Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

martes, 6 de abril de 2010

Eso de mirar a la nada

Siempre ha habido un calendario detrás de la puerta. Y nunca por supuesto, está en la página del mes que corresponde al mes que estoy cuando lo miro. Sobre la ventana siempre ha habido una colección de buhos que de niños adorabamos y sobre la mesa su foto. Claro que esa no ha estado desde siempre. Solo desde hace unos años. Yo estaba empezando a estudiar fotografía y era un día de la madre. Un domingo de esos en los que las familias se reunen a pesar de la pereza de hacerlo, una felicidad mal disimulada, pero una grata comodidad de estar jutnos. Ya había pasado el almuerzo y el se acostó en el sofa. Ese día tenía la camara Canon AE1 la que el había usado algna vez, y un rollo blnaco y negro en el carretel. ISO 100. Luego cuando revele la pelicula muy pocas fotos habían salido. Por supuesto esta no es su mejor foto, pero es la foto que yo le tomé.Y que luego en un marco que yo pinté, le regalé. Todo en pasado perfecto, asi esos días no fueran tan perfectos. En sus ojos hay una expresión que aún no entiendo, pero que recuerdo cotidiana. De pronto pensaba en esa niña detrás de la cámara y en esos ojos que verían la foto después que el muriera. Porque yo si creo que uno sabe que en algún momento sabe que se va a morir. Y ese era su mayor miedo. Dejar este reguero de niños ya adultos solos y desprotegidos. Porque siempre pensó que en su ausencia nosotros siempre estábamos desprotegidos. Éramos muy contemplados. Si. Y nosotros nunca pensamos que él algún día pudiera morirse. Yo hubiera preferido que otros papás se murieran, no el mío.

A los búhos los coleccionamos por años. La moda de los búhos fue como la de las miniaturas, los ceniceros, los cuadros papiros, o las imágenes de barcos. Puras modas y colecciones absurdas para decorar los hogares. Yo limpiaba los sábados con mi mamá los búhos. Pero en semana cuando ella no estaba yo jugaba con los búhos. En todo el edificio podíamos pasar tardes enteras jugando y comparando los búhos de cada casa, había de cristal, de cerámica, grandes y pequeños, había unos miniaturas que se compraban en la tienda de regalos de la esquina, y recuerdo un olor al recordarlos, un olor a sorpresa y a búho de color. Es sorprendente que solo unos búhos traigan tantos recuerdos, y sobre todo que aun existan esos búhos llenos de miradas oscuras, en la repisa de una ventana. Por supuesto los buhos no han estado ahi desde siempre, pero siempre han estado mirándonos, mirándome, de medio bisney, de medio lado, como quien mira y no quiere mirar.

Son los objetos los que nos traen tantos recuerdos. Algunos sobre todo. Pero si donde vives está lleno de objetos que no se han usado, rincones que no se han habitado, paredes que no se han pintado, usado, colgado con cuadros y pinturas, solo son objetos como de tienda de muebles y decoración, casas no propias. Objetos meaningless. Por eso es bonito tener casas y lugares con cosas de otros tiempos, con cosas de otros, regaladas y usadas. Cosas que tienen hisorias y olores con recuerdos. Fotos que uno olvida mirar y que cuando las vuelve a mirar, descubre algo nuevo: El no quería sonrerir, pero sonrió como quien no quiere, para la posteridad.

3 comentarios:

Juan David Escobar dijo...

En casa habías Buhos, porque mi mamá en una tarde de un grupo de mujeres aprendió a hacerlo con hojas de platano, y esmalt (para que brillara). Por capas, y les ponían ojos de peluche, y listo. Recuerdo el olor, al caso que queda en un bajo, y a señoras que hacen buhos con naturaleza y artificio.

Te miraban siempre, de medio bisnei :)

catirestrepo dijo...

Que bonito texto y qué profundo. Definitivamente el arte de escribir vive en ti.

Y bueno, totalmente de acuerdo con que es mas chévere tener casas con cosas de otros tiempos. Supongo que por eso yo disfruto tanto de los tangos y los boleros (Hablándolo analógicamente)

La muerte? La muerte siempre nos dejará con un sinsabor y sin saliva. Recuerdo que hace días leí algo que decía: "Morir es de vital importancia" (Pero sí que duele el morir de los nuestros)

Saludos,

Cati

Ana Maria Vallejo dijo...

Juan, es que los buhos fue una moda universal. :)

Cati, que bonito. Yo digo que morir debe ser lo mejor. Porque la vida cansa mucho. Pero si, duele mucho.
Un abrazo.