Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

lunes, 13 de abril de 2009

A veces

A veces me olvido de las cosas importantes. Por ejemplo como hoy dormir hasta tarde y soñar cosas fantásticas. Que no se me olvide el matrimonio al que estoy invitada. Mi mejor amiga de la infancia, con quien corretié el barrio se casa con su novio de hace 8 años. Al principio tengo que aceptarlo, le dije que estaba loca. Luego al oirla hablar, pensé que era bonito que alguien estuviera asi de loco para casarse a las 24 años. Locos de amor. Entonces soñé sobre el vestido del matrimonio: si ponerme el negro o alquilar uno. Sobre los invitados y recordé que la tia de mi amiga, la que la cuidaba en las tardes despues del colegio se llamaba Marta. Luego soñe que los muñecos y los objetos tenían poderes especiales y que cobraban vida. La verdad cada vez que tomaba algo en mis manos cobraba vida cual Toy Story o Tetera de La Bella y la Bestia. Estaban en guerra, todos los objetos aquí afuera de mi edificio. Y yo con mis manos poderosas enviaba unos rayos a los monstruos enemigos. Si tuviera que escribir una película de ficción no me iría tan mal. El caso es que no supe quien ganaba la guerra porque me despertaron los perros a las 12 del día. Que quede claro que no me quiero casar. Y que ojalá de aquí el miercoles no olvide comprar el regalo, llamar a mi amiga, ver que me pongo y hasta pensar si voy o no voy. Al final no conozco a nadie. Ahora, me olvido de cosas importantes. Por ejemplo revisar que para mañana todo esté listo. Otra vez hago la lista de cosas y recuerdo que olvidé algo. En fin, con el corazón ya nervioso por de nuevo iniciar semanas laborales, escribo esto.

Quiero escribir mucho. Quiero hacer otro blog para ver si un proyecto que tengo estancado resucita, ya que lo que mas hago ultimamente es estar bloguiando y estar navegando. Quiero salir mas y sentir esa sensación bonita de esta semana de estar siempre andando. Me gusta mucho pasear. Me gusta mucho ir a ciudades ajenas y cercanas. Me gusta sentir el frio y estar abrazada. Andar, andar, andar. Marchar, tomar fotos. O no. No hacerlo porque ese dia no se me da la gana. Y recordar, recordar mientras pueda porque al final las fotos se archivan, se guardan, se pierden en el mar digital de hoy. Estar en silencio. Me esta gustando. Y despertarme sabiendo que nada me espera cada día. Pero la verdad todo me espera y yo espero todo.

Tengo que estudiar Windows movie maker. Ahí nos vemos.

1 comentario:

Edgar Valdés dijo...

Olvidar es una muertecita indispensable. ¿Quién necesita recordar el número de electrones en un átomo de hidrógeno? Aunque claro, si me olvido de un día especial, ella me mira como si estuviera muy lejos.