Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...
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domingo, 5 de abril de 2009

Noche de Sábado

El twitter esta caído temporalmente por una hora desde las 10pm y son las 10:11 pero yo a los minutos no les creo porque siempre van adelante o atrás pero nunca al ritmo que son. He tomado mucha agua, tengo hambre pero los chocokrispis no me apetecen. Como lo mejor del dia es llegar a casa y ponerse la pijama y andar descalza, eso hago. Luego tomo el control del TV en la mano e inicio el zapping. Me entretengo con Eli Stone. Un abogado que cada vez que lo veo quiere ser bueno pero el mundo no se lo permite. No esta tan lejos de la ficción aunque el argumento sea una aneurisma en su cerebro. O sea para ser buenos, hay que estarse muriendo.

Voy por el portátil y me di cuenta que de nuevo somos mi mamá y yo solas. Otra noche de sábado.

Las voy disfrutando. La verdad siempre me ha parecido que una noche de sábado no tiene nada en la TV y hoy hasta he visto cosas chéveres. Están dando Antony Bourdain. La verdad lo escucho, mientras escribo, también a ver si me da ideas. Estoy tratando de acordarme de algo que se me ocurrió hace un rato pero no lo logro. Estoy pensando en escribir ficción. Pero apenas lo pienso. Hubo un tiempo en que me sentaba y escribía ficción. Buena o mala, pero ficción. Podía inventar todas las historias más dementes en una sentada. Recuerdo que no he comido. Es que estoy leyendo Mujer Gorda. Esta Blog novela.

A veces uno recorre los pasos de otro en un día. Esto hace la red. Uno arma caminos en este mar de información con tres correos y vínculos, que me hacen pensar que hacía en cada momento los remitentes de esos emails. Hablan de cebolla en Antony Bourdain. Esta en las islas griegas y dice que la comida no le gusta. Pienso que nunca vi su pasada por estas tierras y la busco en youtube. No la veo todavía, mírenla a ver que dice.Hoy recordé que en Palermo los recién casados van por el centro tomándose fotos y videos por las fuentes, las partes bonitas. Si aquí lo hacen en cambio en el jardín botánico. Creo que voy por alguno de mis cuadernos juveniles de noches de sábado adolescentes…

Ahh hoy estuve en Sanalejo. El mayor recuerdo de Sanalejo era el olor. Palosanto? Horrible. Hay un vecino que quema cuando no quiere que le sientan otros olores. Lo peor. Antony brinda. Ya se me había olvidado otra vez. Un día quise tener un puesto en Sanalejo. Yo vendiendo agendas pintadas a mano por mí y por mi hermana. A ella siempre le quedaban mejores. Me acorde por una que tengo en la mano con John Lennon pintada por mi. Encontré escrito: “Ani, acuérdese de mi siempre.”

Tantos miedos en esos años de estar lejos. Yo me acuerdo esa última navidad. Sobre todo lo que recuerdo fue la buena noticia de que se iba. A mi casi se me cae el mundo. ¿Pero si apenas empezábamos a disfrutar la vida de grandes? ¡Ahhh!. Fue la última Navidad todos juntos. Cuanto han cambiado los caminos. Una lagrimita.

Leo unos sueños escritos de hace 6 años. Increíble que se olviden los sueños. Que se vayan como cuando uno abre los ojos. Lo que no cambia son lo absurdos y bueno, en mi, los personajes desconocidos. Cierro el cuaderno juvenil.

Uno no cambia. Lo que pasan son los años, la gente, los lugares. Me alegra.

Se acabó Antony Burdain y yo también.

Una última cosa. Como amaneci hoy quiero amanecer muchas mañanas. Lo mejor.

domingo, 29 de marzo de 2009

La almohada

Prendo una luz y veo que afuera esta igual de prendido que antes. Probablemente fui la única que no prendí la luz, en los edificios que rodena al mio. Que no haya luz me dan ganas de que el mundo se acabe. Me deja sola con mi cabeza y mis miedos. 45 minutos en silencio hasta que suene el teléfono desde España.

No tener luz dan ganas de estar a oscuras siempre, andar con la luz de la luna y no ser parte de esa energía eléctrica que probablemente sea el descontrol del mundo de hoy. Como dice Carlos Gardel, el mundo probablemente sea igual de malo desde el 506 hasta el 2000 también, y de ahí para delante, digo yo, no creo que mejore mucho. Lo que no sabía el tanguero que murió antes de verlo, menos mal, es eso, y que decir que los mayas creían que en el 2012 el mundo se va a acabar.

A veces hay luces pero en apariencia no son suficientes.

Me acuesto, una luz apagada, dos, tres. Apago esta pantalla, prendo una vela. Apago la vela. Pongo mi cabeza en mi almohada, conectarme de nuevo con los sueños. Que estoy buscando, una mujer, hay algo por solucionar. Menos mal en mis sueños las cosas son terriblemente fantásticas y casi siempre sueño con nuevos personajes lejos de la realidad. Aunque a veces las pesadillas llegan de amores que me dejan.

Soñaba a veces que el mundo se acababa y yo no podía huir del fin del mundo.

Quedo en silencio un segundo. Repito una frase amuleto para ver si dejo de pensar pensamientos y la frase agobia mi cabeza. Si supiera algo de yoga haría algo, pero me falta personalidad.

Hago la lista de cosas, el corazón otra vez en la mano, sucede cuando me siento sola, y cuando efectivamente e estoy sola. Otra vez hago una lista pero de personas. Luego pienso en llamar a los viejos amigos y pienso en mi exceso de trabajo y recuerdo que al mundo no le caen bien la personas ocupadas. Y yo que digo que ser independiente es de lo más divertido: más trabajo, más diversión. Y recuerdo que no me gusta que la gente me diga que soy muy ocupada. Entonces para que llamar. Porque al final cada uno siempre está ocupado con su propia vida, ¿de que me acusan?

Me quedo dormida y el teléfono suena. Demonios, no era para mí, y pensé que valía la pena romper el silencio y el sueño si era para mí. Pero no. Una novia perdida buscando a su novio, como tantas veces lo he hecho, pero yo no era la novia y nadie me buscaba a mí.

Vuelvo de nuevo al silencio, muevo mi pie derecho a ver si el sueño vuelve pero pareció desvanecerse en ese sueño rápido de 10 minutos. Tengo una canción en la cabeza, como una maldición por haber trabajado mucho. Me gusta dormir acurrucada. Pero quería sentirme libre. Sentir incluso un poco el frio y la corriente leve de aire que entra por la ventana porque no cierra bien. Entonces puse mis brazos hacia arriba, hasta que sentí que la sangre bajaba muy abajo y los volví a poner abajo. Volví a pensar que mi almohada es la conexión con mis sueños, y que morir probablemente sea eso.

Recordé otra vez que morir debería ser una razón para vivir mas

Pero me volvió a dar tristeza.

Y luego recordé las cosas bonitas. Fui por una cerveza a ver si el ánimo mejoraba antes de prender la luz y alguien se tomo las últimas que quedaban. No hay más remedio que prender esta pantalla y poner mi cabeza en estas teclas.

A ver si algo fuerte para tomar o algo dulce para comer en la cocina.

viernes, 13 de febrero de 2009

Día y noche

Buscando algo que me de aliento, me levanto, me tomo todo el tiempo, aunque no puedo desayunar y salgo. Me monto en un taxi, me pregunta que en que estoy pensando, que si en la vida, y yo ya no me acuerdo en que pensaba. Pero seguro pensaba en todo y en nada. No tengo con que pagar la carrera de 7000 hasta el centro y como es amigo me dice que después se la pago. Espero, veo la gente pasar, espero. Llega uno, me tomo el tinto, de y de pronto veo blanco y me siento mareada, nos hacemos los locos, me echo unas gotas, de pronto es el ojo. La cabeza me duele. Llega el otro, entramos, saludamos, esperamos. Hablamos del clima, planeamos, soñamos. Luego saludamos, oímos, tres palabras, otra promesa, y nos vamos. Antes de irme, siento la cara dormida, la lengua la perdí y pensé que así se deben sentir todas las señoras después de la sesión de botox, o que quizás ese podría ser el inicio de una muerte lenta causada por una trombosis. El pensamiento me asusta un poco, porque muertos hay muchos todos los días, y hoy particularmente cercanos. Empecé a sentir que todo afuera era demasiado lejano, que estaba muy adentro, que solo quería dormir, que no podía, entonces permanecí en silencio. Trate de quitarme la x de la frente, ponerme una “a” o por lo menos una “y” pero seguí x toda la mañana, todo el día, toda la noche.

Un zapateo constante, un espacio familiar, nocturno misterioso. Miedoso, tranquilo como mi día x lo necesita. Una música que me encanta, que yo sé, que me encanta pero algo pasa, está muy afuera. El hormigueo en mis manos y en la cara se ha ido, pero sigo tan extraña a lo que pasa afuera que parece haberse quedado y quien sabe hasta cuándo… pienso en que me gustaría trabajar en ese lugar, en la vida sencilla, en merodear la noche, los que ya no hablan, porque ya no viven. Vi las cajas para las cenizas, y recordé mis cajas para cenizas, las negras que ahora guardan polvo, polvo del mundo, pero de ningún muerto. Que las cenizas están en una caja mal pintada y con la pintura arrancada, y que esa es la única certeza de que esas, son sus cenizas. Pero qué más da, cuando uno se va, ya esta ido, y no hay ni cenizas que lo traigan de vuelta. Pienso que quiero escribir, que las palabras fluyan, me dice el del taxi, que todo bien, que hacemos el change, y yo pensé, que seguro señor taxista usted no quiere hacer el change. Fuimos le hicimos carita de ángel al bombero y maravillosamente un billete de 20.000 se convierte en dos de 10.000. Llego a mi casa y hay una glorieta virtual con estoperoles tipo quesito al frente. Por lo menos ya tengo una señal más para decir a las personas donde vivo: que detrás de la iglesia, que al lado de la eps, del teléfono amigo de la esquina, y ahora, de los estoperoles de la glorieta virtual. Siento todo y nada, lloro, río, no quiero y si quiero. Me dicen que vaya a dormir, que una agüita aromática, que un te, que chocokrispis, que comidita. Ahora que tengo un poco de hambre debí haber recibido alguito. Que la perra se comió un jabón, y que me da besos para secar las lágrimas.

Se oye la lluvia otra vez, tengo escalofrío, y las orejas calientes. Hay silencio, y solo las teclas que tocan mis dedos se escuchan. Pienso en cada cosa, pero cada cosa se vuelve nada, más bien no pienso antes de estropear lo que no ha empezado. Mi mamá reza, ora al de arriba, yo la escucho, yo le creo a sus oraciones. Creo que puedo ir a dormir. Solo necesitaba espichar tecla por tecla.

jueves, 5 de febrero de 2009

Saliendo y mirando

Salgo. Ella le dice a su amiga que en este país no vale la pena hacer movimientos politicos. Ni ser parte de ellos. Que es un camino a la muerte segura. Sigo caminando y procuro no olvidar lo que ella dice, para estar luego escribiendolo. Luego digo que mucha gente piensa asi: Colombia, no es politicamente seguro. Luego entro al vagón. En el tercero hay muchas sillas vacías y me pregunto porque la gente siempre se monta en el primero. En la siguiente estación cuatro niños de trece años. Que el tiempo con los amigos se pasa tan rapido! ojala asi fuera siempre con todo. Recuerdo los trece años, recuerdo, los amigas en la calle. Andar, reir, andar, reir. La mayor preocupación, una tarea que seguro antes de clase terminaría. LLego al centro y sigo con mis audífonos puestos, camino rápido para llegar temprano porque ya voy tarde. Me doy cuenta que esta puede volverse una rutina, en este año, que ya han cambiado varias, que casi no tengo rutinas, o seguro solo estoy demasiado acostumbrada a ellas. Huele a marihuana y a carne asada. Todos se mueven tan rapido como yo. Los buses estan atascados en Palacé y cruzo la calle atrapada entre la trompa y la cola de los buses. Paso por el costado de la iglesia, están ya cerrando todo, ya están los relojes baratos, y las uvas regaladas. La librería esta cerrada y el cartel de temporada escolar de la papelería lo están quitando. Ya por aqui no hay sino los locos que despiertan en la noche y serán los que habitan por aqui. Sigo caminando y decido quitarme los audífonos, es mejor oir el ruido de la ciudad, que el de mi cabeza al ritmo británico de cualquier cancion que la final me es ajena. Voy en contra de la corriente que sale del centro y yo en cambio me adentro y me acuerdo de una llamada importante que no hice, y pienso que hoy hice algunas cosas, que no todas pero que estuve tranquila y que eso estuvo bien, despues de días tan llenos de azares y olvidos, y aceleres. Trato de acordarme para más tarde apuntar en la agenda, pero mas tarde me doy cuenta que la agenda la dejé en la oficina, y entonces tengo que acordarme sola. Y eso va a estar difícil. Voy pensando que tengo que escribir, y ahora que lo hago creo que fue lo mejor, porque solo me faltaría en este fragmento de noche que blogger se caiga y no funcione mas. Alguien camina detrás de mi, bajan las niñas que salen del colegio y dos tipos, uno en silla de ruedas les dicen cosas, seguro una cae hoy. Llego tarde, con mucho calor, con mi mochila llena de cosas e intenciones, un guión que escribí hace ya varios años, sobre el que trabajamos hace uno, y nada que sale. Llego a la pizzería y suena una musica horrible, pero este es un ensayo de lugar, y está lleno de hombres solos, y no es que tenga algo en contra, pero de pronto estaba en el lugar equivocado. Pero como eso sucede a veces, no me importa y me siento. Pido una cerveza que me sabe a leche y una pizza que me recuerda un sabor de hace años. Luego voy a un lugar que no suelo ir, mucha gente conocida y desconocida, un arranque de: qué hacemos, y alguien se acordó y como no hay mucho que hacer, o tanto, decidimos entrar porque quedaba en el camino al bus: el sabor de no pertenecer a eso, y que está bien. Que buen sentimiento, cuando el corazón se siente bien. Dedido irme, la desicion del medio de transporte ya es dificil a las 9 de la noche. Cojo un taxi hasta mi casa.

También retomé el alemán y la linda costumbre de soñar dormida.

viernes, 9 de enero de 2009

Rutina

Yo tengo pocas rutinas, mas bien desordenada y olvidadiza. De todas maneras en mi cabeza a cada recorrido y procedimiento que repito empiezan unas lógicas frikies a funcionar. Desde que estoy en la casa de mi hermana, evitando el desorden en el espacio habitación/cocina/sala/comedor y debido al invierno, procuro tener organizado mi espacio, y que cada mañana y cada noche sea mas fácil organizar el día y la noche.

Y llego a la conclusión que menos mal tengo pocas rutinas, es más friki de lo que pensaba.

domingo, 6 de julio de 2008

2:33

Noche de sábado. Felicidad de Gondwana, de verdad estoy fuera de época. Nunca lo he estado. "Mi vida es hermosa porque existes tu"... varios bares, (solo 2 en itagui) hace tiempos no hacía eso, mucho reggae y ska, pocas me las sabía, solo se los beatles o soda estereo, ¿porque coños solo se de esa música? ¿porque no me sé la musica de la juventud? Ni los boleros me los sé.. a dónde pertenezco, que ni los tangos, ni la guasca, sólo cosas muy particulares. Dicen que uno tiene que hablar con los de atrás, para que uno no pase de moda. Yo creo que nunca he estado de moda, estoy siempre out, no mucho rock, un poco de metallica (descubrí que tiene que ser uno muy fan para solo escribrirlo, mil disculpas yo no soy tan fan) (musica metallica), la que escuchaba desde la habitacion de G, cuando odiaba el mundo, y lo odiaba yo también. Luego un poco de Soda estereo desde los cassetes de P, cuando quería al mundo, lo quería yo tambien. Luego un poco de los Beatles y mi papá tarareando en tarde de domingo. Repito la canción, Felicidad, un descubrimiento de la noche, una canción de amor, del Amor, sobre estar enamorado, sobre estar feliz, ¿Qué es eso? Si , si, yo se que es eso, lo he sentido. La verdad lo siento. Pero la verdad fue una noche de bailar y recordar que eso para mi es un placer solitario.. no es la esencia de la actividad pero lo es para mi. Sentir la música un par de tequilas, un cigarrillo, si lo disfruto, seguir moviendome, cerrar los ojos, saber que estoy sola, yo y mi cuerpo, la música y el mundo al carajo. Un placer solitario, cantar tb, la verdad estoy llena de placeres solitarios. Todos cantan, yo solo muevo el cuerpo sin importar nada, ni siquiera que la musica no puedo tarararearla... no me las se, estoy fuera de época, porque hasta mis amigas saben, ¿qué es lo que cantan? ¿de donde vengo que no lo se, que no pertenezco, donde había estado antes? Una noche de sábado, madrugada de domingo, los perros ya se quieren levantar, yo me quiero dormir, que bueno que fue tequila que no me da guayabo. Tengo alguien que me quiere, yo alguien a quien quiero, felicidad... mañana una mañana de cosas, cometas, escribiendo no sól0 sobre lo que pasa sino sobre lo que ahora pasará, futurito. Mañana ojalá tarde bonita de cielo azul, aunque hoy disfruté la lluvia con la poesía, al lado de mi amorcito, lluvia, poesía, una cerveza, un mango biche, limón y sal, ¿qué mas puedo pedir?

jueves, 12 de junio de 2008

Punketo en dos tomas




En una noche de lluvia, de fiesta, una siesta por el camino