa cuanto trabajes para ver cuanto ganes y nunca es suficiente porque claro, el dinero, no da sino muchos papeles y extractos bancarios, poco tiempo y mucho estrés.

Yo, que creci afortunada en una castillito que mi papá nos hizo, con vacaciones en fincas, colegio privado, educación de la mejor, iglesia al lado de la casa, que estudié en una universidad privada, pero fui a la pública por una extraña convicción que no supe muy bien de donde venía (menos mal la tuve y que creo que nació de una educación que me lleno de una extraña conciencia) puedo decirle a todos con los que crecí y a todos con los que vivo mis dias hoy, que este estado de mierda no me ha dado nada. ¡Nada! Y menos hoy que soy independiente y que veo a mis mamás envejecer y hacer filas por una pensión y por una droga de eps o pagar un seguro de salud. Y pensar que yo también me hago adulta y que a mi alrededor empiezan a crecer unos niños, la verdad sin un futuro y que para esos niños lo único que les será importante es el dinero que sus papás consigan de sol a sol, para que ellos puedan crecer como yo crecí, como minimo.

Si, este Estado no me ha dado nada. Ni salud (porque tengo prepagada), ni educación (porque pague matricula de mas de mil pesos y mucho mas en la U pública) ni seguridad (porque vivo en un barrio donde siempre han robado hasta en la puerta de la casa, una ciudad en la que han matado, un pais en guerra desde hace décadas) ni justicia (porque he crecido viendo injusticias, no es sino asomar la cabeza por la ventana y no se ve sino eso) ni paz (porque hasta yo, que trato de ser pacífica y he controlado mi mal humor, me sorprendí alguna vez que no hubiera sino un muerto con una bomba en un lugar público). Y eso que he sido afortunada.

Y este hombre que se va despues de 8 años, que muchos creen que parte la historia de Colombia en dos, yo digo que pasa igual con todos esos equipos que disfrazados en un nombre, equipos que cambian de nombre, que nada cambia, que nada parten, no porque se pueda manejar en una carretera con 1 soldado cada kilómetro, como carne de cañón o en una playa con un batallón detrás, mi vida es mas segura, ni tengo más paz, ni tengo más justicia, ni más educación, ni más salud, ni mejor desarrollo. Ni mejor futuro para mis hijos, ni bienestar para la gente con la que trabajo. No. Ni porque hagamos colegios preciosos en barrios de tolerancia, donde los niños van a la escuela y regresan a su casa donde su mamá es prostituta y pobre y su papá un borracho, o jíbaro y aun no haya salud gratuita de calidad, o trabajos dignos con salarios dignos (mas del salario minimo que es una verguenza). No. Ni porque haya un puente que represente la union entre dos bandas, las bandas dejan de existir. Que no entiendo porque esta ciudad que hoy es una olla atomica, porque la contaminacion es absurda, que de primavera no tiene mucho, creció con mis padres y mis abuelos sin que ellos ni los que estaban a su lado, se conmovieran de la pobreza en las laderas, mas alla de la caridad de la iglesia. Que nos hemos matado por tres decadas, desde que tengo memoria. Y que de ahi, de los que no se conmovieron, salen los que hoy nos representan y de ahi saldrán los que representaran algún dia a mis hijos, si tengo algunos. Que no me digan que han hecho mucho, porque eso que ellos hicieron lo debieron haber hecho hace años los que antes estuvieron ahi. Ellos hacen lo obvio, solo lo obvio.

Porque en dias como hoy, mientras camino con las gotas sobre mis zapatos y mi cabeza, no quiero tener hijos que tengan que pensar que nadie de mi generación hizo nada por construir un mundo mejor, un mundo donde lo que yo sueño pueda ser posible, sin pasar por una ilusa, y una soñadora, porque como dice el subcomandante Marcos, si no existe un mundo donde quepamos, entonces construyamos un mundo para nosotros.

Hoy no creo en el Estado. Hoy quiero que no haya presidentes, ni congresos, ni señores sucios, siempre sucios como Pilatos lavandose las manos.

Hoy quiero una comunidad autoregulada, pueblos pequeños, poderes bajos y dineros pocos. Hoy quiero otro mundo, un mundo parecido a la tranquilidad que siento debajo de las cobijas cuando sueño mundos mejores. Solo hoy y despues de una tarde fria puedo soñar, solo soñar.

3 comentarios:

Germán Andrés Quimbayo Ruiz dijo...

Lindo, pero a la vez sentido y triste post. Pero me conmovió más, porque recoges toda la mierda que he sentido por estos meses. A veces tus propios sueños, así sean muy tuyos, de una u otra forma se ven truncados o cuestan mucho en hacerse realidad, por vivir en una sociedad en que dichos "líderes" no hacen sino mantener ese "status quo" y generar mesianismos, que la gente se traga. Pero hay que persistir, el resultado es la mejor recompensa.

Saludos desde Bogotá.

@gquimbayo.

Juan David Escobar dijo...

Lo llamaran pesimismo, pero hay que decir que es poesía en medio de tanta mierda.

Que mañana, no como la niña manipuladora de la cuña de la Dian) un hijo, o un sobrino tuyo te pregunte por qué si y el por qué no de tus acciones, uno pueda decirle que se hizo algo, alguito por cambiar el mundo, nuestro mundo.

Joaquín Gómez Meneses dijo...

Siento muy cerca muchas de tus apreciaciones. Pero creo que te echás encima un lastre que no es solo tuyo. Sería como culpar a los que no han nacido de una desgracia que ellos no desataron. Como Juan David, otro de los comentaristas, espero que un día te animés a darte cuenta que lo que hacés tiene un impacto en el mundo en que vivimos. Sigo tu trabajo y creo que mostrándolo como lo estás haciendo, estás tras una buena alternativa.

Lo otro es que el Estado y el gobierno son dos cosas distintas. Ese entramado que nos da las garantías como ciudadanos es el que cae en malas manos, en malos gobiernos y el Estado se vuelve en contra de nuestras garantías fundamentales. Vos misma lo decís: no son hombre los que gobiernan.

Saludos desde Bogotá