Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

jueves, 13 de agosto de 2009

Fila de carros


Construímos ciudades enteras para tener mas calidad de vida. En las ciudades podíamos construir comunidad. Hacer intercambios, crecer, desarrollar, tener una vida. Todo porque en esas ciudades donde íbamos a conseguir dinero íbamos a vivir mejor.

Llevan esperando unos minutos, muchos minutos para llegar a casa. Sentados esperando en sus carros con los vidrios cerrados, mientras yo camino bajo el sol de la tarde, un calor infernal, pero con los pies en la tierra, el ruido en los oídos. Todo lo que han hecho ellos para vivir mejor, y así pasar la tarde atascados en una fila de carros, cansados, agotados, inmóviles, somnolientos. Se están perdiendo del viento y el sol en la cara. Y yo estoy oliendo el smoke de sus carros. Mientras el sol cae sobre la loma, me asomo a ver donde esta el sol, un perro como el de la mascara corre tras su dueño, que no es la mascara sino un caregringo pelirrojo. Los niños del frente salieron del colegio. La monita pelicortica se para y se sienta, mientras todos gritan cosas que yo no escucho porque tengo mi música en los oídos, encienden un cigarro, la otra niña se peina frente al espejo, se echa polvo en la cara, la monita se arregla el pantalón, se arregla las tetas pequeñas, uno de los niños le da un beso de esos adolescentes (Tipo Kids) con tantas ganas a otra niña con uniforme.

El perro del caregringo conoce otro perro, el de una señora que seguro sale con Paco, así lo puse, todas las tardes por el parque. Paco, y el perro del caregringo salen juntos corriendo por el parque, entre los árboles, escarban, Paco huele al caregringo, digo a su perro, lo huele por todas partes, y no se si el perro del caregringo de pronto es una perra.

La monita pelicortica es muy bonita. Si yo hubiera sido rebelde de niña hubiera sido monita pelicortica. Hubiera sido muy guapa. Paco y el perro del caregringo espantan pájaros. El sol ya no llega hasta donde estoy, esta muy abajo y muchos arboles tapan su luz. Siempre que el sol amarillo de la tarde deja de caerme en la cara, siento cierta desazón, hay un gritito adentro, que dice ¡Hay! Un miedo terrible a la oscuridad de la noche, un instante que se pasa, con ver el reloj, pensar en lo que sigue.

Paco se va con su dueña, el caregringo se va con su perro y su amigo y su mochila aruhaca, con la coca del agua pal perro. Yo me paro de la silla, con la música en mis oídos, mientras los chicos, se van yendo a buscar aventuras adolescentes, de pronto una orgía, una borrachera, o solo sus casas. La monita le da un beso a la otra niña de uniforme. La abrazó y salen caminando.

Y yo, que no tuve amigas lesbianas, ni colegio mixto, digo: ¡¡¡¡Estos muchachos!!!!. - (Con una sonrisa de satisfacción en mi cara)

Y sobre la calle, la misma fila de carros, con los mismas caras cansadas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

me recordaste a una trova famosa que canta Piero, donde habla de la gente pasar y pasar.

besos!

Ana Maria Vallejo dijo...

Piero, me gusta Piero. Me recuerda viejos años.