Me gusta ir a cine. No tengo muchos fetiches al respecto, ni horarios, ni salas favoritas, ni pelis favoritas. Simplemente me gusta ir. Cuando era niña no me gustaban las filas para entrar, no me gustó cuando el intermedio se acabó, y recuerdo haber ido en la mitad de Jurassic Park al baño como 4 veces.
No tengo tampoco rituales. No soy de las que siempre necesito crispetas. Solo necesito algo de tomar. Y un baño a la salida. A veces leo las reseñas, a veces voy a peliculas muy taquilleras, porque, hay que verlas, para decir, una cosa o la otra.
Hoy me gusta por ejemplo ir al cine 3d. Si se lo inventaron es para consumirlo, no sin medida, pero hasta que uno le pierda la gracia, no me perderé algunos de los mejores exitos en 3D. Como UP que fue la primera o Toy Story, la última.
Ir a cine, y leer y pasear, como una reina de belleza, son mis ocios favoritos. Aunque aquí no me hallo para leer, y valga la pena decir que solo traje un libro, que no me ha conquistado tampoco. Asi que lo primero que hice fue buscar los cines. De todas formas tengo todo el tiempo para ir a sentarme frente a una pantalla a ver cualquier cosa que me pongan, aprender, soñar, reir, llorar. Hay muchas salas de cines con el éxito del momento, Karate Kid y la Venganza de Kitty Malone y muchas otras peliculas en alemán y otros tantos idiomas, con subtitulos en aleman.
Así llegué a “El mapa de los sonidos de Tokio” por azar y justo a tiempo para no pensar ni entender el titulo en aleman, solo leer la directora. Compré el tiquete de 6Euros, que no es barato, en el FSK el cine mas cercano a mi casa temporal. (Por fortuna) Tenia en mi mochila un IceTea y me sente en la unica banqueta desocupada, al lado de la puerta. Estabamos en los Trailers y tuve tiempo de pensar que esa peli de Isabel Coixet, si era en Tokio no era en español, sino en japonés. Oh! Me resigné a que sería un interesante ejercicio de práctica idiomática y a disfrutar de la bonita fotografia que tiene Coixet en sus películas.
El ejercicio mejoró cuando la mitad de la peli fue en inglés, y lo que es en japones, se pudo entender de forma global con el alemán. Por fortuna. De resto, un bonito viaje lleno de sentidos, de sonidos, si claro, pero de sorpresas, llenas de la muerte y la vida, y los infortunios de la muerte, y del amor, cuando se tiene a la muerte en la puerta de la casa. Una mujer preciosa, unas escenas de sexo repreciosas, un viaje por un Tokio con otros clichés, como con los ojos del aventurero experto y local, extranjero y local. Como cuando se tiene un lugar, y la historia es solo una excusa, y eso no siempre resulta bien, solo que le resulto a Coixet, una muy buena combinacion, para una historia que provoca reir, llorar y amar.
Caminar por la ciudad en completa soledad. Soy yo y Berlin. Mi alemán aun no da para entablar conversaciones y paso por mas tímida de lo que soy. Y mi ingles está peor. Asi permanezco en silencio dandole hilo a esta cabeza que se enreda y sueña y planea y se eleva. Así el domingo, regresé a cine. Esta vez a las 10pm para ver “Moon”.
Quedé con polvo lunar en los ojos. Y eso es mucho. Es decir, que pasaría si te quedaras en la Luna para siempre? Comerías mucho queso? Empezarías a ver en blanco y negro? Juagarías a la pelota lunar? O caerías en la triste desolacion de cada día... en la desolación de ver el planeta tierra a lo lejos... la irremediable desolacion lunar, de la soledad de un yo repetido miles de veces. De la irreductible repeticion humana. Una preciosa y recomendada pelicula. Si usted puede bajar torrents, hagalo, y se baja esta que está buena.
No mas, caminar con el sonido de una peli en la cabeza, de la historia, de los pulsos, de los colores, de los ritmos de vuelta a casa, en medio de la oscuridad y el semaforo del peaton titilando como unica luz, el mejor premio para una primera semana en Berlin.
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