Solo pensamientos, historias por escribir para que luego no las olvide. O solo para sacarlas de la cabeza...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Porque no gusto del paraíso - Aruba dia 4



Este no es un texto para sufridos ni víctimas. Sino que estando en el paraíso, en el que los hombres han construído y no el que el “dios” de la biblia prometió, digo no gusto del paraíso.

Y no porque este paraiso no me guste. Solo que no quisiera quedarme viviendo en esta versión.

Es que mientras las olas se mueven, el sol se esconde, y yo no tengo nada que hacer, nada en que pensar, y digo: ¡Qué bueno! Y miro a mi alrededor y veo que todos dirán lo mismo, para eso llegaron desde lejos unos, mas cerca otros, para poder decir “que bueno, esto si es vida”.

Yo creo que estar aquí hace que uno olvide cualquier otra cosa. Que la gente se muere de hambre, que los politicos son unos ladrones, que uno es ciudadano, que uno tiene derechos, que tiene obligaciones. Si uno se quedara aquí, no pagaría ni impuestos, ni trabajaría para ninguna compañía, podría quedarse no en un hotel, sino hasta en medio del desierto, viviendo quien sabe, de dar toures al turista en su propio paraiso construido. Sería una anarquía.(Pero eso no pasaría aquí, y leyendo por segunda vez creo que sería fantástico poderlo hacer...) Asi. Pero no. Aquí llegan turistas todos los años, que como yo, han pagado su vacaciones con trabajo (bueno o parecidos) y hay otros que con su trabajo los atienden en sus vacaciones. Turistas que podrían venir cada año y pasarlo de la misma manera. Que los hacen sentir como en casa. Que sea su casa con palmeras rebeldes al viento, viento cómodamente cálido, mar terriblemente bello. Gastarse una fortuna, para volver al infierno con tal de volver al paraíso un año despues.

Sobre todo este paraíso nos llena la vida de resignación, todo un año de infiernos, toda una vida, solo por tener 8 días de paraísos. Yo no gusto del paraíso porque el paraíso siempre sera el engaño de un mundo perfecto, inmutable, controlado por alguien que no quiere que uno note los cambios para que uno no ponga mas pereque ni se queje demasiado ni se alegre demasiado.

Porque el paraíso es una promesa nunca lograda.

Sobre todo el paraíso es una promesa comercial de una piña colada en coco en la mano, el mar al frente garantizando cero incomodidades como el calor, o el exceso de belleza.

Por eso seguro me gustarán los lugares donde nada de las lógicas de los paraísos funcionan. Y sin embargo tienen mas encanto que cualquier paraíso prometido y ya vivido. Y no es que no quiera mundos bonitos. Si, si los quiero. Quiero esos mundos donde la gente me sonría, y yo pueda sonreírles. Quiero esos mundos donde la gente es orgullosa y me cuenta sus historias. Me gustan los paraisos que no tratan de convencerme que lo son y me cuentan sus secretos vergonzosos y sorprendentes.

Hoy en el paraíso encontre un paraíso bien guardado. Cuando vengan a Aruba vayan al sur, A San Nicolas hasta Baby beach. Donde uno cree todavía hay niños empeloticas caminando por la playa, sonrientes, donde uno cree que en las casas hay ventiladores y mecedoras y señoras sentadas con abanico en mano. (Por alla vuelvo y les cuento mas detalles).

Probablemente soy una condenada al realismo mágico, probablemente siempre que viajo irremediablemente comparo de donde vengo y donde estoy. Y las preguntas que me sugieren siempre son diferentes.Esta vez digo que no gusto del paraíso, porque el paraíso es una condena a la resignación.

Prefiero el purgatorio donde la lucha es constante y supongo siempre se esta un cachito antes del cielo y del infierno.

(Estas son las cosas que pienso al frente del mar, con el horizonte inmutable y las olas como maracas)

3 comentarios:

MariaPaulaLG dijo...

de acuerdo, bonito tu post, es como el mismo dilema de irse a estudiar a europa o quedarse en latinoamerica o algo así

Ana Maria Vallejo dijo...

Al que le caiga el guante...

Yo pienso que hay dos posiblidades, que Europa aburra o encante. Pero puede que nos encante pero queramos volver irremediablemente a nuestra tierra. Yo quiero que me pase eso. Pero la vida es caprichosa y tiene entuertes uno solo le ayuda en caminos y direcciones.

JuanDiego dijo...

pero esos paraísos son necesarios. en eso las agencias de viaje son sabias y nos ofrecen planes de una o dos semanas máximo.

uno debería tomarse esa semana como una forma de ponerse en calma con uno mismo, dejar de escuchar el ruido alrededor, incluidos los problemas y en ese estado, tratar de poner todo en perspectiva.

y hacerlo sin sentirse culpable de nada, por supuesto con la convicción de que a uno lo que le corresponde es volver a la realidad donde uno pertenece, donde hace frio y donde comer pescado es un privilegio