Tengo una mesa de billar al lado. Una nevera de Cocacola de esas que en las películas se atrancan. Estoy en un hostal. Es decir por fuera de casa, desde hace mas o menos 3 días. Está será mi casa durante los próximos 10 y aun no creo que algún lugar de esta ciudad será mi casa por los próximos 6 u 8 meses.
Afuera hay un jardín con cabras. Unas mesitas para recibir el sol, aunque no haga ningún sol, y sea un día fresco. Si, fresco, como no se conoce en mis tierras, de principio a fin.
Los aviones me dan mucho desespero. Comprobado. Ademas del miedo que me da despegar, me siento en la nada y pierdo conexión con mis mundos. No hablo con nadie mas allá de lo necesario. Las piernas me duelen, el culo un poco. Hace un clima mediocre que hace que uno siempre tenga frío y calor. Fuera de eso, saber que en camino vienen dos maletas gigantes y que siempre falta algo por recorrer. Y que cuando uno llega, uno no está en casa. Eso ni por muchas mastarcards se mejora. Así es.
Pero todo eso porque quise, entonces me río de pensar que es absurdo que los pilotos manejen uno avión en la noche si no se ve ni forro. Veo el niño del lado dormido y con la boca abierta medio muerto y hasta envidia me da. Yo, que me quedo dormida parada y hasta manejando, no puedo dormir en un avión!!!! es una pesadilla!
Y eso que tenía sueño por no dormir mucho la noche anterior.
En Madrid mientras esperaba compre la Guia Lonely Planet de Berlin en español. Yo se que la idea es aprender alemán, pero sabía que si esperaba a comprarla en Alemán se iba a quedar guardada. Mientras esperaba el avión me quedaba dormida. El mal genio de no poder dormirme, hizo que en el avión a Berlin durmiera a pesar que estuvimos parados como una hora esperando una gente que nunca llegó. Luego uno siempre se despierta cuando pasan con el carrito vendiendo la comida y la señora procedente de España del lado, le grita a su combo viajero que esta distribuído por todo el avión que qué quieren comer. Descubro que a ella como a mi le dan miedo los aviones. Y siento algún tipo de simpatía. De todas formas era una gritona que no me dejó dormir.
La ventaja es que un amigo, me recoje en el aeropuerto y que decidimos cojer un taxi que cuesta 23 euros porque el clima está muy podrido. El hostal queda cerca al Museo Judío en el barrio Kreuzberg, creo. Son varios edificios, 2 o 3 creo, con habitaciones y baños comunes. Me sale mas barato porque mi amigo @camilo_villa vive aqui hace 4 meses y a sus amigos nos hacen descuento. Asi que por 15 euros tengo hasta desayuno!
Y que hace uno cuando llega y deja las maletas? Pues volver a salir. Caminamos un poco y llegamos a tomarnos una cerveza gigante y luego un currywurst. La wurst es la salchicha, el curry una salecita naranjadita que se le echa a la salsa de tomate sobre toda la salchicha. Muchas papas fritas y mayonesa. Y ahi la salchipapa alemana que tanto me gusta.
Con la cabeza dando vueltas y habiendo dormido tan poquito, el mareo del viaje y del medio litro de cerveza, volvimos al hostal y a dormir.
Esta mañana me desperté en contra de mi voluntad para poder ir a desayunar. Los mejores desayunos son los de los hostales. Pero me aguanté las ganas a todas las delicias y comí mas bien poco. Aquí estaré otros días.
Fui a comprar una toalla a un almacén que ví anoche. Casi que no las encuentro, y además parecía una locación de la tercera parte de la resurrección de los muertos vivientes. Todo el mundo compraba como zombie la promoción del día. Y eran muchas. La costumbre es que nadie le empaque nada a nadie y no hay bolsas plasticas. Así que metí la toalla rosada en la cartera.
A la salida vi un buen hombre, anciano, con un puestecito de periódicos. A pesar de haber visto ya el puesto de revistas y periódicos, pensé en los vendedores de Medellin y fui a preguntarle cuanto costaba 1 periódico. Me dijo algo que por supuesto no entendí y seguí preguntando por 1 solo periódico. Pues si, que estaba ofreciéndome la suscripción de 4 semanas. Ja! pude decirle que no me quedaba en Berlin. Me pregunto que de donde era, y respondí: Kolumbien! dijo algo que no se que fue, sonreímos y me regaló el periódico.
Por alguna razón la gente me pregunta y me dice cosas. Lo mismo paso en el almacén con una noticia de no se que muertos, que una señora con cara de espanto me pregunta que de que iban las noticias. Y le dije que ni idea.
De vuelta en Sábado mucha gente por la calle. Muchas bicicletas, el mercado turco, algún vendedor de cosas de segunda. Mucha gente en bici y yo digo, que quiero una.
Me digo todo el tiempo que estoy aquí para quedarme. A ver si caigo en la cuenta.
El internet del hostal es medio pelle. Vienen muchas cosas a las que tengo que acostumbrarme.
Pero de una a la vez.
Así, de viaje.
4 comentarios:
Cualquier cosa que le pueda decir es superficial Ana María; pero realmente sé lo que está pasando, yo no en Europa, pero sí lejos del país y en otro idioma.
Me atrevería a pasar por terapeuta y dar los pasos de la adaptación, pero mejor no; no hay pasos, es personal el descubrimiento de la distancia, el cambio, la nulidad de no ser nadie en ninguna parte (y la ventaja que eso representa también).
Un abrazo le envio y sepa que no será como usted lo imaginaba: mejor o peor, pero nunca igual a lo imaginado; y un aprendizaje, siempre, cada día, cada instante.
Y la felicito por tomar la decisión: nuestra sociedad tiene muchas personas (más de las que creemos) con la intención, la capacidad y la ocasión... pero nunca toman la decisión. Por eso somos pocos, por eso verá en Alemania que son muchos (los que viajan, los que salen). Ellos deciden, otros dudamos.
Soñar y aprender deberían ser los hilos de nuestra vida. Eso! Que los sueños y las bonitas vivencias de acompañen allá, acá, o en la tierra donde estés. Que puedas seguir construyendo y trabajando por eso que quieres.
Un saludo grande.
Cati.
Madrid-Mesa gracias. Aqui vamos dia a dia. Cati, siempre se construye y gracias por los buenos deseos.
Por aqui voy contando los dias que son eternos, pero el tiempo siempre pasara. E incluso aqui todo es temporal. Alla en casa, tambien.
Saludos!
Te fuiste del todo??
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