Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

martes, 1 de julio de 2008

Un año

Hace un año me monté en un avión rumbo a Barcelona, España. Tres días,. No había dormido, pero estaba en Barcelona. Era importante ese viaje, P me había dicho que era suficiente con viajar, que se aprendía mas que otra cosa… seguro tiene razón. Hice un diario, de ese viaje. Estuve viajando cual judío errante caminando por esas grandes ciudades, a veces con mucho calor y tras veces a pesar del verano, con frío.



La libretita negra de Moleskine (en la misma en la que escribía Hemingway – así la venden) hay olor todavía a lavanda (flores moradas que huelen delicioso, y que guarde por cada tres días) Tiene las cuentas de todos los euros que se iban diluyendo entre los hoteles y las comidas, los tiquetes del metro y los tranvías, las entradas a los museos, las etiquetas de las cervezas que me iba tomando, maticas: un pétalo de una flor rosada que ahora es blanca, una matica de olivo de villa Adriano, una flor amarillita, otra azulita, ya desteñidas, pepelitos, un sauce llorón, pedacitos de paredes y piedritas y tierritas europeas… todavía hay recibos de supermercados y tiendas… fue importante, si, porque fue una chimba, y porque de ahí… hasta hoy… tantas cosas…



Un año después, que pasa tan rápido, que no me di cuenta, que pasaron tantas cosas, que fue en un suspiro como dice mi mamá, pero que tantas cosas importantes, terminé la Universidad, terminé una relación, empecé otra, me volví independiente, como dice S, tantas cosas, que hasta ya casi no manejo, monto en mi bicicleta, tengo celular tigo prepago (lo dice medio burlándose) medio salí de mi casa, luego volví, me mudé, lloré, como siempre, otra vez, me deprimí, extraño la universidad, algo de la vida de antes, los agites, aunque ahora me gusten mas los paseos, las aventuras de tardes enteras, me guste un poco mas la lluvia como la que cae ahorita, lo aprendido, lo desaprendido, los riesgos de ser adulta y tomar las riendas, a veces tener tanto miedo de tenerlas, volver a caminar, volver a tener la cámara de fotos en mis manos, y hacer otra vez fotos, sin miedo, sin pereza, tener un blog, varios blogs, escribir de nuevo, ir al cine mas seguido, ver mas pelis, seguir durmiéndome cuando doy play al DVD, volver a leer, varios libros - a veces solo uno, arriesgarme sin saber, controlar todo menos, y seguir controlándolo, abrir los ojos mas, para ver mejor y mas allá, tratar de entender cosas y aun no entenderlas del todo… todo en un año.

Alguien, esos maestros que dejan huella, me decía que la vida no eran años, ni semestres, yo aun no lo aprendo, siguen siendo fechas, recuerdos, días, inicios finales, ciclos, así se repitan y nada cambie. Y si, así no lo aprenda, sigue, la vida corre a cada segundo, y así esté con la cabeza abajo, los pies rendidos, la película sigue rodando y algún día, tendré que seguir, mejor seguirla no pararla, no detenerla… no esperar…
Que si cambié? La vida cambió, yo sigo siendo la misma, la de siempre, la que no puedo cambiar, porque al final uno es de donde nace, como ha crecido, como va pensando. Si, muchas cosas se van agregando, como capitas de tierra que van llegando y uno al final es tantas cosas, que no se pueden reducir a nada.

Que recuerdo? Miles de fotos, unos días fantásticos con mi hermana, tardes en silencio, tardes de risa, los mapas de la ciudades, nuevos olores, nuevos sabores, expectativas cumplidas, otras decepciones, nuevos descubrimientos, de cosas que llevan ahí puestas cientos de años, sorprenderme y volver a pensar en mi. Muchas tardes pensando en que quería, quien era. Todavia, un año después sigo en lo mismo. Unas capitas mas, mas sonrisas, mas llantos.

P, fue importante porque así hablemos todos los días, y a veces parece que estamos al otro lado de la pared, un oceano está de por medio y fue realmente estar juntas, conversar sobre la vida, estar en silencio, conocer-nos, después de esos años a distancia, aprendiendo por nuestra cuenta, compartirnos, así siempre seas Paula, y yo Anita, así yo a veces parezca la hermana mayor, pero tu sigas siéndolo, para entender que aguas han corrido por estos puentes, llorar por el inicio, por el final, no reconocernos y luego volvernos a ver.

A veces las cosas son el inicio de muchas cosas bonitas, cosas que le pasan a uno, que uno a veces sospecha que van a pasar, de pronto son capas de tierritas que uno se le van quedando y hacen que uno siga adelante. Otras tantas tristes, porque las alegrías no llegan solas, siempre son dos caras de una misma moneda. Ciclos, que no se acaban que continúan, que siguen rodando. Sobre todo, recuerdos, así uno también olvide tantas cosas…


Y la vida sigue, nuevas aventuras, nuevas decisiones, nuevas aguas debajo del puente, sobre todo mas vida (a pesar de que a veces esa vida duela tanto y me cueste seguir)

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